jueves, 19 de septiembre de 2013

Uso y abuso de los pretextos



Uso y abuso de los pretextos.


Por: Félix Justiniano Ferráez

Menuda decepción se han llevado los empleados del IMSS en el Estado con el desempeño del actual delegado estatal el Contador Público por la Universidad de Yucatán, Jorge Río Pérez, recordado por sus condiscípulos como mediocre estudiante y por su desmedida vanidad y petulancia, que le ganó el remoquete de EL CROMO, burlonamente gritado en los pasillos y canchas universitarias,  quien de ser un gris auditor interno en le delegación del IMSS en Yucatán allá en los inicios de los años ochenta  y tras prolongada y afortunada desaparición del ámbito del servicio público, su buena y reciente estrella (azul para mas señas) le ha permitido reaparecer como flamante Delegado Estatal del IMSS en Quintana Roo, vaya vaya con la yegua baya que se saltó la valla.
Es tal su desfachatez que quienes le preguntan cual es su relación con el Licenciado Juan Molinar Horcacitas, recientemente designado Director General de esa Institución, responde voz en pecho que a él no lo nominó “Horcacitas” sino FELIPE (¿se referirá al hijo desobediente?) además  de que ha tenido que soportar su “plática insulsa y aburrida desde la campaña”, (de Don Juan Molinar evidentemente).

De esta manera este irrespetuoso funcionario hace mofa de su superior ante todo aquel que quiera oírlo, pero particularmente ante el séquito de bellas colaboradoras de las que se rodea y que ha traído con jugosos sueldos de diversas partes de la geografía nacional y quienes dada su inexperiencia y su limitada percepción de la realidad, se dejan impresionar interesadamente.

 Este “cromo” a quien alguien atinadamente señala que le faltó el “soma,” ha venido pasando sobre los derechos, trayectoria y antigüedad de un buen número de empleados institucionales, que de la noche a la mañana se vieron separados de sus cargos por la divina y azul voluntad de este caballerito.
Muestra de ello es la injusta rescisión de contrato que sufrieron un grupo de trabajadores de las áreas de Conservación, Servicios Jurídicos, Administrativos, Médicos, con antigüedades de hasta 25 años efectivos, es mas significativo el hecho que en el área médica, reiteradamente manifieste que no es su culpa que en Quintana Roo no hayan médicos a la altura de un hospital del IMSS y que por eso tenga que traerlos de Yucatán.
Pero lo mas sobresaliente es que cuando alguien con verdadero conocimiento de las consecuencias legales y punitivas de estas abusos, se lo comenta, el famoso “cromo” descaradamente observa que cuando ganen sus pleitos laborales, van a suceder dos cosas, que ya no esté en Quintana Roo y que no lo va a pagar de su  bolsa.

De la misma manera llama la atención el hecho de que sabiendo que su domicilio conyugal  anterior se ubica en la ciudad de Mérida, cada fin de semana viaja a esa ciudad, lo que no tendría nada de malo pues todo hombre de bien debe cumplir con sus deberes conyugales, pero lo “raro”, por decir lo menos, es que lo haga con cargo a las arcas del IMSS pues no solamente se traslada en vehículo oficial sino que lleva chofer y él mismo, quienes cobran sus rigurosos viáticos, pero cuando se trata de esos extraños y frecuentes viajes a la ciudad de México, llamativamente también en fin de semana, viaja acompañado de alguna amanuense para los imprevistos que pudieran ofrecerse.
Ahí si hay que reconocerle que es un hombre precavido pues pudiera haberse hecho acompañar de UN AMANUENSE y prefiere UNA AMANUENSE sin menoscabo de otras tantas comisiones en los mismos términos a las ciudades de Cancún y Cozumel.
Por si esto fuera poco a la hora de desquitar sus jugosos emolumentos y actuar de manera profesional y ejecutiva resolviendo problemas y estableciendo directrices prefiere escurrir el bulto y  con siete meses al frente de la Delegación, traslada a sus antecesores Delegados la responsabilidad de los problemas que hoy enfrenta con la rentabilidad financiera de la Delegación, ya que de no ser así, otra sería la suerte de mas de nueve mil trabajadores de la industria de la construcción en la Riviera Maya, que se encuentran desamparados y carentes de los servicios elementales del Seguro Social.

Otro tanto podríamos decir de la  operatividad     de sus hospitales y de la pésima relación que sostiene con el SNTSS, lo que le ha provocado, por lo menos,  tres paros de labores como método de presión del sindicato ante la apatía e incapacidad para atender planteamientos concretos de la representación legal de los trabajadores de su delegación.

Es absurdo e inconcebible  como en estos siete meses se ha  venido descomponiendo la atención médica y las relaciones interpersonales sin que se vea, en el corto plazo, como se van a solucionar, si  el contador Río Pérez insiste en su actitud de desapego e indiferencia a los intereses y la hospitalidad del pueblo quintanarroense,  pero eso sí favoreciendo a improvisado(a) s y advenedizo(a) s  de los que se ha rodeado.

Ni en los peores y devastadores  tiempos  en que Mauricio (WILMO) Ituarte HURTADO  (y no sólo de apellido), comandó esta institución, se había sentido esa sensación de desánimo y abandono que acompaña a la grey trabajadora del IMSS, quienes no ven la hora de que las recientes autoridades de este organismo, volteen a ver para estos lares y llamen a cuenta este funcionario, quien de seguir como va, debería correr la misma suerte que su homólogo de la SEMARNAT.

Tristemente la institución que nació en 1944 como el mejor instrumento de la redistribución de la riqueza entre los mexicanos, se encuentra sitiada por un funcionario petulante y soberbio que sólo piensa en sus afanes protagónicos y de semental en decadencia, olvidándose que no hay Delegado que dure cien años, ni Quintana Roo que los tolere.

Caribe Mexicano/mayo del 2007

@watane1

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