Los ocho fantásticos.
Por Félix
Justiniano Ferráez.
Muchas
esperanzas fueron cifradas en el ingeniero Gregorio Sánchez Martínez cuando
asumiese la presidencia municipal de Cancún, eran muchísimas, tantas, como
tantas las gentes que votaron por él y que estaban hartos de la corrupción y la
ineficiencia de Alorbabá y sus 40 ladrones, no obstante pasados los 4 primeros
meses de su gobierno no ha pasado nada de verdad importante; o que sea digno de
ser tomado en cuenta como un verdadero avance del gobierno del cambio, el mismo
que llegó adonde llegó; con la fuerza de la gente.
No se sabe
con certeza que ha pasado con las ventas de terrenos que hicieron del
ayuntamiento de Cancún, la más redituable inmobiliaria durante el período
recientemente concluido. (2005-2008)
Tampoco se sabe qué pasó con el famoso fideicomiso creado ex profeso
para el pago de proveedores y en los últimos días del gobierno Alorista, las
compras millonarias que no se licitaron, las obras realizadas entre parientes y
que generara la demanda presentada por Freyda
Maribel Villegas Canché, amarilla ex perredista y hoy azul panista, o si
de perdis existe alguna investigación abierta contra quienes dilapidaron
miserablemente los recursos públicos que les fueron confiados, o hacia quienes
debieron salvaguardar los bienes y recursos públicos.
Porque ahí
están integrando el grupo motorizado de los Raiders, Francisco Alor Quezada,
Juan Asencio Reynoso, José Antonio López Aguado y Mario Castro Basto, con sus
flamantes motos Harley Davison, cada una de ellas de más de 1500 centímetros
cúbicos de cilindrada y de muchas decenas de miles de pesos de precio, ahí
están montados el ex presidente municipal, el ex tesorero, el ex director de
servicios públicos, el ex director de catastro, exhibiendo su cinismo y
desfachatez y con absoluta impunidad.
A esos
circunspectos personajes la fuerza de la gente les hace lo mismo que el viento
a Juárez, cuando surcan en sus caballos de acero, el boulevard Colosio, la
Tulum, o la Kukulkan, apenas los despeinan.
Contra esos
cuatro fantásticos; el gobierno del cambio y el de la fuerza de la gente, tiene
en la Contraloría Municipal a su propia versión de sus cuatro fantásticos,
Alberto Cuauhtli Gómez contralor municipal que a pesar de la importancia del
cargo que ostenta, carece de preparación profesional que acredite su paso por
alguna universidad, aunque sea patito.
Jamás se ha
desempeñado en la administración pública
y desconoce absolutamente todo lo relacionado con la misma; de manera que diariamente acude a combatir a
los corruptos, con cien días de experiencia en la administración pública sobre
sus espaldas, una cámara de circuito cerrado para vigilar a su personal, un
enorme desconocimiento de auditoría, otro tanto de inexperiencia, tres mont
blanc, tres anillos en ambas manos, cuatro pulseras, tres soguillas, envuelto
en lociones de origen extranjero, su rolex de turno y a escuchar música de su
i-pod, mientras el presidente municipal, promete y promete que se está
investigando y que pronto habrán denuncias.
Otro de los
súper héroes es Carlos Cortes Gallardo otro ilustre desconocido sin experiencia
previa en la cosa pública quien se ostenta como ex empleado del grupo ICA para
justificar su fortuna personal, vive en la zona hotelera y lo mismo llega en
Mercedes Benz que en BMW o en su FJ Corruier de la Toyota, presume su colección
de relojes suizos, uno para cada día de la semana, su verdadero trabajo es
enemistar a los asesores del presidente negándoles toda información y
documentos a nombre del contralor, a
quien le sirve de alfombra.
Perito en
la genuflexión palaciega, está pendiente del mínimo capricho de su jefe
Cuauhtli, que no le falten choco roles, ni
botellitas de agua en el servibar.
El espía y
amenaza a los empleados a nombre de su jefe; obeso y encorvado como figura de
cuasimodo moderno, a todos acusa de filtrar información en los periódicos, a
todos amenaza con el despido, a nadie respeta ni considera, le pone apodos, los
presiona, les exige la lealtad que el confunde con lacayismo y abyección de las
que ha hecho su forma de vida, no se cansa de expresar que no necesita del
sueldo para estar allí, pero no lo deja, aunque se queja de todo, de lo mal de
las instalaciones, de las inocentadas y metidas de pata de su jefe el
Contralor, como el oso que realizó en el curso que no pudo dar por desconocer
el tema y donde salieron todos los empleados de servicios públicos, seguridad
pública etc., hablando pestes de la contraloría, del Ford K que le asignaron,
de la falta de oficio político del presidente, de su falta de interés según él
para encarcelar a sus antecesores.
Así sobre
vive con el repudio de sus colaboradores, con la burla a sus espaldas, con el
desprecio de asesores y demás miembros del gabinete, a quienes no les perdona
que por ellos no tenga acceso a ese cerrado círculo de amigos y colaboradores
del presidente Greg; lo que menos le importa es que se realicen trabajos de
investigación profesionales con resultados concretos, él está cómodo en la
oficina de su jefe, donde cree que debería estar él mismo.
Así es este perverso personaje, que cree que
nadie lo ha dimensionado y descubierto y que con 100 días de oficio político
piensa que destapó el frasco de las esencias administrativas.
Enrique
Peraza Peraza arquitecto yucateco es el director del área de obras públicas,
con la misma antigüedad y experiencia en la administración pública que sus
compañeros anteriores, nula, esos 100 días de experiencia le impiden a él y al
contralor municipal darse cuenta que existe un conflicto de intereses entre don
Enrique y la Constructora Peraza de la que forma parte él y su hermano, y que
hoy tiene que calificarla por las obras realizadas en el período de Francisco
Alor, durante el que ejerció un presupuesto considerable en diversas obras.
Pero además
en estos 100 días nada se sabe de las jugosas contrataciones de la constructora
Atmosphera propiedad del clan Asencio Reynoso.
El último
de este grupo de héroes justicieros es Ricardo Medina Chaires, antiguo corifeo
de Francisco Alor quien se desempeñó como responsable de la unidad de
transparencia y que hoy se encuentra instalado como Director de Quejas y
Denuncias, o sea que las denuncias presentadas contra este halitósico servidor
público en su época de funcionario Alorcista, hoy le toca despacharla como
funcionario Gregista.
Y surge necesariamente la pregunta cómo se
desempeñará este director si alguna vez tiene que llamar a comparecer a sus
antiguos compañeros de gabinete cuando tengan que dar cuentas de sus tropelías,
tendrá la capacidad, la independencia mental y la decencia de realizarlas?
Mientras
tanto; usted quien cree que gane esta dispareja lucha?
Caribe
Mexicano/agosto del 2008
@watane1
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