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Tribulaciones de un Contralor.
Por: Félix Justiniano Ferráez
La declaración del Contralor Municipal
afirmando que se tendrá que pagar al empresario Alfonso Cantón Cetina una
obra de electrificación, es toda una demostración evidente del fallo
neuronal generalizado que ya agobia a ese servidor público, resulta
que el señor declara que "las luminarias consta en documentos que si
se llevó a cabo", ¿que documentos Contralor? ¿Autorizados por quien?
¿Acreditando que? ¿2 y medio años no son suficientes para saber donde están
cobrando sus sueldos?
Pero continua con sus inconsistencias
y mas adelante afirma que: "por lo que he estado trabajando hay
evidencia de que el trabajo si se realizó" ¿cual será esa famosa
evidencia que como la máquina del tiempo traslada a este funcionario hacia
al pasado y le permite afirmar ligeramente su dicho?
¿serán algunos videocasetes que como a
la usanza Bejaranista podremos ver a los empleados de Alfonso
Cantón Cetina realizando los famosos trabajos?
Pero no terminan ahí sus desatinos
porque casi inmediatamente se desdice para afirmar ahora que: "que el
hecho de que las luminarias estén en la avenida Andrés Quintana Roo, no
quiere decir que la empresa lo haya hecho -por fin don Alonso, hay evidencia o no?-
Pero reitera que la empresa en
cuestión si efectuó una obra similar - ¿la misma pero más barata don
Alonsimi? - en fin, si
resumimos esas brillantes declaraciones podemos concluir lo siguiente: hay
documentos donde consta que se hizo la obra y se deberá cubrir la deuda;
pero el hecho de que estén las luminarias no quiere decir que la empresa lo
haya hecho, aunque Alfonso Cantón Cetina si efectuó una obra similar,
¡¡¡mas claro ni el agua!!!!
Se hizo, pero no se hizo, aunque si se
hizo chatos dijese el mimo de México.
Señor Contralor, la construcción de
obras de infraestructura urbana son responsabilidad exclusiva de la Dirección de Obras
Públicas y debieron de realizarse a través de una licitación o mediante un
contrato de obra, donde se establecen entre otros conceptos, costo de la
obra, tiempo de entrega y multas en casos de incumplimiento, amén de la
fianza de garantía para proteger el anticipo y la calidad de la propia
obra.
Al concluirse la misma se levanta un
acta de entrega-recepción, donde participan invariablemente: Obras
Públicas, la empresa constructora y LA CONTRALORIA MUNICIPAL
para acreditar el cabal cumplimiento de los requisitos establecidos.
Pero además durante el proceso de
construcción se debieron de presentar las estimaciones de obra debidamente
autorizadas por los supervisores y el director de la Dirección correspondiente,
en este caso el de Obras Públicas, quienes la turnan a la Tesorería para el
registro del pasivo y la programación del pago respectivo, que como seguramente
usted debe saber, lleva además de la propia estimación, LA FACTURA que establece
la cantidad a pagar y el desglose de las retenciones, donde muy
probablemente se destina un porcentaje para las labores de supervisión del
Órgano de Control Interno, alias la Contraloría Municipal que
coincidentemente usted encabeza, así
pues, estará usted en conocimiento que es la Dirección de Obras
Públicas, La
Tesorería Municipal o La de Servicios Públicos, que
finalmente es quien recibe la obra terminada y la incorpora al patrimonio
municipal para su mantenimiento correspondiente y reparaciones respectivas,
quienes tienen la voz cantante para afirmar o negar si la obra -que le da a
usted tantos dolores de cabeza para definir su realización,- se llevó a
cabo o no.
Aventurarse como lo hizo en ese
rompecabezas incompresible e ininteligible de desafortunadas declaraciones,
sólo pone en evidencia su desconocimiento o su ignorancia en la labor del
Servicio Público, para la que fue contratado y por las que cobra sin
conocimiento de causa ni mérito alguno, si al fin y al cabo se pasea
impunemente Carlos Canabal Ruiz en frente de sus narices, siendo aún
protagonista político en este estado gracias a su ineptitud, su desapego a
la institucionalidad, su falta de ética profesional, así como su falta de
oficio político, ya que no ha sido
usted capaz, por lo menos de inhabilitarlo para el servicio público,
gracias a su patética actuación como titular de ese puesto que le ha
quedado espantosamente grande.
Nos gustaría saber cuál es la opinión
del Colegio de Contadores Públicos, de tener a un colega con tan garrafales
actuaciones y tan poco respeto por la profesión que le permitió acceder al
cargo que inmerecidamente ostenta.
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