miércoles, 18 de septiembre de 2013

Crónica de una huelga anunciada.



Crónica de una huelga anunciada.

Por Félix Justiniano Ferráez

Finalmente lo inevitable ocurrió, no se pudo cubrir el pago del fondo de ahorro de los trabajadores del ayuntamiento; la ultima intentona de Paula Martínez Buenfil y sus asesores legales, para pagar con cheques sin fondos económicos, no pudieron vencer la decisión que doña Delia Alvarado y su agremiados ya habían ponderado después de un reflexivo análisis de las consecuencias, que inevitablemente afectarán al ayuntamiento de manera directa y a la sociedad cancunense, como efecto reflejo.
Pero evidentemente, esto no tiene nada que ver con la paciencia jacobina demostrado por la señora Alvarado, cada vez que intentó dialogar, razonar y negociar con el Presidente Municipal y su séquito; pues la mentira, el engaño, la burla y el subterfugio, fueron utilizados como falaces argumentos, en vez del dinero constante y sonante que quincena a quincena, le eran descontados al personal del ayuntamiento sindicalizados o no.
El pago líquido de la nómina municipal, era visto por varios ilusos como una aparente ventaja económica, que desde la Oficialía Mayor y la Tesorería Municipal les permitía embaucar al Presidente Municipal, interpretando equivocadamente las obligaciones integrales para salir del paso, en vez de sugerir un programa de racionamiento del gasto y de austeridad absoluta, que les permitiera allegarse de los fondos económicos, mediante ahorros autoimpuestos y poder cubrir los pasivos de contingencia, que dejaron de ser eso, para convertirse en obligaciones inmediatas, que la realidad les azotó en la cara y los “bajó de la nube en que andaban”.
Esto no debiera de extrañarnos, habida cuenta de que Dependencias Federales como el IMSS, con toda su estructura legal y su peso específico como institución y con la anuencia por escrito del Presidente Municipal y la Síndico,  se cobraban de conformidad con sus procedimientos legales $11,646,062.00 pesos de cuotas obreros patronales omitidas y no pasó a mayores, salvo las expresiones acostumbradas y tan inherentes al Presidente Municipal que nada tienen que ver con la verdad y la realidad.
Por su puesto que el ISSSSTE está a un paso de un procedimiento similar; y si proveedores y prestadores de servicios pudieran presionar como las dependencias federales, por supuesto que ya lo habrían hecho,  misma situación que aplicaría al mecánico Marcos Manuel, injustamente desatendido, como tantos otros, de sus justos reclamos económicos.
En sendas entrevistas radiofónicas, con Radio Turquesa y Enfoque Radio, Delia Alvarado declaraba abrigar esperanzas para resolver el problema, de la mejor y única manera posible; recuperando el dinero de sus representados, paciente, tolerante (a veces en exceso), había negociado y prolongado en lo posible, este problema durante meses, tratando de buscar el arreglo que permitiera a ambas partes un final feliz; pero este ni llegó, y sí fueron burladas y vueltas a diferir por enésima vez las obligaciones del Ayuntamiento hacia su sindicato.
Para colmo la falta de oficio político, voluntad de servicio y convicciones éticas de la síndico municipal, se volvieron a poner de manifiesto, al acusar a la lideresa sindical de actuar con dolo y negligencia, lo que precipitó lo inevitable.
Hoy el sindicalismo municipal, debe cerrar filas en torno a sus exclusivos intereses y resistir los inevitables embates de esquiroles y grupos de choque que intentaran infiltrarse, para demeritar su derecho constitucional y sus justas exigencias. La ciudadanía está plenamente consciente de este hecho y sabe de los constantes desatinos y excesos de una administración, que al fin y al cabo ya tocó fondo; y no puede seguir infringiendo más daño del que ya nos causó.
Llegó la hora de recoger varas y afrontar las consecuencias de sus yerros administrativos y dispendios económicos, los plazos como el del estallido de la huelga inexorablemente se han vencido, como se vencerán los de los amparos y triquiñuelas legales, que sólo han servido para dos cosas: para seguir gastando el dinero que no es de ellos y para NADA.
Al final la justicia que no el complot, su desmedida ambición que no los “cobros a lo chino”, su falta de talento y su inexperiencia que no la huelga; pondrán a García Zalvidea y su cercano círculo de colaboradores, en el lugar donde alguna vez, prometió colocar a sus predecesores y que por incompetencia o por que simplemente no pudo hallar los fantasmas que llegaba a exorcizar, se tuvo que tragar y atragantarse con sus fallidas amenazas y hoy como dijera Aguilar Zinzer es él quien se está tragando el camote de sus estupideces y abusos.
Desde aquí mi solidaridad inmutable al personal del sindicato y a su lideresa.

Caribe Mexicano/2004

@watane1   

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