Crónica
de una huelga anunciada.
Por
Félix Justiniano Ferráez
Finalmente lo inevitable ocurrió, no se pudo cubrir
el pago del fondo de ahorro de los trabajadores del ayuntamiento; la ultima
intentona de Paula Martínez Buenfil y sus asesores legales, para pagar con
cheques sin fondos económicos, no pudieron vencer la decisión que doña Delia
Alvarado y su agremiados ya habían ponderado después de un reflexivo análisis
de las consecuencias, que inevitablemente afectarán al ayuntamiento de manera
directa y a la sociedad cancunense, como efecto reflejo.
Pero evidentemente, esto no tiene nada que ver con
la paciencia jacobina demostrado por la señora Alvarado, cada vez que intentó
dialogar, razonar y negociar con el Presidente Municipal y su séquito; pues la
mentira, el engaño, la burla y el subterfugio, fueron utilizados como falaces
argumentos, en vez del dinero constante y sonante que quincena a quincena, le
eran descontados al personal del ayuntamiento sindicalizados o no.
El pago líquido de la nómina municipal, era visto
por varios ilusos como una aparente ventaja económica, que desde la Oficialía Mayor y la Tesorería Municipal
les permitía embaucar al Presidente Municipal, interpretando equivocadamente las
obligaciones integrales para salir del paso, en vez de sugerir un programa de
racionamiento del gasto y de austeridad absoluta, que les permitiera allegarse
de los fondos económicos, mediante ahorros autoimpuestos y poder cubrir los
pasivos de contingencia, que dejaron de ser eso, para convertirse en obligaciones
inmediatas, que la realidad les azotó en la cara y los “bajó de la nube en que
andaban”.
Esto no debiera de extrañarnos, habida cuenta de
que Dependencias Federales como el IMSS, con toda su estructura legal y su peso
específico como institución y con la anuencia por escrito del Presidente
Municipal y la Síndico, se cobraban de
conformidad con sus procedimientos legales $11,646,062.00 pesos de cuotas
obreros patronales omitidas y no pasó a mayores, salvo las expresiones
acostumbradas y tan inherentes al Presidente Municipal que nada tienen que ver
con la verdad y la realidad.
Por su puesto que el ISSSSTE está a un paso de un
procedimiento similar; y si proveedores y prestadores de servicios pudieran
presionar como las dependencias federales, por supuesto que ya lo habrían
hecho, misma situación que aplicaría al
mecánico Marcos Manuel, injustamente desatendido, como tantos otros, de sus
justos reclamos económicos.
En sendas entrevistas radiofónicas, con Radio
Turquesa y Enfoque Radio, Delia Alvarado declaraba abrigar esperanzas para
resolver el problema, de la mejor y única manera posible; recuperando el dinero
de sus representados, paciente, tolerante (a veces en exceso), había negociado
y prolongado en lo posible, este problema durante meses, tratando de buscar el
arreglo que permitiera a ambas partes un final feliz; pero este ni llegó, y sí
fueron burladas y vueltas a diferir por enésima vez las obligaciones del
Ayuntamiento hacia su sindicato.
Para colmo la falta de oficio político, voluntad de
servicio y convicciones éticas de la síndico municipal, se volvieron a poner de
manifiesto, al acusar a la lideresa sindical de actuar con dolo y negligencia,
lo que precipitó lo inevitable.
Hoy el sindicalismo municipal, debe cerrar filas en
torno a sus exclusivos intereses y resistir los inevitables embates de
esquiroles y grupos de choque que intentaran infiltrarse, para demeritar su
derecho constitucional y sus justas exigencias. La ciudadanía está plenamente
consciente de este hecho y sabe de los constantes desatinos y excesos de una
administración, que al fin y al cabo ya tocó fondo; y no puede seguir
infringiendo más daño del que ya nos causó.
Llegó la hora de recoger varas y afrontar las
consecuencias de sus yerros administrativos y dispendios económicos, los plazos
como el del estallido de la huelga inexorablemente se han vencido, como se
vencerán los de los amparos y triquiñuelas legales, que sólo han servido para
dos cosas: para seguir gastando el dinero que no es de ellos y para NADA.
Al final la justicia que no el complot, su
desmedida ambición que no los “cobros a lo chino”, su falta de talento y su
inexperiencia que no la huelga; pondrán a García Zalvidea y su cercano círculo
de colaboradores, en el lugar donde alguna vez, prometió colocar a sus predecesores
y que por incompetencia o por que simplemente no pudo hallar los fantasmas que
llegaba a exorcizar, se tuvo que tragar y atragantarse con sus fallidas
amenazas y hoy como dijera Aguilar Zinzer es él quien se está tragando el
camote de sus estupideces y abusos.
Desde aquí mi solidaridad inmutable al personal del
sindicato y a su lideresa.
Caribe Mexicano/2004
@watane1
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