Un
Factótum Siniestro.-
Por
Félix Justiniano Ferráez
A los trabajadores
municipales
que quincena a quincena se
les
escamotea su sueldo.
“No
trabajo para el presidente municipal; trabajo para el ayuntamiento” aclaraba
Julián Ricalde Magaña a David Romero en su programa Enfoque Radio, producto de
la cacareada intentona de clausurar el semanario “Luces del Siglo” propiedad
del columnista del Que Quintana Roo se entere, Joaquín Paredes.
Así
mismo afirmaba (palabras más, palabras menos) “si soy de izquierda; no por
definición, sino por mis actos, para el que quiera juzgarlos”. Don Juliancito
Ricalde exhibió con sus argumentos el absoluto desconocimiento de sus
obligaciones como empleado y como autoridad, toda vez que se anotó un yerro
monumental al manifestar que la acción contra el semanario de referencia, era
producto de la falta de pago del impuesto predial, que inclusive se encuentra registrado
a nombre de un tercero (omitió el nombre) y que por consideración (sic) a Don
Joaquín Paredes se retiraron los sellos de clausura ¡Vaya, Vaya con la yegua
baya, que no quiso saltar la valla! ¿Por dónde empezamos?
Sepa
usted lic. Ricalde que de acuerdo con una estrategia financiera básica, se debe
jerarquizar por su importancia económica, todos aquellos deudores que requieran
atención personalizada según cada caso; en vez de ejecutarlo selectivamente, o
¿ya pagaron todos los hoteles, giros negros, etc.? Y que la notificación de
cobro de impuestos prediales por parte del ayuntamiento, se realiza a través de
la Tesorería Municipal ,
específicamente por la Dirección
de Ingresos en vez de la Dirección Jurídica
que usted encabeza; y en caso de que por las razones que fueren, el deudor no
pagase, el siguiente paso es la notificación del embargo, la señalización de
los bienes sujetos de extracción y el secuestro de los mismos, cuando no se
queda el deudor como depositario de los bienes embargados, antes de pretender
la clausura, todo lo anterior respetando los derechos de audiencia y demás
garantías constitucionales del contribuyente moroso; en vez de fallidos e
ilegales intentos de clausuras, además señor lic. “de izquierda”, me permito
recordarle una oportuna frase de Montesquieu, que usted como abogado debería
tener presente: “como la muerte, la ley no debe exceptuar a nadie.” Así pues que con todo lo probo y vertical que
pudiera ser el señor Paredes, usted debió aplicar el imperio de la ley y
utilizar los apremios legales para obtener el pago correspondiente al señor
Paredes o a cualquier otro ciudadano y a todos aquellos deudores de contribuciones,
que prevalecen como tales en el ayuntamiento. (Nos llama la atención que la
orden de clausura se haya expedido, según lo relata el propio señor Paredes, a
su nombre y no al del tercero cuyo nombre usted omitió, por razones no
aclaradas.)
Afirmar
que usted trabaja para el ayuntamiento y no para el presidente municipal, no
sólo es torpe, sino desafortunado, porque el ayuntamiento no es una persona que
contrate, sino una figura jurídica que representa la autoridad municipal a
través de la cual se administran los bienes y recursos municipales; a usted lo
contrató el presidente municipal o el “viejo animal” que son sus únicos
superiores jerárquicos y curiosamente a quienes les paga, como a usted, el
ayuntamiento con los dineros obtenidos de contribuyentes (ilegalmente
clausurados o no) por lo que bien mirado, usted debería trabajar para la
ciudadanía que es la que le paga los salarios a todo tipo de empleados
municipales; como lo he venido refiriendo en artículos anteriores, pero parece
ser que nadie me lee, o que ustedes los funcionarios municipales, son lo
suficientemente arrogantes y soberbios para no darse cuenta de una verdad por
demás evidente y lapidaria.
Ser
de izquierda, de derecha, o ambidextro, no significa en todo caso, trabajar y vivir
diariamente con la ignominia de pertenecer a una administración como la que
encabeza el veterinario García Zalvidea, que ha llevado a la ruina a los
empleados municipales, a su sindicato, proveedores, prestadores de servicios y
a todo aquel que se deje; sin menoscabo de aquellas Dependencias Públicas que
se han tenido que cobrar por la vía de la retención de participaciones
federales (las que pueden) o con demandas mercantiles y penales (en los otros
casos) para ser resarcidas de sus adeudos; mientras que funcionarios
municipales, se han beneficiado escandalosamente gozando de una prosperidad
económica, que antes no tenían y que no se justifican con las sinecuras de las
que oficialmente viven.
Se
imagina usted lector(a) querido al “viejo animal”, Penichito, Paulita,
Adriancito, Gerardito, y demás factótums (izquierdistas incluidos) gritando
Urbi et Orbi “yo no trabajo para el Chacho”; ¿le alcanza su imaginación para
esa fatamorgana?.
Porque
ahora resulta, que de dientes para afuera, nadie trabajaría para el Chacho;
pero nadie, absolutamente nadie renuncia, ni tiene la decencia para denunciar
los hechos abusivos y delictivos consumados en agravio de los trabajadores
municipales y su sindicato, o en su defecto, con un mínimo de integridad y
ética ciudadana, dar cuenta de sus actos y responsabilidades (por los cuales
les pagamos suficientemente bien) ante el cabildo, que es la verdadera
autoridad municipal que todos reconocemos, por que ahí están representados los
intereses de los que votaron por el presidente, pero también de los que no
votamos por él, que somos la verdadera mayoría que cuenta y que vale; si usted
señor licenciado Ricalde no trabaja para el presidente municipal como lo afirmó,
por el resultado de sus acciones, tampoco lo está haciendo para la sociedad que
le paga; y eso lo convierte indudablemente en un oportunista o en un
mercenario. Entre mis escasos lectores, ¿habrá alguno que quiera explicarle lo
anterior, al honorable licenciado de izquierda?
Caribe
Mexicano/JULIO 2004
@watane1
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