jueves, 19 de septiembre de 2013

El transporte público de Cancún.



El transporte público de Cancún.-

Por: Félix Justiniano Ferráez.

El servicio de transporte público es una de las facultades otorgadas por el 115 constitucional a los municipios del país, entre otras atribuciones.
Por ello todo el ruido estentóreo que el presidente municipal, el Lic. Ricalde Magaña realiza de manera formal a través de sus herramientas oficiales,  llámense entrevistas a modo en Radio Ayunta-miento vía su inefable entrevistadora la señorita Karla Romero, que confunde el género periodístico de la entrevista, con la abyección del servilismo rampante, no es más que una triste exhibición de sus posibilidades y alcances reales como cabeza de un gobierno, ahora que la ciudadanía, que se decidió en las urnas hace un año y medio por el actual presidente municipal,  lo cuestiona airadamente por el arbitrario incremento de las tarifas al servicio de transporte público, por las empresas TURICUN y AUTOCAR.
Transformado en un quejoso espectador, en vez de autoridad que vele por el bienestar colectivo de sus gobernados,  el alcalde cancunense reparte su responsabilidad y señala con lamentos plañideros al gobierno del estado y a oscuras fuerzas malignas empecinadas en cuestionar al magnífico gobierno (según él)  que encabeza,  como los responsables del infortunio que atraviesa por medroso y carente de visión responsable del sutil arte de ejercer la potestad de un gobierno.
De tal suerte que el gobierno que empezó con promesas de castigar a los responsables del brutal saqueo  y endeudamiento público que sufrió el ayuntamiento en la administración próxima pasada, donde curiosamente él fue un elemento destacado del gabinete saliente, no solo no ha ejercido los actos de autoridad sobre esas conductas delictivas que continúan impunes, si no que sus obligaciones a favor de los ciudadanos que confiaron en él, tampoco se realizan en beneficio de esa sociedad esperanzada;  si como dice el Lic. Ricalde Magaña el cabildo presidido por él no ha autorizado tales incrementos a las abusivas concesionarias del transporte, la pregunta salta de manera natural, ¿por qué están circulando y cobraron las tarifas que ellos mismos determinaron sin la autorización  expresa de la autoridad correspondiente?
El presidente municipal tuvo siempre a la mano una serie de recursos legales para terminar tajantemente con los abusos de los capos del transporte.
Pudo detener las unidades, como lo realizó con otras que con propaganda de un rotativo local, cuestionaba la honorabilidad de su actuación como servidor público, el presidente motu proprio se colocaba en el lugar de aquellos Césares que mataban al mensajero por ser el portador de una mala noticia y le resultaba  más sencillo detener las unidades, que realizar los actos legales contra ese periódico que señalaba sus actos al margen de la ley.
Todos nos preguntamos, ¿por qué en vez de detener los camiones que portaban esa publicidad, no demandó al propietario del tabloide? ¿Será que pensaba que con detener las unidades, se ocultaba con el dedo de lo atrabiliario, el sol de las verdades irrefutables?
También pudo echar mano de la requisa de los camiones y establecer de inmediato los mecanismos para colocarle los choferes necesarios y paliar los bolsillos de las clases más necesitadas, que lamentablemente son los más, toda vez que su condición de licenciado en derecho le permite conocer los límites de sus facultades y atribuciones como titular del ejecutivo municipal y el marco legal que las sostiene.
Pero en vez de todo ello se dedicó a criticar las alternativas que desde el gobierno del estado se realizaron para llegar a acuerdos urgentes que terminaran con los abusos relatados.
Preocupado por el desenlace de su administración, que ha tenido de todo, menos éxito político, se refugió en la cabina de radio ayunta-miento, donde exhibió que la estatura de presidente lo rebasó, ya que no es lo mismo cuestionar y debatir como presidente de un partido, que como presidente de los cancunenses y mantener la cordura, el buen juicio y la categoría que un puesto de esa naturaleza demanda, por lo que se calzó los guantes de box y se fajó de igual a igual con Pedro Flota Alcocer, que a decir de muchos se llevó la mejor parte.
Quizá por ello continúo posteriormente atacando desde la comodidad y el confort de la cabina de radio ayunta-miento y sin quien lo cuestionara, para dirigir sus baterías al plantón que en el Km 0 un grupo de manifestantes se aglutinaban en esa zona y dificultaba el libre tránsito hacia la zona hotelera, responsabilizando a sus adversarios políticos y apoyado por la reducida capacidad de análisis y de creatividad de su entrevistadora, que como mozo de espadas le servía de alfombra para denostar los programas sociales establecidos por el gobierno del estado, de tal suerte que la locutora Karla Romero se mofaba al alimón con el presidente del programa Basura por Alimentos y señalaban que esclavizaban a los pobres con una “despensita”
Lo cierto es que este programa ha sacado toneladas de basura de las calles y hogares de las colonia populares de Cancún, que un servicio eficiente de recolección de basura, que es otra de las obligaciones del ayuntamiento, no hubiera dejado que tuviera el éxito que ha alcanzado este programa social.
Expresar desde el micrófono que el gobernador del estado es un perverso, sin presentar las pruebas de sus dichos, nos habla del nivel de desesperación que atraviesa el edil de Cancún y lo reducido de sus argumentaciones.
¿Si a la entrevistadora Karla Romero le incomodan la entrega de despensitas como ella las llama, no le incomodarán también la falta de denuncias contra los responsables del saqueo municipal, o la falta de licitaciones en la construcción de las calles de cemento hidráulico y la mayoría de las adquisiciones, o el crecimiento desmedido de las nuevas propiedades del alcalde, o la denuncia no realizada contra Pedro Salinas que cobró millones de pesos por obras que no realizó y que soporto con fianzas falsificadas, siendo el propio Julián Ricalde el secretario municipal de obras públicas en aquellas fechas, o el negociazo del alcoholímetro donde se corre el riesgo de ser abusado sexualmente en las instalaciones del Torito, o las violaciones a menores por parte de elementos en activo de seguridad pública municipal, o que Jesús Aiza Kaluf sea el titular de la seguridad pública en el municipio, con denuncias penales en su contra de todo tipo en Veracruz y que haya sido nombrado violando  las leyes del municipio por no cumplir con el requisito de residencia entre otros?
Señalar la “despensita” en el ojo ajeno y no ver la corrupción galopante en el propio, nos dice de que están hechas las autoridades municipales y sus corifeos, porque olímpicamente ignoran el proselitismo adelantado con despensas  que María Eugenia Córdova como ex oficial mayor del ayuntamiento realizaba  a manos llenas y con cargo al erario municipal, tampoco se ve la preocupación de detener a todos los autobuses  que circulan sin placas, a exceso de velocidad y estacionándose donde se les da la gana, de las empresas que hoy día son motivo de estas reflexiones, porque hoy están más preocupados en los resultados que arrojan las “despensitas”, que en la labor de gobernar a una sociedad harta ya de escuchar quejas y lamentos de una autoridad empeñada en gobernar con la lengua y no con hechos  específicos que demuestren el compromiso a que están obligados, por amor a Cancún y por el sueldo que se les paga.

Caribe Mexicano/abril de 2013

@watane1

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