miércoles, 18 de septiembre de 2013

Quién dice yo...


                           
                             Quién dice yo…

                                                                   
Por Félix Justiniano Ferráez.

Dos años y 6 meses o su equivalente 912 días aproximadamente y mas de 40 empleados; con este improductivo, obeso y costoso aparato burocrático la negligente Contraloría Municipal le ha costado a los contribuyentes alrededor de 13 millones de pesos, prestaciones incluidas,  para obtener absolutamente nada, si acaso patéticas y ofensivas declaraciones a la sociedad a través de la prensa  y por eso este ineficiente funcionario se ha metido él solito a su bolsillo mas de un millón de pesos por ir a sentarse a realizar un ejercicio de contemplación Zen a su oficina.

Juan Ignacio García Zalvidea, Carlos Canabal Ruiz, Gerardo Martínez, Adrián López Farfán y sus corruptos Directores de Egresos: Héctor Herrera y Felipe Cohuo, Alberto Peniche, Paula Martínez, el mismo Armando Pinzón y una larga cauda de sinvergüenzas que se enriquecieron con nuestros recursos, se deben de estar riendo a carcajadas de las “durísimas y atemorizantes” declaraciones del titular de la Contraloría: YA MERITO LOS INHABILITA.

El ensayo del error es la metodología laboral de este funcionario para intentar estar a la altura de la gravísima responsabilidad social que le encomendó el Presidente Municipal pero que pagamos nosotros, por lo tanto es a nosotros a quienes debe satisfacer o no los resultados, habida cuenta que permanecer 30 meses en el mismo lugar sin hacer otra cosa que equivocarse y permanecer en el, es un reconocimiento tácito de aprobación de sus resultados por parte de su superior, finalmente su sueldo no sale de su bolsillo si no de las contribuciones de cada uno de los que pagamos impuestos, prediales, basura, multas, permisos, licencias, etc.

Considere usted amable y abnegado contribuyente que si el famoso Chacho pisó la cárcel fue en mérito de los trabajos de Joaquín Oliva Alamilla, por ese entonces Auditor Superior del Estado y no por parte de los esfuerzos de la cuestionada dependencia municipal, si por esfuerzos debemos de considerar una deficiente actuación y reiteradas equivocaciones que rayan en el absurdo, por decirlo de una manera benevolente.

Cuando esta Administración está más cerca de su término y tiene menos días por delante, que de los que ya vio inútilmente pasar, no se necesitan dotes de clarividentes para tener la seguridad que no serán estos señores que se llenaron la boca para prometer que castigarían y encarcelarían  a quienes a vista de todos saquearon los tesoros públicos, ahí están públicamente exhibiéndose y dando conferencias de prensa en la localidad, retratándose en cuanta fotografías periodísticas pueden aparecer, aspirando a Diputaciones Plurinominales, dirigiendo y marcando pautas en el devenir de los Partidos Políticos y ahí está el colmo de la ostentación con Carlos Canabal Ruiz paseándose en el canal Sigfrido con su “yatecito” llamado estupidamente “NORBAC” en vez de “NORDAL” como es que se le conoce, pero gracias al Señor Alonso todo permanece como si nada pasara; y ahora en el colmo de irrealidad y gracias a la deficiente actuación de esta administración, hasta podríamos tener a legisladores entre esta gavilla que nos impondrían leyes; leyes que por cierto torcieron en beneficio propio, leyes que manipulan para que una bola de incompetentes funcionarios sean incapaces de aplicárselas, leyes para decirnos que ellos están por encima de ellas, leyes para burlarse de quienes debemos respetarlas.

Hemos pagados entre todos 13 millones de pesos a una bola de negligentes e irresponsables, eliminar a la Contraloría Municipal hubiese sido mas redituable, sólo nos hubieran robado una vez en vez de dos, pagamos por algo que no obtuvimos, acaso conoce usted alguna demanda interpuesta por la cantidad de obras inconclusas que dejó Don Chacho y su Pandilla, que sabe acerca de las avenidas Andrés Quintana Roo y  Nichupté que nos dejaron a medias, pero sin recursos para terminarlas aun cuando solicitaron ampliaciones económicas al respecto; nuevamente sufrimos el desencanto de la traición, la ira por la burla recurrente, la frustración y la impotencia ante la impunidad prevaleciente, el asombro ante la indiferencia reiterada y nadie absolutamente nadie da la cara por esos 13 millones de pesos tirados al profundo pozo de la ineptitud, la complicidad y la corrupción.

Caribe Mexicano/octubre 2 del 2007

@watane1

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