Quién dice yo…
Por Félix
Justiniano Ferráez.
Dos años y 6 meses o su equivalente 912 días
aproximadamente y mas de 40 empleados; con este improductivo, obeso y costoso
aparato burocrático la negligente Contraloría Municipal le ha costado a los
contribuyentes alrededor de 13 millones de pesos, prestaciones incluidas, para obtener absolutamente nada, si acaso
patéticas y ofensivas declaraciones a la sociedad a través de la prensa y por eso este ineficiente funcionario se ha
metido él solito a su bolsillo mas de un millón de pesos por ir a sentarse a
realizar un ejercicio de contemplación Zen a su oficina.
Juan Ignacio García Zalvidea, Carlos Canabal Ruiz,
Gerardo Martínez, Adrián López Farfán y sus corruptos Directores de Egresos:
Héctor Herrera y Felipe Cohuo, Alberto Peniche, Paula Martínez, el mismo
Armando Pinzón y una larga cauda de sinvergüenzas que se enriquecieron con
nuestros recursos, se deben de estar riendo a carcajadas de las “durísimas y
atemorizantes” declaraciones del titular de la Contraloría : YA MERITO
LOS INHABILITA.
El ensayo del error es la metodología laboral de
este funcionario para intentar estar a la altura de la gravísima
responsabilidad social que le encomendó el Presidente Municipal pero que
pagamos nosotros, por lo tanto es a nosotros a quienes debe satisfacer o no los
resultados, habida cuenta que permanecer 30 meses en el mismo lugar sin hacer
otra cosa que equivocarse y permanecer en el, es un reconocimiento tácito de
aprobación de sus resultados por parte de su superior, finalmente su sueldo no
sale de su bolsillo si no de las contribuciones de cada uno de los que pagamos
impuestos, prediales, basura, multas, permisos, licencias, etc.
Considere usted amable y abnegado contribuyente que
si el famoso Chacho pisó la cárcel fue en mérito de los trabajos de Joaquín
Oliva Alamilla, por ese entonces Auditor Superior del Estado y no por parte de
los esfuerzos de la cuestionada dependencia municipal, si por esfuerzos debemos
de considerar una deficiente actuación y reiteradas equivocaciones que rayan en
el absurdo, por decirlo de una manera benevolente.
Cuando esta Administración está más cerca de su
término y tiene menos días por delante, que de los que ya vio inútilmente
pasar, no se necesitan dotes de clarividentes para tener la seguridad que no
serán estos señores que se llenaron la boca para prometer que castigarían y
encarcelarían a quienes a vista de todos
saquearon los tesoros públicos, ahí están públicamente exhibiéndose y dando
conferencias de prensa en la localidad, retratándose en cuanta fotografías
periodísticas pueden aparecer, aspirando a Diputaciones Plurinominales,
dirigiendo y marcando pautas en el devenir de los Partidos Políticos y ahí está
el colmo de la ostentación con Carlos Canabal Ruiz paseándose en el canal
Sigfrido con su “yatecito” llamado estupidamente “NORBAC” en vez de “NORDAL”
como es que se le conoce, pero gracias al Señor Alonso todo permanece como si
nada pasara; y ahora en el colmo de irrealidad y gracias a la deficiente
actuación de esta administración, hasta podríamos tener a legisladores entre
esta gavilla que nos impondrían leyes; leyes que por cierto torcieron en
beneficio propio, leyes que manipulan para que una bola de incompetentes
funcionarios sean incapaces de aplicárselas, leyes para decirnos que ellos
están por encima de ellas, leyes para burlarse de quienes debemos respetarlas.
Hemos pagados entre todos 13 millones de pesos a una
bola de negligentes e irresponsables, eliminar a la Contraloría Municipal
hubiese sido mas redituable, sólo nos hubieran robado una vez en vez de dos,
pagamos por algo que no obtuvimos, acaso conoce usted alguna demanda
interpuesta por la cantidad de obras inconclusas que dejó Don Chacho y su
Pandilla, que sabe acerca de las avenidas Andrés Quintana Roo y Nichupté que nos dejaron a medias, pero sin
recursos para terminarlas aun cuando solicitaron ampliaciones económicas al
respecto; nuevamente sufrimos el desencanto de la traición, la ira por la burla
recurrente, la frustración y la impotencia ante la impunidad prevaleciente, el
asombro ante la indiferencia reiterada y nadie absolutamente nadie da la cara
por esos 13 millones de pesos tirados al profundo pozo de la ineptitud, la
complicidad y la corrupción.
Caribe Mexicano/octubre 2 del 2007
@watane1
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