jueves, 19 de septiembre de 2013

La hipocresía de la pérfida Albión.



La hipocresía de la pérfida Albión.-

Por: Félix Justiniano Ferráez.-

Para: Jossely y Arantxa Justiniano

Julián Assange  el famoso presidente de WikiLeaks está refugiado en la embajada de Ecuador en Londres, donde obtuvo el asilo diplomático autorizado por Rafael Correa,  aún así, enfrenta una potencial detención de las fuerzas británicas quienes con su olímpica y flemática hipocresía amenazan con entrar por la fuerza a ese enclave ecuatoriano y detenerlo para extraditarlo a Suecia, donde es acusado de presuntas agresiones sexuales de dos mujeres afiliadas al Partido Pirata Sueco.
El argumento que justificaría la violación al derecho internacional por la cacatúa británica es literalmente que…la inmunidad diplomática no debe ser usada para dar refugio a presuntos delincuentes.
La vieja y anquilosada sociedad británica, súbditos de una monarquía zángana, improductiva, obsoleta y anacrónica, intentan justificar su proceder con argumentos pueriles, ya que bien pueden pasarle la responsabilidad a Ecuador, manifestándole a los suecos que le requieran la presencia del acusado a Don Rafael Correa, ya que el Señor Assange está oficialmente en territorio ecuatoriano y ellos en función del derecho internacional están moral y oficialmente impedidos para proceder contra Don Julián, pero amenazan con echarles montón y sacarlo por la fuerza para mandárselos a los vikingos.
 Esta historia tiene muchos “asegunes”, y todos están relacionados directamente con la filtración de documentos que desnudaron manejos poco ortodoxos de las políticas de las grandes, medianas y pequeñas potencias: Suecia, Inglaterra, México, Francia, USA, entre otros, y fue así como nos enteramos de lo sucio que estaba la ropa sucia de esas naciones.
Esta es una manera clara e inobjetable de que Suecia y el Reino Unido le cobren las indiscreciones cometidas por el presidente de WikiLeaks, porque ninguna de las dos naciones lo acusan de las propias filtraciones de documentos oficiales que los exhibió de muy fea manera, pero le aplican el procedimiento que tan buenos resultados arrojó con el affaire del Fondo Monetario internacional con Dominique Strauss-Kahn, aunque luego la ofendida desmintiera sus acusaciones.
Por ello Londres le enseña el músculo a Ecuador y lo amenaza bravuconamente con que va a entrar a la embajada violando su soberanía, y una pregunta se nos hace necesaria y lógica, ¿si el señor Assange estuviese asilado en una embajada con el peso político, económico y bélico como Francia, Rusia, USA, Israel, China, etc. la pérfida Albión se conduciría con la misma arrogancia?
Es claro, injustificable e inmoral el abuso que está por cometerse contra la soberanía de Ecuador, como clara estuvo la conducta de cómplice gansteril por la gran Bretaña que le permitió impunidad sin inmunidad diplomática al paria de Augusto Pinochet, el genocida Chileno que estaba siendo juzgado por la historia y por el pueblo Chileno y estando en suelo británico y sin asilo de ninguna nación, porque todas se negaban a proporcionárselo por los crímenes de lesa humanidad, el impoluto, honorable e ínclito “imperio” lo resguardó y protegió en una residencia ubicada en el más selecto barrio londinense; ni la Reina Elizabeth II, ni las cámaras de los Lores y la de los Comunes convertidas en Parlamento parecieron importarles los miles de torturados, mujeres violadas, menores recién nacidos arrancados de sus madres que los parieron en las prisiones militares y que eran dados en adopciones injustas e inhumanas entre familias de militares impedidas para engendrar hijos por si mismas, los miles de ejecutados sumariamente en los estadios deportivos, los  incontables desaparecidos (drogados hasta la inconsciencia pero vivos y arrojados al mar desde los aviones de las fuerzas armadas chilenas en los llamados vuelos de la muerte) el crimen de Salvador Allende en el Palacio de la Moneda y aún mas, la ejecución del embajador Orlando Letelier ocurrido en el mismísimo corazón político estadunidense, Washington, esos si eran motivos más que sobrados para mandar a Pinochet a enfrentar la justicia por los crímenes cometidos, pero lo consintió, lo protegió y le permitió la salida por su propio pié y en su propio avión para mantenerse como un vergonzoso tránsfuga perverso y ramplón, trashumante temeroso e impune, saltimbanqui cobarde y pusilánime.
Toda aquella sangrienta época quedó oportuna y perfectamente  consignada en los documentos filmográficos de Miguel Littin y en las narraciones de García Márquez relativas a la clandestinidad del propio Littin en Chile, pero nada de ello pareció conmover o importarles a los británicos, muy preocupados e indignados, por las presuntas agresiones sexuales de Julián Assange a dos mujeres suecas.
Lo que no nos dicen es que esta conducta alcahueta e inmoral era una retribución por: los servicios de espionaje militar chileno en favor de los ingleses, permitir el uso de sus instalaciones militares en secreto y el uso de su espacio aéreo para combatir a los argentinos en la guerra de las Malvinas, a quienes los británicos llaman Falklands.
Si alguien quiere conocer la imparcialidad, equidad y honorabilidad británica, solo hay que preguntárselos a los ciudadanos irlandeses  a los escoceses,  o a los del País de Gales, quienes llevan años intentando su independencia del imperio británico sin conseguirlo; curiosamente es todo ese territorio al que se conoce oficialmente y de manera internacional como el indivisible Reino Unido, pero que taimadamente la arcaica monarquía lo divide a su conveniencia en cuatro para participar con otras tantas oportunidades en los campeonatos mundiales de futbol, ya que cada uno de esos integrantes participan como países independientes en estas competencias mundialistas, así les da atole con el dedo a todos ellos. ¿Así o más hipócrita la pérfida Albión?

Caribe Mexicano/agosto del 2012
@watane1         

       

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