martes, 17 de septiembre de 2013

Crónicas palaciegas 1



Crónicas Palaciegas 1.
                                   
Félix Justiniano Ferráez

Es el más solitario de los Directores, se ha aislado de los únicos que lo toleran, es decir de los únicos que tienen que tolerarlo, sus propios subordinados.
Cierto de sus limitaciones, tiene miedo a los regaños del jefe famoso por sus exabruptos y las filípicas de antología que todos han recibido. Rebasado por la responsabilidad de su encargo está sujeto al desempeño y al rendimiento de sus colaboradores, en ellos confía, a ellos se encomienda, a ellos les exige, les grita, los insulta e impone la ley de la estupidez, aquí mando yo, yo soy el que decide, te puedes quedar sin cobrar esta quincena… amenaza a varios de los que tratan de explicar porque solo han podido trabajar 12 horas y no las 14, 15, 16 que él quisiera, no puede entender que no hay señal telefónica ni de Telmex, ni de celulares, para avisar el comprensible retraso en la entrada a las labores, que no hay modo de abordar un camión urbano para trasladarse a la oficina, se le olvida que a diferencia de el, los demás tienen una familia que proteger, que cuidar, que no tienen las canonjías de él, ni los recursos a su disposición como él, ni mucho menos … un sueldo como el de él.
Por eso lo evitan, lo burlan por igual hombres y mujeres, también empleados de otras áreas, se ríen y ven la caricatura en que se ha convertido. Una líder de colonia de las aguerridas, se mofa delante de todos y exclama a todo pulmón, lo ayude en la campaña y era diferente, ya no me saluda, pobre tipo no pasa de ser un p…. Se le olvida que esto dura solo 3 años y jamás volverá a tener lo que tiene, si es que dura el resto de la administración. Otra mas le devuelve la sorna, si era un simple mensajero de la tesorería y de ahí a contralor, como esperas que se porte, en que estaba pensando Alor cuando lo nombro?
El hombre de nombre y apellido repetidos, es reiterativo también en su conducta, abusa y se excede. Abusa de sus empleados y se excede en lo que se lleva oculto, le ordena a su chofer poner la lona y ocultar las despensas que le hará llegar a ella, a Liliana, aquel amor que le costara dura decepción cuando engañado por la misma que hoy lo corteja, ella misma prefería a Eloy que a él.
Atrás quedaron los golpes y las denuncias de un pasado que ojalá no regrese, pero que el destino se empeña en sacar a flote. Las compañeras de Liliana la envidian y lo comentan, la exhiben  y en los pasillos palaciegos la triste historia vuelve a ponerse vigente.
Ella sin saberlo,  presume de su nueva y efímera situación, no ve lo evidente, lo frágil de lo que la rodea.
 El, hoy se preocupa de gritar, humillar y de sacar cajas de gatorade en la camioneta, mudo testigo como su chofer, del destino de lo que sale casi de contrabando.
Todo se reduce a hablar por teléfono, a sentarse, a platicar con los militares de lo duro que esta todo y de cómo nos maltrató Wilma.
Hace relaciones públicas, saluda de besos a todas las féminas que impresionadas por sus gritos, les hace ver quien lleva la voz cantante. El hombre no ve que esto es una contingencia, una desgracia no solicitada, que no afectó a todos por igual, que si él la supero pronto por ser un tipo solo, los demás tienen mil cosas de que ocuparse, además de no ser blanco de su incapacidad, su intemperancia y de su intolerancia. Por fortuna lo peor ha pasado algunos regresan a sus rutinas de burócratas municipales, pero hay todavía muchos que continúan en el frente de batalla y rumiando por lo bajo, cuando se llevaran a este pendejo de aquí?
Así lo dicen, así se expresan de Don Alonso Alonzo Rodríguez flamante Contralor Municipal. El Contralor de Hierro le dicen sus iguales, Miss Yucatán, le dice la plebe, los de abajo, los que hacen el trabajo.  

Caribe Mexicano/octubre 2005

@watane1

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