El Decreto 166.-
Por: Félix Justiniano Ferráez.-
La
administración 2008-2011 presidida por Gregorio Sánchez Martínez, resultó un
barril sin fondo en lo que a gasto indiscriminado se refiere, por ello el
actual presidente municipal el Lic. Julián Ricalde Magaña no dudó en llamar a
su antecesor como el cabecilla de la pandilla que saqueó las arcas municipales,
con su desastrosa administración, por lo que su dúo dinámico integrado por la
síndica municipal y la contralora, integraron los documentos que sustentan el
desvío de los 229 millones de pesos del crédito otorgado al Ayuntamiento
autorizado por el decreto 166 del 17 de septiembre del 2009 del Congreso Local.
Aquí
deberían de ubicarse con precisión los tiempos en los que el recurso del
crédito ingresa a las arcas del municipio y su posterior salida en los
conceptos por los cuales se erogó.
Porque
las fechas reales de estos acontecimientos (ingresos y pagos posteriores) no
logran involucrar en todo ello al ingeniero Sánchez Martínez, quien en los
momentos claves de esas erogaciones andaba en campaña por la gubernatura y
posteriormente detenido por fuerza federales acusado de nexos con el
narcotráfico.
Dicho
llanamente los desaparecidos 229 millones ingresan 10 días después de la salida
de Gregorio Sánchez, por lo tanto oficialmente no pudo disponer de ellos.
Por
ello el ex acalde Sánchez retó públicamente al actual alcalde Ricalde para
ventilar ante el escrutinio ciudadano, todo lo relacionado con el registro,
manejo y erogación de los 229 millones del préstamo, lo que dejó muy mal parado
a Julián Ricalde porque no se presentó, y prefirió dejarle la satisfacción a
Gregorio Sánchez de llamarlo cobarde y Judas ante su inexplicable ausencia, y
no solo es el temor al ridículo lo que le impidió a Julián Ricalde responder
como caballero sus imputaciones, si no que sabe perfectamente que este no es el
tema donde puede exhibir a Gregorio Sánchez como corrupto, porque elementos
para exhibirlo, por supuesto que existen, y ojo Doña Reyna Arceo Rosado porque están
perfectamente documentados desde el 2008, donde se asignaron cerca de 80
millones de pesos en obras y
adquisiciones, sin licitación previa, en donde tan solo en ese año la Dirección de Servicios Públicos que
encabezó su actual jefe, solicitaron hasta 20 millones de pesos en renta de
maquinaria, y ya hablaremos también de Costrupecsa, pero eso será motivo de
otra reflexión.
Pero
quien si estuvo en el momento de recepcionar esos 229 millones fue Carlos
Trigos Perdomo en su calidad de tesorero y evidentemente fue quien oficializó
el ingreso, y lo colocó en alguna cuenta específica, hasta antes de que saliera
como las sirvientas, corriendo de la administración y mandando su renuncia a
través de un par de abogados, sin darle una explicación precisa y concisa a la señora
Muza Simón en su papel de presidenta municipal en funciones, ante la ausencia
de Sánchez Martínez.
Así
pues doña Latifa Muza Simón no pudo establecer claramente las condiciones
financieras que prevalecían en la tesorería del ayuntamiento, porque a Carlos
Trigos Perdomo le faltó: ética profesional, respeto por los ciudadanos de
Cancún, amor por su familia, solidaridad por su equipo de trabajo, pero a
cambio le sobró ambición, irresponsabilidad, inmadurez y cinismo, por lo que
abandonó la nave que por muchos meses le había dado de comer y le había
permitido amasar una fortuna cuantiosa y
mal habida. Sabía que de quedarse debería dar una serie de explicaciones
de lo inexplicable y no tendría argumentos válidos ante la escrutadora
actuación de la presidenta en turno, que ya lo traía en la mira por su conducta
irregular y soberbia.
Pero
lo que no se debe pasar por alto, es que previamente el propio Cabildo, que fue
el mismo Cabildo que concluyó la administración de referencia, ya había
dispuesto que la Contraloría Municipal siguiera la pista de los 229 millones y
supervisara su correcta aplicación y su destino de conformidad con las
instrucciones del Congreso del Estado, de manera que el Lic. Juan Carlos Gálvez
Mujica ya debe haber sido llamado a cuentas por la eficiente contralora Reyna
Arceo que ya demandó penalmente a “quien resulte responsable” de estos
escandalosos desvíos, independientemente de ello, la responsabilidad de aclarar
la aplicación y el destino de estos millonarios fondos, recayó finalmente en
Jaime Hernández Zaragoza, por la efímera participación de doña Latifa Muza que
no tuvo mucho tiempo para calentar la silla presidencial.
Así
las cosas don Jaime Hernández Zaragoza y su contralor municipal Juan Carlos
Gálvez, que curiosamente fue el mismo de Gregorio Sánchez y Latifa Muza, ya no
tiene argumentos válidos para fingir que no sabía qué hacer o como proceder,
porque la ignorancia de las leyes no lo exime, ni a Don Jaime ni a Juan Carlos
de cumplirlas y hacerlas cumplir, por lo que inevitablemente las suertes de ese
par de ex funcionarios, están ligadas a la del ex tesorero, ya lo dijo la
sabiduría popular en sus conocidos y acertados aforismos, “tanto peca el que
gasta el decreto, como el que lo mantiene en secreto”
De
manera que el eslabón que une la cadena de corruptos y saqueadores de los
recursos públicos del Ayuntamiento de Benito Juárez, se llama Carlos Trigos
Perdomo, sólo él sabe como tesorero que fue lo que ocurrió realmente, que se
pagó, a través de que documentos y a que empresa; así como quien firmó los
cheques o quien realizó las transferencias electrónicas para desviar los
recursos comprometidos para obra pública.
El
contenido del decreto que autorizaba al ayuntamiento a contratar el crédito
hasta por 229 millones de pesos, es muy claro, definía y obligaba a invertir
cerca de 214 millones a pavimentaciones de 37 diferentes regiones de la ciudad,
entre la recuperación del sistema de movilidad, nuevas avenidas y
rehabilitaciones en interiores; y los otros 15 millones a un Centro de Asistencia
de Sanciones Administrativas y finalmente nada de eso se realizó, por lo
que la pregunta salta de manera muy
natural, ¿en que cuentas bancarias fueron a parar esos 229 millones de pesos
que hoy pagamos todos los habitantes de Cancún, aún cuando las obras no se
hayan realizado?
Esa
es una de las explicaciones que le debe el ambicioso y corrupto tesorero Trigos
Perdomo a los cancunenses, porque los ciudadanos de Solidaridad jamás le
merecieron una sola explicación, luego de haber saqueado también esas arcas.
Dicho
de otra manera, los lujosos departamentos en New York, Florida, las suntuosas
residencias en Playa Car, Villa Magna, Campestre, Las Canchas Deportivas, la
Funeraria, El local comercial en ¨Placa Caracol de la zona hotelera, las
manzanas en Tulum, El Volvo, la Camioneta Lincoln, las cuentas en el
extranjero, etc. es decir todas las propiedades que la prensa ha denunciado, nos da una idea donde quedaron las mezclas
asfálticas para pavimentar 763 000 metros cuadrados de calles en 37 regiones del municipio de Benito Juárez.
Los
contribuyentes de Cancún tendrán que esperar para mejor ocasión lo que le
prometieron en la administración de Gregorio Sánchez Martínez con sus adláteres;
porque tristemente ven como
administración, tras administración, la deuda pública se incrementa de manera
escandalosa, y no se ve mejoría en los servicios públicos, ni en el trato de
las autoridades hacia el ciudadano que los mantiene.
Twitter:
@watane1
Caribe
Mexicano 2012.
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