martes, 17 de septiembre de 2013

Las masacres anuales de Taiji



Las masacres anuales de Taiji.-

Por: Félix Justiniano Ferráez.-


Taiji es una de las islas que pertenecen al archipiélago japonés y por lo mismo un lugar de pescadores, con su decoración urbana pareciera que aman a los mamíferos marinos, es decir a ballenas, delfines, marsopas, etc. pero la realidad es cruelmente diferente.
Recientemente en una conferencia de San Diego donde participaban los 2000 científicos más destacados del mundo marino y que fue patrocinada por “Sea World”, el mundialmente famoso parque temático de Orlando Florida, impidieron la participación del ponente más importante, Richard O ´Barry que para más señas es el ex entrenador de delfines más famoso del mundo, deja constancia de ello con su trabajo con los famosos delfines mulares que sirvieron de protagonistas, en aquella recordada saga de  Flipper y los 10 años que durara la famosa serie televisiva estadunidense.
Ahí en la Islita de Taiji se masacran inmisericordemente 23 mil delfines al año y a eso se opone O ‘Barry, quien ha hecho su Leit Motiv de estas denuncias alrededor del mundo, mismas que realiza de manera objetiva, clara y perfectamente documentadas.

El llamado a la conciencia internacional le ha ganado todo tipo de enemigos que ven afectados sus mezquinos intereses económicos, pero también ello le ha generado un enorme respeto en el mundo científico marino y por ende la suma de adeptos a esta causa; dos científicas activistas  de esta noble causa y sus respectivos destinos dan cuenta de ello, Jane Tipson y Jenny May.
Ambas mujeres fueron asesinadas en diferentes lugares, en diferentes fechas, pero por los mismas intereses y causas; detener la matanza de delfines en Japón, específicamente en Taiji, donde los súbditos de la monarquía del crisantemo hacen alarde de crueldad e ignorancia masacrando a golpes y  arponazos a delfines hembras preñadas, delfines bebés y delfines adolescentes, que no son aptos para la captura y venta para adiestrarlos en cautiverio, lo que si ocurre con los delfines mulares machos y hembras en etapa reproductiva.

Cada delfín en edad apropiada y características específicas como para ser adiestrado en diferentes disciplinas, como acrobacias, nado con humanos, programas televisivos, cinematografía, o exhibiciones en grandes acuarios,  adquiere un valor de venta de hasta ciento cincuenta mil dólares estadounidenses, operación que se realiza a través del corretaje que realiza el Museo de Ballenas en Taiji a favor del propio municipio y de los pescadores de esa isla, demasiado dinero para los hijos…del sol naciente como para ignorar esas carretadas de flujo económico.

Anualmente, entre septiembre y marzo que es la temporada de estas masacres, los más renombrados entrenadores de delfines en el mundo, se dan cita en Taiji para seleccionar personalmente al ejemplar de su interés y preparar su envío al país correspondiente.

Gracias a esas matanzas anuales y a la indiferencia internacional en este cruento asunto de crueldad animal, Taiji se ha convertido en el principal exportador de Delfines Mulares a todo el mundo, tanto para los parques marinos, como para los  programas de nado con estos inteligentes cetáceos, baste señalar que hasta hace relativamente poco, sólo existían 3 delfinarios en el mundo y ahora es una industria multimillonaria mundial.

Desafortunadamente es sólo con la intervención y consenso de las autoridades internacionales que se podrían detener estos salvajes acontecimientos, toda vez que Taiji es un paso obligado en la migración anual de los delfines, lo que ocurre entre septiembre y marzo de cada año.
Para esas fechas son esperados por los pescadores lugareños quienes con un método rudimentario y cruel, los conducen a una caleta de baja profundidad donde se inicia la selección de los más aptos y la masacre de los restantes.

El delfín es quizá después del hombre, el animal más inteligente sobre el planeta, en libertad y en su hábitat natural recorren hasta 65 kms. diarios para cazar, socializar, aparearse, etc.  tienen gran sentido de la unidad familiar, lo que lo lleva andar en cardúmenes de por lo menos 12 individuos y nunca abandonan a un miembro en peligro o enfermo, se aparean no sólo por descendencia si no por placer, son capaces de identificarse frente a un espejo, su inhalación de oxígeno es consciente y no automática como ocurre con nosotros los humanos y otros animales; existen relatos documentados que datan de los antiguos griegos, en los que los delfines eran animales de mucho respeto por las incontables historias de salvamento de vidas humanas, quienes en aquellas épocas cazaban o dañaban a un delfín eran castigados de manera ejemplar, actualmente siguen siendo comunes las historias donde se sabe que los delfines han participado directamente en salvar algunas vidas, dicho de otra forma, el delfín considera al hombre su amigo natural y no su depredador, a pesar de ello los tratamos con saña inaudita y crueldad excesiva, diferentes experiencias vividas y relatadas por el propio O´Barry confirman que cuando su vida en cautiverio se hace intolerable, dejan de respirar y se suicidan.

Pero lo más importantes es que el delfín como virtud principal es una criatura extraordinariamente acústica; la naturaleza los ha dotado de un sonar como medio de navegación y comunicación, tan perfecto que no se  compara con la más actualizada tecnología inventada por el hombre en esa materia,  una persona junto a un delfín en el agua puede ser perfectamente monitoreada de manera interna, son capaces de identificar fracturas, luxaciones, embarazos, etc.

Tristemente es esta cualidad la que permite a los pescadores capturarlos con relativa facilidad; al paso migratorio de los delfines introducen en el mar largas varas metálicas, mismas que golpean con martillos lo que produce ruidos intolerables para el fino sistema  sonar de los delfines, por lo que se aturden, se desubican con facilidad y son conducidos a base de esta estrategia a las caletas donde ocurre lo inevitable.

Ahí se masacran en esos 6 meses un promedio de 23 mil delfines que son vendidos como carne de ballena, sin que la propia población japonesa sepa que lo que compran y comen es carne de delfín torturado.

La próxima vez que observe usted la aparente sonrisa de un delfín en cautiverio en sus actuaciones acrobáticas o en programas de nados, valdría la pena que reflexionemos en lo que hay detrás de cada  uno de estos cetáceos y su triste destino final.

Escribo esto en agosto de 2012, la temporada de caza está por comenzar por enésima vez.

@watane1
Caribe Mexicano
Agosto de 2012.


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