Política
Transgénica.-
Por Félix Justiniano Ferráez.
Nos
hemos acostumbrado a escuchar el término “transgénico” con la misma naturalidad
con que la gran mayoría tenemos por norma de ingesta alimenticia esos tipos de productos, café, maíz, soya, tomate
y otros cultivos más.
Poco
nos ponemos a analizar los orígenes de esta circunstancia que no es en modo
alguno fortuita, si no que es provocada por el estudio, la mano y la intención
del hombre a través de la ingeniería genética.
De
repente se nos olvida que el recurrente término es nada menos que la alteración
del ADN de los seres vivos, a través de añadirle de manera exógena genes
diferentes a su propia estructura molecular
y con énfasis especial entre especies diferentes, esto con el fin de
obtener un producto aparentemente mejorado para optimizar su aprovechamiento,
como si los seres humanos tuviéramos la facultad de mejorar por méritos
propios, lo que a la naturaleza le llevó millones de años construir. Alteramos
el genoma de estos organismos vivos para que el maíz rinda mas toneladas por
hectárea, las vacas pretendan emular la leche humana, los salmones dupliquen su tamaño, etc. Por ello hoy día adquieren valores
extraordinarios aquellos productos que
se mantienen como “orgánicos” o naturales.
En
fin; la manipulación de unos cuantos para el consumo de muchos desinformados,
en beneficio de esos pocos que seguramente no consumen las alteraciones que
propician y sin el riesgo de padecer algún carcinoma por un transgen.
Si
esta manipulación la lleváramos a la literatura con el afán de
obtener una obra literaria mayúscula, de mas impacto visual, más voluminosa,
etc. podríamos pensar en que la famosa novela “Aura” de Carlos Fuentes le
inoculáramos el contenido de “El fistol del Diablo” de Manuel Payno, o que si
al “Territorio comanche” de Pérez Reverte le insertáramos “Crimen y Castigo” de
Dostoievski o al mínimo cuento de Augusto Monterroso le incluyéramos la “Terra
Nostra” de Carlos Fuentes; en cada caso tendríamos una enorme novela para lectura
interminable, pero sin consistencia, sin esencia, ni la calidad literaria que
cada uno de estos autores ha cultivado por separado.
Esta
alteración transgénica la padecemos también desde hace algún tiempo en la
actividad política; como seguramente se
habrá fijado, de repente oscuros, limitados y desconocidos personajes son
postulados a cargos de elección popular por el único mérito de ser amigo de
algún conocido poderoso o por la impronunciable aseveración del acercamiento
íntimo y afectivo de quien posee la llave de todos los accesos en ese momento.
Esa
situación los muta de inmediato, inoculados con los transgenes de la manipulación,
la simulación, la hipocresía, la codicia, la arrogancia, la estulticia, la
corrupción, el servilismo, etc. y los convierte en presuntos prohombres o
distinguidas y cultísimas damas, cuasi heroínas, que a sus espaldas el
ciudadano común y corriente con 3 dedos de frente, hace cera y pabilo de los
méritos aparentes de estos especímenes intoxicados y conocidos ya como
candidatos transgénicos porque son adulterados en imagen, pero inalterables en
su esencia original.
Y
ahí están ya sus fotografías llenando las avenidas, calles, autobuses, etc. e
informándonos que partido los postula y que alcanzó a negociar como parte de
esos acuerdos que desconocemos, quienes con
nuestro sufragio somos corresponsables de que alcancen sus objetivos si
nos descuidamos.
La
mayoría de ellos desconocen la trascendencia de sus posibles cargos y la
competencia de sus obligaciones, pero aspiran a legislar las leyes de un estado
en un congreso, sin que hayan estudiado
la carrera de leyes o en su vida se hayan tomado la molestia de leer de cabo a
rabo, las leyes secundarias y los reglamentos que norman el marco jurídico de
la interactuación entre ciudadanos quintanarroenses, algo para rellenar de utilidad lo único gris que
tienen de valor, la materia, y así tener los elementos suficientes para
proponer modificaciones a la constitución que nos gobierna, modernizarla o
derogar lo que por obsoleto ha dejado de ser útil y hacer lo propio con las
nuevas necesidades ciudadanas.
¿Sabrán
estos aspirantes a vivir de los impuestos que pagamos todos nosotros por mínima
curiosidad el número de artículos de la constitución del estado, sus
transitorios, sus capítulos?
¿Qué
conocimiento tienen como acervo personal de la vida de Don Andrés Quintana Roo? ¿Habrán leído sus discursos, artículos y
poemas?
¿Conocerán
el nombre de los constituyentes vivos de este estado y a que se dedican?
Porque
nosotros no sabemos a qué se dedica “Kike” Baños, o como dijeran nuestros
antepasados, “no sabemos qué pata puso ese huevo” porque de repente salta de la
dimensión desconocida para postularse como candidato a diputado; pero a cambio si sabemos el origen de la
fortuna de Toño Sánchez, misma que fue amasada a la sombra de la corrupta
administración de su primo Gregorio, donde se desempeñó como alter ego y caja
registradora de las ilícitas comisiones y componendas con proveedores, además
de bolsa de trabajo para el ejercito de lambiscones de la fundación que presidía
el ex convicto presidente, todo ello sin ser empleado municipal y sin
molestarse en ir a esas oficinas, pero operándolo todo desde su madriguera.
De
la misma manera que sabemos que Lorena Martínez gracias a la relación conyugal
que mantiene con Hernán Villatoro, el sempiterno franquiciatario de la marca
conocida como Partido del Trabajo, no se ha quedado sin trabajo desde hace
mucho, ya que lo mismo puede ser Directora del Instituto Municipal de la Mujer,
con su séquito de aviadores que a la postre le costara el cargo, que regidora, legisladora y cualquier otra
cosa que se le ocurra, finalmente el acta de matrimonio es la patente de corso que le permite hacer todo
que le venga en gana, aunque no esté preparada para nada; y ahí está también como la Puerta de Alcalá
viendo pasar el tiempo Julián Lara, advenedizo e incompetente que se ostenta
como licenciado sin que haya obtenido el título académico que lo acredite, pero
medrando en las posiciones que el PRD con generosa displicencia le obsequia; y
la pasarela transgénica continua con Gerardo Mora de apariciones políticas intermitentes,
particularmente cuando hay elecciones
que le permitan manejar ad libitum los recursos financieros de las campañas, mismas
que aprendió a disfrutar derivado del infortunio de su jefe Gregorio que al ser
aprehendido por la SIEDO, el caprichoso destino lo colocó en la candidatura a
la gubernatura y así dejar de ser el
atingente emisario entre Pedro Salinas y Gregorio Sánchez cuando de cobrar la
comisiones se trataba; el desfile de celebridades lo continua el patiño de
Julián Ricalde, Jorge Aguilar Osorio quien desde la secretaría municipal de
obras y servicios públicos, ha sido utilizado consistentemente para los fines
aviesos del presidente municipal, de tal suerte que un día le hace creer que
puede ser el ungido para la candidatura a la presidencia municipal y otro más como el primer plurinominal a las
diputaciones locales, y finalmente, ni lo uno, ni lo otro, se tuvo que
conformar con una diputación de mayoría relativa que deberá ganarse con la
fuerza de los sufragios y llevando como su sombra al ambicioso de su jefe el
presidente, porque este último se aterra a quedarse sin fuero y por ende quedar
vulnerable y sujeto al imperio de la ley; y él que tiene tantas cuentas pendientes como
un rosario, sabe que está a unos pasos de perder su libertad. Por cuestiones de
espacio quiero finalizar destacando la absurda e inicua participación de Carol
Pool Pech integrante de los “lilipooltenses” cuya tribu mamá Blanca Pech, papá
Isauro Pool, (quien tuvo la singular ocurrencia de unir los patronímicos
eslavos con los mayas para obtener la
aberración cultural de: Ivanova Pool Pech, lo que me obliga a aclararle
respetuosamente a Chan Isauro que, tanto Ivanova como Ivanovich son
patronímicos soviéticos, no nombres propios, que distinguen el género del
recién nacido y hacen referencia al apelativo del padre, de tal suerte que
Ivanovich es hijo de Ivan (Juan) e Ivanova hija de Ivan, por lo que si su
inclinación a lo soviético le dominaba, era de mas justicia colocarle a su
pobre muchacha de los tres apellidos, el híbrido de Isaurova en vez de su
ignorante ocurrencia) está enquistada desde hace años en el erario municipal
incluyendo los respectivos novios de sus
retoños, sin más méritos que el azar o lo fortuito de pertenecer a agrupaciones
políticas limitadas ambiciosas y sin memoria.
Son
todas las personalidades señaladas sucintamente algunos de los recios
candidato(a)s transgénicas que pretenden
hacerse del control del congreso del estado vendiéndoles espejitos y virtudes
como espejismos a los ciudadanos que sufragaremos el próximo 7 de julio. ¿Cómo
lo hará usted, con voto transgénico u orgánico?
Caribe
Mexicano, mayo/2013
@watane1
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