jueves, 19 de septiembre de 2013

Cien años de soledad y uno para recordar.




Cien años de Soledad y uno para recordar.

Por: Félix Justiniano Ferráez.    

Para: Dolores Arroyo que transita a la mitad en amorosa compañía                                                                                                                                               

Española de Pamplona, donde se celebra la fiesta de San Isidro y su famosa “Pamplonada”, junto con su esposo se reunían en nocturnas tertulias literarias en la Cd de México con otras  celebridades de las letras de la época entre quienes destacaban: Los Mutis, Álvaro y su esposa Carmen (quizá  el lector(a) recuerde que Álvaro Mutis es un extraordinario escritor colombiano y de los más cercanos amigos del Gabo, quien fuera precisamente el responsable de presentar al Gabo con Carlos Fuentes allá por el lejano 1962. Álvaro Mutis es además uno de esos raros y afortunados personajes que han leído todos los borradores del Gabo antes de ser publicados y se conviertan en lecturas obligadas y puntos de referencia de todos los que hablamos, leemos quise decir, la lengua de Cervantes) Ahí se encontraban también Carlos Fuentes, Octavio Paz, Jomí (José Miguel) García, la infaltable Mercedes cariñosamente llamada La Gaba, y ahí con ese telón de fondo García Márquez platicaba del avance de su gran novela y les ofrecía el borrador del nuevo capítulo, plagado con todas esas fantasías y licencias literarias que sólo una mente fecunda y privilegiada como la de él, podía describir. De su convencido y apasionado interés por esos relatos, nació la idea de Gabriel García Márquez de dedicarle su novela, previa autorización de doña Mercedes, La Gaba, me estoy refiriendo a María Luisa Elío a quien junto con su esposo Jomí  García Ascot está dedicado el libro CIEN AÑOS DE SOLEDAD, el fenomenal escrito que según refiere Carlos Fuentes le confesó García Márquez, tardó 17 años en madurar y 18 meses para redactarlo. Y es justo en este año que se cumplen 40 años de su primera publicación, 25 de haber recibido el Nobel de Literatura y que cumple 80 años de edad según refieren algunos biógrafos, porque otros aseguran que nació en 1928.
MI efemérides personal da cuenta que este mismo año Leonardo Da Vinci con todo y su código cumpliría 555 años, 251 Wolfang Amadeus Mozart,  201 Benito Juárez, 87 el inolvidable y querido Salvador Flores Rivera “Chava Flores” se cumplen asimismo 50 años del deceso de Pedro Infante y 95 del hundimiento del Titanic y ya van 515 años cuando Rodrigo de Triana visualizara las costas de América en la cofia de La Pinta y es en este año precisamente que fallece Boris Yeltzin el padre de la Rusia democrática, sólo por mencionar otros hechos representativos, pero que ninguno de ellos ha captado tanto la atención internacional como fue el IV Congreso Internacional de La Lengua Española celebrado el 26 de marzo en Cartagenas de Indias Colombia, donde se festejaron las fechas  y aniversarios mas representativos de Gabriel García Márquez. Ahí como cada vez que escribe y lee algo propio, el Gabo nos volvió a conmover con su discurso al  conocer esos pequeños detalles que hacen mas grande y mas humanos a esos seres míticos como él, al narrar las peripecias del envío a Buenos Aires Argentina de sus 590 cuartillas escritas a doble espacio, para don Francisco Porrúa en agosto de 1966 y de lo honrado que se siente con ese tiraje conmemorativo y descomunal de un millón de ejemplares que la editorial española Alfaguara ha realizado de CIEN AÑOS DE SOLEDAD, precisamente 40 años después de haber visto la luz por vez primera. Debe haber sido por 1970 en mi época de estudiante de preparatoria, cuando a vuelta de correo recibía mi primer ejemplar de esta novela (lo volví adquirir en 1982 y en 2007) hoy son tan familiares y tan célebres los  renglones: En un lugar de la mancha, de cuyo nombre no quiero acordarme, no ha mucho tiempo que vivía un hidalgo de los de lanza en astillero, adarga antigua, rocín flaco y galgo corredor…como;  Muchos años después, frente al pelotón de fusilamiento, el coronel Aureliano Buendía había de recordar aquella tarde remota en que su padre lo llevó a conocer el hielo. Así fue como Alcalá de Henares pasó a la celebridad de la  historia un remoto 1582 con el nacimiento de Miguel De Cervantes Saavedra, como ya ha pasado también Aracataca desde que un 6 de marzo de 1927 doña Luisa Santiaga Márquez Iguarán diera a luz a uno de los 11 hijos que procreó con don Gabriel Eligio García, y a quien bautizaron como GABRIEL JOSE GARCIA MARQUEZ.
 Aracataca obtiene su nombre de dos palabras indígenas: una, Ara, significa agua clara; la otra, Cataca, significa Cacique; está situada a 88 km de Santa Marta, fue fundada en 1885 y elevada a municipio en 1915, con la Virgen del Carmen como Patrona y con temperatura de 30 grados C. Su territorio está constituido por dos regiones muy definidas, al occidente tierras bajas y planas de alta temperatura, próximas a la ciénaga grande de Santa Marta y al oriente la región montañosa que está formada por la Sierra Nevada de Santa Marta,  el sistema montañoso mas alto de Colombia con picos que alcanzan hasta 5775 mts  sobre el nivel del mar y bajan por sus laderas ríos de aguas puras y frías como el Mamancanaca, el Duriameina y el Tucurinca, entre otros. Aracataca lugar de inspiración para Macondo y  de donde saliera el Gabo para que a la edad de 55 años en Estocolmo, recibiera en 1982 el Premio Nobel de Literatura  de la Academia Sueca de Letras  enfundado en un inmaculado Liquiliqui y contra todo protocolo establecido, ahí mismo y también contra toda la idiosincrasia vikinga retumbaron los tambores afro colombianos de Totto La Mamposine la cercana y querida amiga del Gabo de quien se había hecho acompañar para reiterar su orgulloso origen latinoamericano, ahí leyó un discurso inolvidable que al llegar a mis manos solo atiné a fotocopiar y repartirlo entre mis colaboradores de mi inolvidable Jefatura de Auditoría a Patrones que comandaba en el IMSS, con la cuasi orden, lean esto, es maravilloso, antes de él sólo Gabriela Mistral y Pablo Neruda son los latinos que han recibido el Nobel de Literatura.
Con los años y  ya conociendo la obra del extraordinario escritor argentino Tomás Eloy Martínez leía yo: “algo que tal vez el Gabo haya olvidado” donde narraba magistralmente los planes del Gabo para fundar con los 300 mil dólares del premio un diario en Colombia  al que denominaría “El Otro”, tarea que le encomendaría además del propio Tomás Eloy a Rodolfo Terragno y Juan Fresán, mientras él taimadamente escurría el bulto, porque tenía metida en la cabeza la historia de dos amantes viejos que deseaba escribir, pero que no podía realizar porque no encontraba los nombres de los protagonistas, además solía decir que: “de noche no puedo dormir por la trepidación de las rotativas que compraremos el próximo mes” esto que les narro ocurría entre diciembre del 82 y septiembre del 85 fecha esta última en la que les anunció que: ya había encontrado el nombre perfecto del viejo de su historia, Florentino Ariza y a comienzos de octubre ya había encontrado el título a su novela “ El amor en los tiempos del cólera” que como saben es un triángulo de amor entre Fermina Daza y Juvenal Urbino los otros dos viejos protagonistas de esa novela única. De manera que como todo lo que hace el Gabo, le salió bien, ya que de haberse dedicado de tiempo completo al diario tal vez nos hubiese privado de esa extraordinaria novela.
Santiago Nasar, Abrenuncio Sa Pereira Cao, Mauricio Babilonio, Eréndira, María del Rosario Castañeda y Montero, Sacramento Montiel, Rosa Cabarcas etc.  Nombres que alcanzaron  la inmortalidad junto con las novelas a las que pertenecen, “Crónica de una muerte anunciada”, “Del amor y otros demonios”, “La increíble y triste historia de la cándida Eréndira y su abuela desalmada”, “Los funerales de la Mama Grande”, “Memorias de mis putas tristes” y ahí están también: “El coronel no tiene quien le escriba”, “El otoño del patriarca”, “El general en su laberinto”, “Crónicas de un secuestro”, “La historia de Miguel Littín un clandestino en Chile” y tantas mas, en donde se hayan: el párrafo perfecto, la coma en el lugar exacto, sin adverbios de modo, la descripción precisa , la imaginación desbordada, una inspiración inagotable y una pasión desenfrenada por la escritura, lo que  cada día realiza con sus dedos índices y golpeando una a una y a buen ritmo las  28 letras del alfabeto inmodificado el gran Gabo, tal y como lo señaló en su discurso de agradecimiento recientemente. 
 “Vivir para contarla”, que según Mario Vargas Llosa es una frase atribuible a don Ramón del Valle Inclán antes que a García Márquez, dio pié a un sin numero de artículos de otros tantos amigos, ahí están las experiencias personales y la anécdotas cariñosas de: Fidel Castro durante el magnicidio de Jorge Eliécer Gaitán, conocido como el Bogotazo, Milán Kundera quien durante la ocupación soviética en Praga sólo llevó consigo a su exilio y en calidad de amuleto, las pruebas de imprenta de cien años de soledad traducido al checo, Carlos Fuentes (Charles De La Fountain como cariñosamente le llama Germán Dehesa o Fontacho como le dice el propio Gabo)  quien reseña con orgullo las sensaciones que experimentó cuando terminó de leer el borrador completo de Cien años de soledad que le enviara a Francia el Gabo  y que le hizo salir corriendo a llevarle y contarle al gran cronopio Julio Cortázar. Carmen Balcells  quien  describe y narra el origen de la dedicatoria en las pruebas de imprenta de “El otoño del Patriarca” A Carmen, bañada en lágrimas, le pongo todo este amor por escrito.  Felipe González ex presidente de España, Plinio Apuleyo Mendoza, Álvaro Mutis, Sergio Ramírez, Tomás Eloy Martínez, Alma Guillermoprieto, Germán Dehesa, Ryszard Kapuscinsky, etc. Todos quieren estar y decir algo del admirado y entrañable amigo, del maestro, de la celebridad, del Nobel 82, del colombiano que tiene a México como su segunda patria porque ahí nacieron sus dos hijos, Rodrigo y Gonzalo, del que nos hizo dedicarle tiempo y amor a la lectura a través de sus novelas, crónicas y reportajes, que escribe desde los 17 años y que a los 20 llevaba 4 novelas publicadas y que muchos años después y sin pelotón de fusilamiento de por medio, había de recordar aquella remota tarde que llegara a México con un mundo inagotable de fantasías no contadas para millones de lectores que sin saberlo, estábamos a las puertas del fenómeno literario mas importante de todos los tiempos.

Félix Justiniano Ferráez
Caribe Mexicano, 2007.
   



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