Un par de
angelitos.
Las
malas noticias son el pan nuestro de cada día en Quintana Roo, a diario se
publican amenazas de la delincuencia organizada en sus narcomantas y a través
de las redes sociales, y en menor medida en la prensa escrita se toma
conocimiento de ejecutados con el plus del tiro de gracia, desmembrados,
secuestrados, encajuelados, vehículos incendiados, etc.
Asombrados
e indefensos, los ciudadanos ven con resignada naturalidad que estos hechos
parecen que no dejarán de ocurrir y que la inseguridad llegó para quedarse en
el estado ante la incompetencia, descoordinación y corrupción de las fuerzas de
seguridad pública en la entidad.
Poco
se sabe de la efectividad de las fuerzas federales en la materia, o por lo
menos no aparecen sus logros en la prensa escrita, ya sea porque no los tienen
o porque no han podido con el paquete de la Hidra del narcotráfico; de la misma
manera se desconocen los esfuerzos de las fuerzas armadas en ese tema.
Muy
diferente a los años del desempeño del General Sergio Aponte Polito como
comandante de la XXXIV zona militar en Quintana Roo, cuyos logros fueron
sobresalientes en el decomiso de estupefacientes y en la detención de
delincuentes y narcopersonajes.
Indudablemente
les dejó muy alta la vara a sus relevos civiles y militares.
Lo
que sí es vox populi es que el titular de seguridad pública en el estado,
Rodolfo del Ángel Campos se ha desempeñado por lo menos durante seis años como
titular de la seguridad pública en el municipio más infiltrado por el narco,
“SOLIDARIDAD.”
Lo
fue cuando Carlos Joaquín González se desempeñó como presidente municipal y
volvió a tomar las riendas del “negocito” durante el período de Mauricio
Góngora, cuyos antecedentes de manejos fraudulentos y alarmante crecimiento del
índice delincuencial fueron reiteradamente denunciados en redes sociales y la
escasa prensa que se mantuvo refractaria a los cañonazos de dinero público.
Del
Ángel Campos ha sido reiteradamente
señalado por el narco por incumplimiento de acuerdos, donde inclusive consiguió
salvarse de un atentado contra su vida, también ha sido nuevamente señalado por
narcomantas desde el 1er día de su arribo a la titularidad de la secretaria
estatal de seguridad pública.
Sus
colaboradores dentro del primer nivel son gente o que no aprobaron los exámenes
de control de confianza o que mañosamente no los han presentado.
El
botón de muestra es el actual Director General de Seguridad Pública en
Solidaridad, quien entró al relevo posterior a los lamentables y aún no
aclarados crímenes en el Blue Parrot, que previamente cobraba como sub
secretario operativo y mano derecha de Del Ángel Campos.
Este
caballero que responde al nombre de Juan Martin Rodríguez Olvera y al alias de
Capulina, tiene el detallito de tener antecedentes penales, ha sido acusado de
secuestro y de narco alianzas, todo ello denunciado públicamente en el
semanario nacional Proceso, en el periódico nacional El Universal, en el
periódico local Por Esto y en el portal electrónico de Noticaribe.
Súmese
a ello los antecedentes de ineficiencia y connivencia del Lic. Miguel Ángel Cen
Pech en sus tiempos de subprocurador para la zona norte y el muy publicitado
caso del pederasta Jean Succar Kuri.
Por
estos y otros hechos el nuevo Fiscal también fue denunciado y exhibido por la prensa
local por su cuestionable desempeño.
Rodolfo del Ángel y Miguel Ángel son el par de
angelitos que primero, hicieron declarar al gobernador que los hechos del Blue
Parrot fue una cuestión de desavenencia entre dos particulares, que habían tres
detenidos relacionados con los sangrientos hechos y que pronto se tendrían
resultados.
Los
descomunales desatinos sugeridos pusieron en tela de juicio, el buen juicio del
ejecutivo del estado, el más imberbe de los nuevos servidores públicos, el
ciudadano menos informado y cualquier quintanarroense con dos dedos de frente,
podrían opinar con mayor exactitud, credibilidad y sentido común que las
emitidas oficialmente por el gobernador.
Si
bien es cierto que las ocurrencias sugeridas por sus “atinados” colaboradores,
eran no sólo ridículas sino inverosímiles, también lo es, que el propio CJ al
ser quien tendría que dar la cara a los ciudadanos, debió negarse a realizar el
papelón que hizo con las insostenibles declaraciones.
Téngase
en cuenta que los detenidos tuvieron que ser dejados en libertad por falta de
elementos, los sacrificados aumentaron como víctimas del fuego cruzado y no por
accidente tumultuario, como se nos había hecho creer y la fiscalía está como al
principio, sin pistas con certidumbre, sin líneas de investigación con
aceptables porcentajes de éxito, es decir andan dando palos de ciego.
El
“angelito” del Ángel Campos de manera irresponsable ha omitido expresar lo que
se denunció desde el inicio. ¿Por qué extranjeros portaban armas en suelo
mexicano.
Tiene
o no licencia expedida el Blue Parrot para tener guardias armados.
En su
defecto ¿la empresa contratada para esos fines cuenta con la licencia estatal
para esos menesteres?
Y
peor aún,¿ por qué responsabilizó a la SEDENA de la portación de armas de los
occisos?
Del
Ángel es omiso en expresar que la primera responsabilidad de vigilar que esos
eventos estuvieran en regla es de él, ya que es a través de su dependencia que
se norma y se supervisa las actividades de seguridad privada en el estado.
Lo
dice la ley federal de seguridad pública, la ley estatal de seguridad pública y
el reglamento de seguridad privada.
Pero
también lo responsabiliza de vigilar que todas las empresas con licencias para
portación de armas de fuego que laboran en el estado, cuenten también con la
autorización del estado y el personal de las empresas en cuestión, estén
debidamente filtrados por la “Plataforma México”
Rodolfo
del Ángel no ha hecho declaración al respecto, de manera que la pregunta es
obligada; ¿El Blue Parrot contaba con la licencia firmada por Rodolfo del Ángel
y/o la empresa contratada para ese fin tenía la licencia respectiva firmada por
Del Ángel?
¿Hay
licencia de portación de armas de fuego para amparar a aquellos que la portaban
como personal de seguridad privada del evento?
Y aún
más comandante Del Ángel, ¿los occisos contaban con la Cédula Única de
Identificación Personal (CUIP) que es otorgada al ser filtrados por Plataforma
México?
Porque
esa es una de sus tantas obligaciones por las que cobra puntualmente su salario
de empleado público y por lo que usted ha sido irresponsablemente omiso y pone
en riesgo la credibilidad de su jefe que es el propio gobernador del estado.
Que
usted omita aceptar el debido cumplimiento de sus obligaciones, no significa en
modo alguno que los ciudadanos no sabemos cuáles son, o nos pueda tomar el pelo
como a su jefe.
¿Qué
medidas está tomando para que las empresas de seguridad privada en el estado
estén en regla y que actividades de coordinación existe con la SEDENA para
verificar que escoltas privados o agentes de seguridad privada que porten armas
estén en condiciones legales de realizarlo?
Y aún
más, si nada de los que se supone que debieron realizar los involucrados, lo
ejecutaron, ¿Qué sanciones se llevaron a cabo para que estos hechos no queden
impunes ante tan graves violaciones a la seguridad ciudadana?
Indudablemente
flaco favor le hace al ejecutivo estatal un desempeño tan ineficiente y carente
de una verdadera estrategia con inteligencia y tecnología a la altura del reto
que les plantea los delincuentes enquistados en la geografía estatal, porque no
es con retenes carreteros y declaraciones pueriles y carentes de sustento
lógico que se le podrá hacer frente a la narcodelincuencia.
Para
ratificar el sentido reflexivo de estas líneas relacionadas con los lamentables
hechos del Blue Parrot ocurridos el 14 de enero, el martes 17 del mismo mes, es
decir 3 después de las desafortunadas declaraciones del ejecutivo estatal,
ocurría lo impensable, se atacaba el centro neurálgico de la seguridad pública
en Cancún; un comando armado en motocicletas atacaba la sede de la Fiscalía, el
C 4 y la propia secretaría municipal de seguridad pública en Cancún.
La
delincuencia organizada se le subía a las barbas al ejecutivo del estado para
desmentirle sus declaraciones y hacerle patente su presencia en Quintana Roo y
su poderío en estas lides de guerrilla urbana, donde de nueva cuenta la primera
víctima de todo ello fue la verdad, porque nada resultó como tardíamente lo
intentara explicar el gobernador del estado.
Entre
el momento de los hechos y la primera declaración de las autoridades,
transcurrieron cinco horas.
Cinco
horas donde una gran parte de los ciudadanos quedaron atrapados en medio del
fuego cruzado y las persecuciones endemoniadas entre los delincuentes y los
guardianes del orden. Cinco horas de infinito irrespeto a la ciudadanía
cancunense, cinco horas donde lo que menos importó fue darle información veraz
y oportuna a los ciudadanos que le pagan sus salarios, para que tomaran las
medidas necesarias y se resguardaran y evitaran el tránsito en las calles
comprometidas.
Fueron
las redes sociales las que nuevamente salieron en defensa de sus propios
intereses ciudadanos, porque las autoridades estaban hechas bolas y los canales
de comunicación del estado atragantados de ineficiencia.
Por
las deficientes respuestas a los hechos del Blue Parrot rodaron las cabezas de
mandos de seguridad publica en Solidaridad, por los gravísimos hechos del 17 de
enero a las instituciones de seguridad pública cuyas respuesta puede ser
catalogada de deficiente, sin coordinación y la información oficial carente de
veracidad, no ha habido una sola sanción a los funcionarios de quienes se
esperaba mucho más ante estos hechos. Nadie ha sido sancionado en el sistema
quintanarroense de comunicación social, cuya titular está más ocupada
despidiendo personal y exhibiendo sus carencias de liderazgo y conocimientos
del tema de la comunicación en las redes sociales, que haciendo la labor por la
cual se le paga un decoroso salario.
El
fiscal y el secretario estatal de seguridad pública nuevamente hicieron
declarar torpemente al jefe de ambos, de manera tácita y sobre todo tardía el
contador Joaquín González responsabilizó a tácitamente Roberto Borge de
desestabilización política en la entidad, aunque posterior a esos hechos no han
dejado de aparecer narcomantas anunciando la presencia de un nuevo cartel con
las consabidos hechos de violencia inherentes a esa actividad.
Situación
que fue confirmada con las declaraciones del general responsable de la región
militar X con sede en Valladolid, quien inclusive aseguró haberle advertidos a
los gobernadores de esos estados incluidos en la zona X, lo que deja nuevamente
colgado de la brocha al gobernador de Quintana Roo por sus desafortunadas
declaraciones en dos situaciones de delicada trascendencia.
Adicionalmente
los ciudadanos se preguntan cuáles son los resultados de la asesoría del
general Eduardo Bahena Pineda recientemente incorporado al equipo de seguridad
pública estatal, porque cuidar el destino turístico es una cosa, exhibir las
deficiencias e ineptitudes de un equipo de colaboradores y la falta de asesoría
en temas sensibles, es otra muy diferente.
¿Y el
par de angelitos que debieron resolver estos temas y dar la cara en vez del
gobernador?... usted tiene la mejor opinión.
Caribe
Mexicano/2017.
No hay comentarios:
Publicar un comentario