viernes, 17 de febrero de 2017

Un par de angelitos



Un par de angelitos.

Las malas noticias son el pan nuestro de cada día en Quintana Roo, a diario se publican amenazas de la delincuencia organizada en sus narcomantas y a través de las redes sociales, y en menor medida en la prensa escrita se toma conocimiento de ejecutados con el plus del tiro de gracia, desmembrados, secuestrados, encajuelados, vehículos incendiados, etc.
Asombrados e indefensos, los ciudadanos ven con resignada naturalidad que estos hechos parecen que no dejarán de ocurrir y que la inseguridad llegó para quedarse en el estado ante la incompetencia, descoordinación y corrupción de las fuerzas de seguridad pública en la entidad.
Poco se sabe de la efectividad de las fuerzas federales en la materia, o por lo menos no aparecen sus logros en la prensa escrita, ya sea porque no los tienen o porque no han podido con el paquete de la Hidra del narcotráfico; de la misma manera se desconocen los esfuerzos de las fuerzas armadas en ese tema.
Muy diferente a los años del desempeño del General Sergio Aponte Polito como comandante de la XXXIV zona militar en Quintana Roo, cuyos logros fueron sobresalientes en el decomiso de estupefacientes y en la detención de delincuentes y narcopersonajes.
Indudablemente les dejó muy alta la vara a sus relevos civiles y militares.
Lo que sí es vox populi es que el titular de seguridad pública en el estado, Rodolfo del Ángel Campos se ha desempeñado por lo menos durante seis años como titular de la seguridad pública en el municipio más infiltrado por el narco, “SOLIDARIDAD.”
Lo fue cuando Carlos Joaquín González se desempeñó como presidente municipal y volvió a tomar las riendas del “negocito” durante el período de Mauricio Góngora, cuyos antecedentes de manejos fraudulentos y alarmante crecimiento del índice delincuencial fueron reiteradamente denunciados en redes sociales y la escasa prensa que se mantuvo refractaria a los cañonazos de dinero público.
Del Ángel Campos  ha sido reiteradamente señalado por el narco por incumplimiento de acuerdos, donde inclusive consiguió salvarse de un atentado contra su vida, también ha sido nuevamente señalado por narcomantas desde el 1er día de su arribo a la titularidad de la secretaria estatal de seguridad pública.
Sus colaboradores dentro del primer nivel son gente o que no aprobaron los exámenes de control de confianza o que mañosamente no los han presentado.
El botón de muestra es el actual Director General de Seguridad Pública en Solidaridad, quien entró al relevo posterior a los lamentables y aún no aclarados crímenes en el Blue Parrot, que previamente cobraba como sub secretario operativo y mano derecha de Del Ángel Campos.
Este caballero que responde al nombre de Juan Martin Rodríguez Olvera y al alias de Capulina, tiene el detallito de tener antecedentes penales, ha sido acusado de secuestro y de narco alianzas, todo ello denunciado públicamente en el semanario nacional Proceso, en el periódico nacional El Universal, en el periódico local Por Esto y en el portal electrónico de Noticaribe.
Súmese a ello los antecedentes de ineficiencia y connivencia del Lic. Miguel Ángel Cen Pech en sus tiempos de subprocurador para la zona norte y el muy publicitado caso del pederasta Jean Succar Kuri.
Por estos y otros hechos el nuevo Fiscal también fue denunciado y exhibido por la prensa local por su cuestionable desempeño.
 Rodolfo del Ángel y Miguel Ángel son el par de angelitos que primero, hicieron declarar al gobernador que los hechos del Blue Parrot fue una cuestión de desavenencia entre dos particulares, que habían tres detenidos relacionados con los sangrientos hechos y que pronto se tendrían resultados.
Los descomunales desatinos sugeridos pusieron en tela de juicio, el buen juicio del ejecutivo del estado, el más imberbe de los nuevos servidores públicos, el ciudadano menos informado y cualquier quintanarroense con dos dedos de frente, podrían opinar con mayor exactitud, credibilidad y sentido común que las emitidas oficialmente por el gobernador.
Si bien es cierto que las ocurrencias sugeridas por sus “atinados” colaboradores, eran no sólo ridículas sino inverosímiles, también lo es, que el propio CJ al ser quien tendría que dar la cara a los ciudadanos, debió negarse a realizar el papelón que hizo con las insostenibles declaraciones.
Téngase en cuenta que los detenidos tuvieron que ser dejados en libertad por falta de elementos, los sacrificados aumentaron como víctimas del fuego cruzado y no por accidente tumultuario, como se nos había hecho creer y la fiscalía está como al principio, sin pistas con certidumbre, sin líneas de investigación con aceptables porcentajes de éxito, es decir andan dando palos de ciego.
El “angelito” del Ángel Campos de manera irresponsable ha omitido expresar lo que se denunció desde el inicio. ¿Por qué extranjeros portaban armas en suelo mexicano.
Tiene o no licencia expedida el Blue Parrot para tener guardias armados.
En su defecto ¿la empresa contratada para esos fines cuenta con la licencia estatal para esos menesteres?
Y peor aún,¿ por qué responsabilizó a la SEDENA de la portación de armas de los occisos?
Del Ángel es omiso en expresar que la primera responsabilidad de vigilar que esos eventos estuvieran en regla es de él, ya que es a través de su dependencia que se norma y se supervisa las actividades de seguridad privada en el estado.
Lo dice la ley federal de seguridad pública, la ley estatal de seguridad pública y el reglamento de seguridad privada.
Pero también lo responsabiliza de vigilar que todas las empresas con licencias para portación de armas de fuego que laboran en el estado, cuenten también con la autorización del estado y el personal de las empresas en cuestión, estén debidamente filtrados por la “Plataforma México”
Rodolfo del Ángel no ha hecho declaración al respecto, de manera que la pregunta es obligada; ¿El Blue Parrot contaba con la licencia firmada por Rodolfo del Ángel y/o la empresa contratada para ese fin tenía la licencia respectiva firmada por Del Ángel?
¿Hay licencia de portación de armas de fuego para amparar a aquellos que la portaban como personal de seguridad privada del evento?
Y aún más comandante Del Ángel, ¿los occisos contaban con la Cédula Única de Identificación Personal (CUIP) que es otorgada al ser filtrados por Plataforma México?
Porque esa es una de sus tantas obligaciones por las que cobra puntualmente su salario de empleado público y por lo que usted ha sido irresponsablemente omiso y pone en riesgo la credibilidad de su jefe que es el propio gobernador del estado.
Que usted omita aceptar el debido cumplimiento de sus obligaciones, no significa en modo alguno que los ciudadanos no sabemos cuáles son, o nos pueda tomar el pelo como a su jefe.
¿Qué medidas está tomando para que las empresas de seguridad privada en el estado estén en regla y que actividades de coordinación existe con la SEDENA para verificar que escoltas privados o agentes de seguridad privada que porten armas estén en condiciones legales de realizarlo?
Y aún más, si nada de los que se supone que debieron realizar los involucrados, lo ejecutaron, ¿Qué sanciones se llevaron a cabo para que estos hechos no queden impunes ante tan graves violaciones a la seguridad ciudadana?
Indudablemente flaco favor le hace al ejecutivo estatal un desempeño tan ineficiente y carente de una verdadera estrategia con inteligencia y tecnología a la altura del reto que les plantea los delincuentes enquistados en la geografía estatal, porque no es con retenes carreteros y declaraciones pueriles y carentes de sustento lógico que se le podrá hacer frente a la narcodelincuencia.
Para ratificar el sentido reflexivo de estas líneas relacionadas con los lamentables hechos del Blue Parrot ocurridos el 14 de enero, el martes 17 del mismo mes, es decir 3 después de las desafortunadas declaraciones del ejecutivo estatal, ocurría lo impensable, se atacaba el centro neurálgico de la seguridad pública en Cancún; un comando armado en motocicletas atacaba la sede de la Fiscalía, el C 4 y la propia secretaría municipal de seguridad pública en Cancún.
La delincuencia organizada se le subía a las barbas al ejecutivo del estado para desmentirle sus declaraciones y hacerle patente su presencia en Quintana Roo y su poderío en estas lides de guerrilla urbana, donde de nueva cuenta la primera víctima de todo ello fue la verdad, porque nada resultó como tardíamente lo intentara explicar el gobernador del estado.
Entre el momento de los hechos y la primera declaración de las autoridades, transcurrieron cinco horas.
Cinco horas donde una gran parte de los ciudadanos quedaron atrapados en medio del fuego cruzado y las persecuciones endemoniadas entre los delincuentes y los guardianes del orden. Cinco horas de infinito irrespeto a la ciudadanía cancunense, cinco horas donde lo que menos importó fue darle información veraz y oportuna a los ciudadanos que le pagan sus salarios, para que tomaran las medidas necesarias y se resguardaran y evitaran el tránsito en las calles comprometidas.
Fueron las redes sociales las que nuevamente salieron en defensa de sus propios intereses ciudadanos, porque las autoridades estaban hechas bolas y los canales de comunicación del estado atragantados de ineficiencia.
Por las deficientes respuestas a los hechos del Blue Parrot rodaron las cabezas de mandos de seguridad publica en Solidaridad, por los gravísimos hechos del 17 de enero a las instituciones de seguridad pública cuyas respuesta puede ser catalogada de deficiente, sin coordinación y la información oficial carente de veracidad, no ha habido una sola sanción a los funcionarios de quienes se esperaba mucho más ante estos hechos. Nadie ha sido sancionado en el sistema quintanarroense de comunicación social, cuya titular está más ocupada despidiendo personal y exhibiendo sus carencias de liderazgo y conocimientos del tema de la comunicación en las redes sociales, que haciendo la labor por la cual se le paga un decoroso salario.
El fiscal y el secretario estatal de seguridad pública nuevamente hicieron declarar torpemente al jefe de ambos, de manera tácita y sobre todo tardía el contador Joaquín González responsabilizó a tácitamente Roberto Borge de desestabilización política en la entidad, aunque posterior a esos hechos no han dejado de aparecer narcomantas anunciando la presencia de un nuevo cartel con las consabidos hechos de violencia inherentes a esa actividad.
Situación que fue confirmada con las declaraciones del general responsable de la región militar X con sede en Valladolid, quien inclusive aseguró haberle advertidos a los gobernadores de esos estados incluidos en la zona X, lo que deja nuevamente colgado de la brocha al gobernador de Quintana Roo por sus desafortunadas declaraciones en dos situaciones de delicada trascendencia.
Adicionalmente los ciudadanos se preguntan cuáles son los resultados de la asesoría del general Eduardo Bahena Pineda recientemente incorporado al equipo de seguridad pública estatal, porque cuidar el destino turístico es una cosa, exhibir las deficiencias e ineptitudes de un equipo de colaboradores y la falta de asesoría en temas sensibles, es otra muy diferente.
¿Y el par de angelitos que debieron resolver estos temas y dar la cara en vez del gobernador?... usted tiene la mejor opinión.

Caribe Mexicano/2017.


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