Suéñame
Quintana Roo.
La
prensa nacional y local (Reforma, El Universal, La Jornada, Por Esto, etc.)
desnudan sin cortapisas el grave problema de la delincuencia organizada que
prevalece en Quintana Roo, especialmente en su filón de oro conocido como la
Riveras Maya quien cuenta con aproximadamente 90 mil cuartos hoteleros en ese
corredor turístico, sin soslayar la otra rivera, la del Río Hondo y su zona sur
aledaña.
La
sociedad quintanarroense está harto preocupada y tiene motivos de sobra para
estarlo.
El
centro de poder de la seguridad del estado en la zona norte ha sido atacado
recientemente; como una demostración de fuerza e irrespeto a las instituciones
del estado de Quintana Roo y a su gobernador y como corolario de los tiempos
que se avecinan
Porque
no se atacó la guarnición militar, la Delegación de la PGR, la sede de la
Gendarmería o las instalaciones de la Marina, fue un aviso claro y siniestro al
nuevo gobernante.
El
corazón del poder policiaco en Cancún
(Fiscalía, C 4 y la Secretaría Municipal) fueron el blanco del ataque armado
que incluyó armas de alto poder y granadas.
El
violento hecho puso de manifiesto la desorganización que a cien días de
iniciado el gobierno sigue prevaleciendo.
Las
redes sociales nuevamente con todo y sus defectos y exageraciones, fueron las
que advirtieron a sus conciudadanos de los graves hechos que ocurrían, se informó
en el momento de la balacera por los propios empleados de la fiscalía, taxistas
o ciudadanos que a bordo del transporte público por ahí transitaban en esos
momentos y por amas de casa que salían de hacer sus despensas del Chedraui ubicado enfrente de las
instalaciones de la Seguridad Pública.
En
segundos todo el estado sabía de lo que acontecía a las instalaciones de la
policía en la zona norte, cada quien a su manera daba su propia versión de los
hechos y se iniciaba una enorme desinformación de los verdaderos motivos y el
alcance de esos hechos inéditos.
Una
televisora local intentaba reportear con sus cámaras lo que acontecía
entrevistando a paramédicos de la cruz roja, que eran los únicos que en sus
posibilidades compartían la información a cuenta gotas.
El
Sistema Quintanarroense de Comunicación Social brilló por su ausencia,
acreditando lo que todos saben y han denunciado en las redes sociales: a Doña
Martha Silva le quedan enorme los zapatos de la información veraz y oportuna de
los hechos que en realidad importan.
Sin
un programa preciso y objetivo de trabajo que recabe los hechos noticiosos y
los aspectos relevantes con el acontecer del estado, aparte de la difusión
cultural de nuestros orígenes, así como la promoción de lo turístico y arqueológico
que tenemos, la señora está completamente rebasada, por ello podemos asegurar
que nadie escucha la institución que inmerecidamente encabeza.
Nunca
autoridad alguna dio la voz oportuna de alarma de lo que acontecía en la ciudad
de Cancún, miles de ciudadanos cancuneneses estuvimos en peligro inminente
porque quedamos atrapados durante horas en medio de balaceras, persecuciones y
tránsito endemoniado a altas velocidades, con los riesgos intrínsecos que esto
conlleva.
Indefensos
y vulnerables los ciudadanos continuamos con nuestras actividades en lo que por
unas horas fue literalmente una zona de guerra.
Fuimos
afortunados, ciudadanos y autoridades que no hubiera víctimas civiles
inocentes, o por lo menos no se nos informó de ello.
Se
notó la falta de coordinación entre las autoridades para atender estos hechos y
proteger a la población, porque en modo alguno fue un hecho menor, ni aislado
lo que ocurrió.
Cinco
horas más tarde, cuando los hechos ya estaban en boca de todos los ciudadanos y
las fotos de los detenidos y abatidos a tiros ya eran públicas en las redes
sociales y hasta se conocía el nombre del empleado de la fiscalía sacrificado, sólo
entonces, salió a dar la cara el ejecutivo estatal; con un mensaje difuso y
ambiguo, tácitamente responsabilizó a dos de sus antecesores de la
desestabilización que en estos momentos vivimos sociedad y gobierno.
Incrédulos
los quintanarroenses nos azorábamos por las explicaciones que se nos entregaban
por el hombre que debe ser el mejor informado del estado, porque no nos quedaba
claro, como hasta ahora, quienes fueron los responsables de los hechos y con
qué fin fue ese ataque a su poder policiaco.
Se
habló de detenidos, que a la postre fueron puestos en libertad (misma situación
que ocurrió en el Blue Parrot) por falta de pruebas, por lo que no tienen una
fuente de información directa de los hechos, ya que los verdaderos
participantes fueron abatidos; de manera que salta una pregunta de forma
natural; ¿sí los detenidos no estaban relacionados con la agresión a las
instituciones del estado, de donde sacó el gobernador que sus antecesores están
involucrados? ¿Cómo llegó a tan temeraria acusación?
Porque
de ser cierto la situación es mucho más grave de lo que parece y como dato al
margen siguen sin castigo los responsables del descomunal endeudamiento, los
que operaron con facturas falsas, los remates de terrenos, las obras cobradas y
no ejecutadas o mal realizadas, tampoco se ha llevado a cabo el relevo del
fiscal del congreso del estado, emblemático integrante del gabinete del ex
gobernador Borge y elemento importante
del paquete de impunidad.
Así
mismo no han sido llamados a cuenta los
responsables que teniendo los elementos legales y la autoridad para impedirlos,
permitieron en ruin complicidad que estos hechos ocurrieran, Gonzalo Herrera
Castilla y Emiliano Novelo Rivero no han sido molestados ni con el pétalo de
una rosa.
Suena
como novela de Kafka, si Emiliano Novelo Rivero el alcahuete y corrupto Auditor
Superior del Estado, nunca llamó a cuentas a Javier Zetina González por su paso
en la APIQROO y SINTRA centros de denunciadas corrupciones, ¿cómo espera el
ejecutivo estatal o el muy aguerrido Presidente de la Cuenta Pública del
congreso del estado el diputado Emiliano
Ramos; que Javier Zetina González ahora llame a cuentas a Novelo Rivero y le
finque responsabilidades por no habérselas fincado al propio Zetina González.?
No
es con videoclips cursis y ñoños que se protege a la ciudadanía, no es la forma
de orientar al ciudadano del estado y de mandar un mensaje convincente a los turistas
nacionales y extranjeros que nuestra tierra está en paz y controlada.
No
es diciendo en sus jingles que; “la paz de la sociedad radica en el corazón de
sus ciudadanos” porque entonces la autoridad evade su responsabilidad y se lo
traslada mañosamente a los ciudadanos.
Generar
las condiciones de paz no es tarea de la sociedad, lo es del gobierno con
acciones y respuestas contundentes y eficaces contra los delincuentes y las
acciones que de ellos se derivan
Quintana
Roo merece respeto de propios y extraños, y debemos empezar por los de casa.
La
descomposición del municipio de Solidaridad no es en esta administración, lleva
muchos más años, en seis de los cuales Rodolfo del Ángel Campos fue el secretario
municipal de ese municipio, sufrió atentados contra su vida en esa etapa,
porque según la delincuencia no respetó los acuerdos, pero ahora es el flamante
Secretario Estatal de la Seguridad Pública en Quintana Roo y las narcomantas
nuevamente lo amenazaron, y al parecer no ha aprobado los exámenes de Control
de Confianza del CISEN, como muchos de sus principales colaboradores.
Y
no hablemos de sus patéticas y tardías declaraciones en los dos hechos más
sonados.
El
nuevo fiscal empieza su nueva labor con denuncias en las redes sociales de ser
protector de pederastas, Jean Succar Kuri será un recordatorio de su paso como
subprocurador de la zona norte pero esperemos que los exámenes de control de
confianza a él y a Mena Paullada, su brazo derecho le otorguen la credibilidad
que por ahora está en tela de juicio.
De
las desavenencias al interior del gabinete estatal, los bloqueos carreteros, el
pésimo desempeño del secretario de gobierno López Mena y sus desafortunadas
declaraciones, mejor ni hablamos.
Caribe
Mexicano/2017
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