Calígula e Incitatus.
El desprecio por las leyes de Félix Arturo González
Canto no es un tema electoral, desde hace 11 años ha estado estirando al límite
y rompiendo las leyes que protestó guardar y hacer guardar como Gobernador del
estado que tuvo el infortunio de verlo nacer en Cozumel; las mismas que protestó como senador de la República.
La historia de saqueo y abusos de su mandato habla de una mente, enferma,
retorcida y perversa; un personaje que nació para robar y aprovecharse de
oportunidades y personas.
Señalado infinidad de veces con sobrados motivos
como corruptos, farmacodependiente, inestable, este tipo amoral representa
todas las aberraciones propias de un enfermo desequilibrado. Denunciado por la
prensa independiente como un depredador de mujeres, se ligó sentimentalmente a
la mayoría de sus colaboradoras y a la nueva generación de políticas del
estado, las que iban desde regidoras, pasando por diputadas locales, federales,
senadoras, delegadas federales, secretarias estatales y cualquier otra
aspirante a cargos de elección popular, los mismo que las esposas de
presidentes municipales, secretarios, etc. sin límite alguno y sin pudor de
ninguna especie, fue denunciado por la prensa independiente de tener una
relación personal con su propia cuñada, a quien la señalaban como “La Consorte”
y la responsable del cobro de las comisiones de obras y adquisiciones durante
su gestión de gobierno. Una especie de Calígula contemporáneo cuyos excesos dentro
y fuera de las alcobas de la casas de gobierno y hoteles por el mundo fueron
mudos testigos de sus excesos y adicciones. Enriquecido brutalmente con el
dinero público se hizo de propiedades en los sitios más exclusivos del planeta,
desde Dubái hasta Panamá sus propiedades se cuantifican en millones de dólares,
viaja en jet privado desde hace 11 años con cargo a todos sus coterráneos, no
sabe de las molestas colas y aduanas en
los aeropuertos del mundo, lo mismo se va a las olimpiadas, que a un mundial de
futbol, a una final de la champions, o sencillamente a San Francisco a
disfrutar de la muy grata compañía de celebridades del mundo artístico. Sabedor
de la impunidad que rodeaba en las presidencias panistas, endeudó hasta la
ignominia a su estado natal, deuda pública que recibió en mil doscientos
millones de pesos de su tutor Joaquín Hendrickz, responsable directo de la
catástrofe financiera de Quintana Roo, al nombrarlo su delfín en un cálculo
realizado infantilmente pensando que podría seguir gobernando a través de él,
pero la criada le salió respondona y a los pocos meses se lo sacudió como se
sacuden a los molestos insectos, a periodicazos y consiguiendo el inédito caso
que el congreso del estado lo nombrara personaje non grato en Quintana Roo, de
esta forma la deuda de los quintanarroenses se elevó a los 12 mil millones de
pesos al concluir la catastrófica administración que encabezó, ochocientos de
los cuales los solicitó a dos meses de terminar su mandato y ya con gobernador
electo, pero sabedor del poder omnímodo de los gobernadores de aquella época,
lo mismo que el referido y retorcido César Romano, previa y oportunamente había
creado su propia versión de “Incitatus” lo que le permitiría ejercer su
absoluto dominio meta constitucional, por lo que pudo designar gabinete estatal,
congreso local y legisladores federales, ante la complaciente subordinación de
su sucesor; así se siguieron enajenando invaluables posesiones del estado a
precios de ganga y saliendo invariablemente beneficiado en todos los casos, se
triplicaron las concesiones de taxis en todos los municipios, excepción hecha
de Cozumel donde su señora madre según sus dichos, es una orgullosa taxista, de
cuyo esfuerzo salió su educación universitaria en el prestigiado ITESM. Los dos
estadios deportivos más importantes de Cancún, de ser bienes públicos pasaron a
las manos de inversionistas privados, previa inversión de cien millones de
pesos a cada uno de ellos, así se remodeló el estadio de futbol para el Atlante
y el de los Tigres de béisbol, de esa manera los cancunenses eran impunemente
despojados de sus bienes colectivos y ahora deben pagar por acceder a las
instalaciones que antes le fueran gratuitamente otorgadas. Pero esas son sólo un par de perlas del
collar de robos al patrimonio público de todos los quintanarroenses, de tal
suerte que mientras los ciudadanos del estado eran despojados, la riqueza
personal de este depredador cozumeleño iba en aumento; de manera adicional ante
el asombro de los chetumaleños se demolían 4 residencias contiguas en la zona
de más alta plusvalía urbana, la Colonia Campestre, todo ello para dar paso a
la construcción de una lujosa y amplia residencia propiedad de la familia
González Martín, como las que tienen en Andara y otros selectos
fraccionamientos en todo el estado. Para conseguir su fortuna incalculable Félix
González pudo corromper a sus colaboradores inmediatos que importó de Cozumel
quienes al igual que él, se hicieron millonarios en un parpadeo, sin embargo
pese a conocerse sus excesos y abusos de poder, la clase política chetumaleña
se puso precio; precio que el dinero público que no el del senador González
Canto pudo pagar, de esa manera antiguos y aguerridos adversarios fueron
silenciados llenándoles vergonzosamente la boca de montones de billetes, lo
mismo que a la prensa en el estado, todos tuvieron precio y todos fueron
comprados con dinero mal habido, maquiavélicamente hábil puso a familiares e
incondicionales en los poderes legislativo y judicial, corrompiendo la
independencia y la autoridad de esos poderes que sucumbieron a los cañonazos de
dinero público disparados por el peor personaje de la historia política de
Quintana Roo, así se fraguó el mayor atraco público y la peor de las épocas de
Quintana Roo, con una mente perversa que todo pudrió a la inversa del rey Midas
y claro, a la pobreza moral de sus cómplices que antepusieron su beneficio
personal, al de cientos de miles de quintanarroenses. Arrogante hasta la médula no le importó operar
en contra de las aspiraciones presidenciales de Enrique Peña Nieto, obteniendo
el doble de votos que el actual presidente en esta circunscripción, pero además
permitiendo que su acérrimo enemigo AMLO, obtuviera el doble de votos que EPN
en esta bastión priista. Por ello pensar que perdió el juicio o la razón, al
exhibirse en las redes sociales cometiendo un delito electoral al destruir
propaganda de uno de sus adversarios, Félix González solo confirma lo que es
desde el día que decidió participar en la política, un tipo sin principios,
corrupto, manipulador, ineficiente, con un síndrome de perversidad más allá de
todo lo razonablemente posible, sin ningún respeto por las instituciones que le
dan sustento al estado y al país como patria y burlándose cínicamente de la
gente sobre cuyos hombros y penurias descansa su incalculable fortuna personal,
ya que no debe olvidarse que Félix González no sólo robo dinero, propiedades y
concesiones, sino que se llevó con esos recursos, la educación, la salud y el
bienestar de más de un millón de ciudadanos quintanarroenses, que se quedaron
sin cupo en las escuelas, sin atención médica, sin seguridad, sin lugares de
esparcimiento, entre otras cosas y con el futuro hipotecado, para que la corte
real de Félix González y sus adláteres se den la vida de celebridades y
magnates que llevan a expensas de la expoliación de un pueblo que tiene la
oportunidad de cobrar su factura este 5 de junio.
Caribe Mexicano/2016
@watane1
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