El Rejoneador de Botero.
Por Raymundo
Buendía Chapa.
De
nueva cuenta el secretario de seguridad pública Alberto Capella se lleva las
ochos columnas de los diarios críticos e independientes, y las mentadas de
madre por las redes sociales que son vox populi y por ende inatacables.
Enumerar
las pifias de Alberto Capella es una pérdida de tiempo y de papel, su
protagonismo absurdo no ha hecho más que alterar a los integrantes de las
diferentes células delictivas, que ya quedó claro, son las que tienen el poder
de fuego, la información, las armas y las glándulas de secreción exógenas para
estos menesteres.
Infortunadamente
la arrogancia del abogado Capella cuestan vidas inocentes, seres humanos que
fueron integrantes de una familia, hermanos, hijos, padres de alguien cuyos
hogares han quedado mutilados de por vida, gracias a los explosivos desplantes
e inmadurez del secretario estatal de seguridad pública.
Empeñado
en negar la realidad que le y nos abofetea el rostro todos los días, el abogado
que trabaja de policía, habla de grandes detenciones nunca antes vistas, pero
no dice de quienes, habla de la reducción de los índices delictivos y no ha
terminado de reflejarse en su espejismo, cuando 5 colaboradores suyos son
emboscados y tiroteados por los señores del mal y se dan simultáneamente otros
ataques similares en los municipios con mando único.
Habla
que la culpa es de la prensa que escandaliza los hechos que cotidianamente
ensangrientan las calles de las principales ciudades turísticas del estado, que
los que se fueron manipularon las cifras de los índices delictivos, aunque la
sangrienta realidad le restriegue en el rostro que es a él a quien se le ha
salido de control la actividad de la delincuencia, alardeó que en 2 meses daría
resultados, después que en 6 meses se apreciaría su trabajo, para
posteriormente señalar que va a pasar toda la actual administración para que
haya control sobre la delincuencia.
Las
palmas se la llevó su absurdo arrebato justificatorio, al decir que desde hace
25 años Quintana sufre las consecuencias de la delincuencia por el abandono de
sus anteriores gobernantes.
Si
el señor Capella analizara las características de los delincuentes fallecidos o
detenidos, podría darse cuenta del rango de la edad de esos personajes, que es
justamente el período que torpemente significa, dicho de manera coloquial, los
delincuentes a los que le achaca el infortunio anterior a su desempeño, ni
siquiera habían nacido o eran niños de pañales, así de absurdo y de pueril el
abogado Capella.
A
Capella lo mismo le da hacer públicas las filmaciones de las cámaras de
vigilancia, poniendo a Cancún en el plano internacional como una ciudad harto
peligrosa gracias a sus ocurrencias, que poner sobreaviso a los delincuentes que dice
combatir (crímenes en vivo y casi en
tiempo real como reality show en la avenida Bonampak, en la avenida Cobá, en la
avenida Las Torres, etc. solo por señalar los casos más sonados) Que declarar
como si fuera ministerio público y socavando, no solo la autoridad del fiscal
del estado, sino los debidos procesos jurídicos de las investigaciones en
curso, baste recordar sus imprudentes declaraciones cuando fue incendiado con
bombas molotov un conocido lote de carros de lujos sobre el concurrido
Boulevard Colosio y el señor Capella sin que nadie se lo preguntara se atrevió
a afirmar que había sido un autoatentado, no se terminaba de apagar el fuego de
ese negocio, ni se habían iniciado las investigaciones ministeriales, pero el
secretario ya había concluido que era autoatentado.
Es
conveniente señalarle al abogado Capella que no es lo mismo que un ciudadano de
a pie, opine, especule o piense en voz alta sobre cualquier tema inclusive
sobre la inseguridad, que una autoridad de 1er nivel en la materia, declare
públicamente la resolución de un caso cuyas investigaciones ni siquiera han
comenzado.
Misma
situación que observamos cuando acusó a los mandos de la corporación policiaca
de Cancún, de tener ligas con cinco diferentes cárteles de la droga, sin
poderlo acreditar.
Eso
tendrá consecuencias de manera irremediable cuando terminen los procesos de
aquellos policías que hoy se defienden jurídicamente de las acusaciones de su
superior jerárquico.
Sorprendido
fuera de su adscripción laboral, asistiendo a un concierto de Marco Antonio
Solís, se atrevió a pronunciarse en sus redes sociales que aun en aquella
lejana ciudad de Jojutla, atendió los asuntos de su competencia a través de
decenas de llamadas atendidas, colocándose él mismo como operadora del 911 y no
como un estratega al frente de su tropa.
Capella
desperdicia tiempo valioso yéndose a declarar con su amigo del alma Francisco
Zea, que sólo tiene oídos para él y no para las decenas de miles de voces que
desde Cancún significan su pésimo desempeño, pero igualmente declara con Carlos
Loret de Mola, Denisse Maerker, y cualquier periodista con alcance nacional
para machacar su estrategia de saliva, finalmente los costos de esas
entrevistas lo pagan los quintanarroenses, como sus costosos caprichos de
levantar los pisos nuevos del C4 y de todos los baños, para rehacerlos a su
propio gusto y del de su séquito
femenino que lo acompaña a todos lados, lo mismo que los altísimos
costos de su lujosa casa en el
fraccionamiento Isla Dorada de la Zona Hotelera y la vida de Bon Vivant que se
regala a costa de las contribuciones del estado, aunque sus resultados sean
decepcionantes porque estábamos mejor cuando estábamos peor.
Rodeado
de decenas de pertrechados escoltas y desde la seguridad de los vehículos blindados
donde se desplaza; el rollizo secretario, grita, vocifera, baladronea y reta a
los sicarios que quieran oírlo, y uno necesariamente piensa en una pintura de Botero,
donde un obeso rejoneador sobre la comodidad de un noble bruto, reta al miura
sabiéndose lejos de las puntiagudas astas, gracias a las cualidades de su
equino, el verdadero héroe por los riesgos asumidos.
Es
por ello que sabiéndose a salvo lo mismo que el rejoneador, les llama cobardes a los sicarios que
agredieron arteramente a un grupo de mujeres desarmadas al cuidado de un solo
escolta que además era chofer, pero desdeña que él mismo ha creado esa atmósfera
clasista entre los elementos locales y los morelenses que se trajo para quedar
rodeado de incompetentes y arrogantes incondicionales, lamentable el caso de
Citlali, Ana Yulissa, Isaías, Gerardo y de Luis Caridad, pero él mismo los puso
en la mira de sus enemigos al colocarlas pese a su modesta posición, carro
oficial y escoltas.
Quizá
Alberto Capella no haya notado que los policías convencionales que se desplazan
en autobuses públicos o en sus modestos vehículos están al margen de las
emboscadas, por no pertenecer a la élite morelense y estar excluidos de
vehículos oficiales y escoltas
Otro
de los destacados casos de morelenses arrogantes, corruptos e ineficientes, es
la extorsionadora jefa de las licencias de seguridad privada, Bárbara Nashely (sic) Del Rasso Sayago famosa
por sus malos tratos al personal originario de la plaza tildándolos de
limitados e impreparados, que es el motivo por el que Capella se ve en la
necesidad de traer a esa cauda de arrogantes paisanos, pero los verdaderos
excesos lo pagan los contribuyentes con la actividad que inmerecidamente dirige
esa corrupta y arrogante señora que ya está en la mira de los enemigos del
secretario justamente por sus abusos, excesos y fanfarronadas.
Y
el tema Capella alcanza para varias hojas más, pero la decisión final no está
en el justo reclamo ciudadano, ni en las denuncias de objetivos analistas,
tampoco en los generadores oficiales de índices delictivos, o en los deudos
enlutados por esa sinrazón de sostener lo insostenible, ni por los ominosos
descuidos, ni siquiera por las denuncias interpuestas en su contra por el
actual gobernador de Morelos, tampoco por criticar y menospreciar al propio
presidente López Obrador cuando recibe y promete investigar las denuncias de
este gris personaje.
Entonces
uno reflexiona y cuestiona hacia donde se encaminan los esfuerzos de Rafael del
Pozo, el actual secretario de la Contraloría del Estado, que es omiso ante
tantísimas irregularidades y denuncias de este compañero de gabinete, también
del denunciado propietario del nuevo hotel de Bacalar o del propietario de
ostentosa casa en construcción en la colonia Campestre.
Seguimos
esperando el cambio, que por ahora ha sido de 360 grados.
Solidaridad,
Quintana Roo en el 2019.
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