Cuando
cumpla 64… John Lennon.
De
la mano hace 35 años a chiflidos y sombrerazos esta leona camina a mi costado,
este lapso que se ha ido como un parpadeo, como un suspiro, como una ráfaga y
también como una brisa, suave, aromática, cálida, reflejo preponderante de su
personalidad.
A
eso debo añadirle, generosa, apasionada, bondadosa y vertical, señora de una
sola pieza, madre ejemplar, hermana solidaria y también hija ejemplar.
Mi
compañera de vida alcanza las seis décadas un día como hoy, concluye esta
vuelta al sol sin remordimientos, con satisfacción, sin amarguras, ni recelos,
orgullosa de la manada que me ha regalado y que me ayuda a conducir.
Esta
mujer intachable me alumbró a 3 arquitectos y me ayuda con una cuarta que anda
en esos menesteres, seguro cosas de la genética o de algún misterio insondable.
Aquí
sigue entre nosotros alumbrándonos la vida, dándonos certeza, seguridad, amor y
también compasión cuando la necesitamos.
Mi
padre la llamaba Doña Magda en señal de respeto y de reconocimiento, pero su
palabra predilecta era hija, porque así la veía y así se lo había ganado,
curiosamente Maga, como le llaman mis cuatro hijos, nunca tuvo dudas de querer
pertenecer al clan que lleva mi apellido, quería ser la señora de un complicado
personaje como yo y terminó teniendo a seis de nosotros dentro de su casa. Un
esposo, cuatro hijos y un suegro, todos del mismo apellido que adoptó como
propio y que lo único que ha hechos es honrarlo como el de sus padres.
No
hay mejor fortuna que saber que siempre hay alguien como mi Ramos esperando por
mi en nuestro hogar.
Saber
que alrededor de este ángel familiar se reúnen además de sus hijos, sus
sobrinos, sus cuñadas, sobrinos nietos sus amistades y las mías a la menor
provocación, es garantía de que sabe abrir las puertas de su casa y de su
corazón.
Se
esforzó para que sus hijos tuvieran una educación como no la pudo tener ella,
me liberó de esa responsabilidad mientras me hacía cargo de cimentar nuestro
patrimonio y lo que ello conlleva, Alfredo, Alberto, Alex y Arantxa siempre
cursaron en las mejores escuelas y Universidades que existían a nuestro
alcance, tres de ellos tuvieron la oportunidad de estudiar un año en el
extranjero, con satisfacción y orgullo sabe que entre sus 4 hijos se hablan 5
idiomas, ha visto su mesa llena de jóvenes amigos de sus hijos de diferentes
países convirtiendo su casa en una torre de babel, alemanas, finlandeses, suizas,
japoneses, tailandeses, brasileños, francesas, norteamericanas,
australianas y Doña Magda participando activamente desde su Tablet con las
traducciones de rigor vía la tecnología. Le tocó también ser la madre putativa
de muchos de esos jóvenes por breves temporadas, su vitrina habla del paso de
sus hijos y de sus hijos adoptados, Matruskas, boomerangs, tazas, tarros,
imanes, playeras, bolsas, chocolates, abanicos, cremas, lociones, llaveros,
vinos, etc. dan cuenta de la gratitud
hacia su corazón de diferentes partes de este planeta que no escapa al recuerdo
de los buenos momentos que siempre ha prodigado a propios y extraños.
Ahí
está siempre puntual para los cumpleaños familiares, para las comidas,
festejos, para curar heridas físicas y espirituales, enjugar lágrimas, otorgar
el abrazo en los momentos de duelo o en la vigilia de las esperas
hospitalarias, siempre firme, siempre fuerte, siempre Magda.
Esta
nueva sesentona es mi mejor fortuna, la mejor elección, la lotería sin boleto,
que le han merecido varios poemas de mi autoría y la dedicación de un par de
libros en mis pininos como escritor.
Miramos
la vida con la certeza que tenemos menos días por delante, que los que ya
disfrutamos, seguros también que del ciclo vital nadie se escapa y preparando a
los nuestros para la llegada del momento inevitable.
Mientras
tanto seguimos en esta fiesta que es la vida, dejando huellas y recuerdos entre
los nuestros, estirando las horas y los días que se vuelven años y viviendo con
los cambios que el inexorable tiempo nos otorga en pago de tanta vida ejercida.
Magda
sigue de mi mano, sigues conmigo, cercana, entrañable, única, insustituible y
así será hasta el último de mis días
Felicidades
y millones de gracias y bendiciones por todo.
Félix
Alfredo/2019.
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