domingo, 10 de noviembre de 2019

Realidad paralela.




El mundo paralelo de Capella.

No habían pasado 8 horas del término de la comparecencia de Jesús Alberto Capella ante los inexpertos y desinformados diputados de la comisión de seguridad pública, cuando la obstinada realidad vuelve a abofetearle la cara al Chieff Police y a su mundo paralelo.
Una vez mas un cuerpo descuartizado aparece las avenidas de Cancún, y nuevamente las denominadas “narcomatas” vuelven a ligar al comandante Capella con carteles delincuenciales, específicamente “Los Rojos”, el mismo al que se le liga desde sus tiempos de jefe de la policía en Morelos cuando gobernaba Graco Ramírez.
Lo que ciertamente se esta viviendo a nivel de violencia indiscriminada en Quintana Roo, se refleja fielmente en las cifras oficiales del Semáforo Delictivo y del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, que ponen al otrora tranquilo Quintana Roo, como uno de los estados de mayor incidencia en actividad criminal.
Han sido tanto los hechos de sangre y crímenes violentos en este importante polo turístico, que el propio presidente de la república en una de sus mañaneras declaró que Quintana Roo es el estado mas violento de la península.
Curiosamente nadie se atrevió a contradecir las declaraciones del presidente López Obrador, se guardó un hermético silencio y le siguen apostando a que suceda un milagro y las cosas den un giro de 180 grados.
Lo cual es poco probable, particularmente por el hecho de las pésimas estrategias adoptadas en materia de seguridad por este abogado metido a policía y que no respeta opiniones de nadie, ni siquiera las de algunos militares que tiene como asesores el ejecutivo estatal, especialmente al general Bahena que está de adorno y sin ningún tipo de interés de involucrarse por el bien de un estado que hace 3 años le otorga un sustancioso salario, que lo mantiene en una inmerecida área de confort e indiferencia, mientras se crispa la condición anímica de una sociedad que se siente abandonada, traicionada y desesperada.
Es ilustrativo el texto de la última narcomanta, porque hace mención a información vertida en la reciente comparecencia de Alberto Capella ante unos diputados ñoños, por decir lo menos, o por no llamarlos traidores a la sociedad que les confirió una responsabilidad de velar por el interés del estado y del adecuado desempeño de los integrantes del gabinete del ejecutivo estatal.
Capella fiel a su estilo, no tardará en celebrar a puertas cerradas en la lujosa mansión en “Isla Dorada” que el gobierno del estado paga en esa que es una de las zonas mas exclusivas de Cancún y teniendo a su servicio un numero importantes de oficiales celebrando y otro importante número de integrantes de la tropa en calidad de meseros, choferes, mayordomos etc. Por lo pronto hoy Capella descansa plácidamente en uno de los hoteles mas lujosos de la ciudad, en tanto se despliegan un número importante de patrullas en vigilia, para velar el sueño de su majestad el príncipe Alberto.
Lastimosamente mientras el príncipe duerme adecuadamente acompañado; en Puerto Morelos acribillan a dos personas que quedan ultimadas dentro de su vehículo, una camioneta roja, y en otro punto populoso de Cancún le quitan la vida a quien los vecinos manifiestan que fue testigo del reciente crimen del oficial Albin Iván López Valenzuela y se había tomado muy en serio realizar la llamada proporcionando información sensible para ganarse el millón de pesos ofrecidos por Capella.
De tal suerte que a minutos de terminar el primer día de octubre, la cifra criminal de los carteles locales, se apuntan 4 homicidios contra ninguna detención, dicho coloquialmente, más de lo mismo, si consideramos que en lo que va de estos 9 meses del 2019, la cifra cruenta de homicidios supera los 700 sin que ninguno se haya resuelto, y ya mejor no hacemos la sumatoria de los últimos 3 años que asciende a varios miles en completa impunidad.
El panorama en términos de seguridad pública es tétrico, la irresponsabilidad con la que lo aborda Capella estos temas fundamentales es alarmante.
Su cinismo, su arrogancia, su desfachatez, su ineficiencia, su falta de compromiso, es una burla constante a la sociedad quintanarroense, este individuo se ha ganado a pulso el desprecio del pueblo que lo mantiene, la burla de sus adversarios los criminales, el irrespeto de la tropa que ve con creciente impotencia, como los mandos que salen a jugarse la vida, lo hacen en patrullas convencionales, en tanto el staff femenino que llegó de Morelos a trabajos secretariales y otros menesteres inconfesables públicamente, cuentan con vehículos blindados y hasta 4 escoltas cada una de ellas.
Ese es el cuerpo policiaco que le importa a Capella, sus secuaces de Morelos, los que sin conocer el mapa geodelictivo del estado, sus recovecos sociales, la importancia de ciertos factores aglutinantes y la representatividad de personajes claves, se dedican a experimentar, a improvisar, a ocurrencias y a atacar causas por efectos y no por sus orígenes, sin inteligencia, ni estrategias precisas que ayuden a determinar la forma de combatir el flagelo de la delincuencia.
Mal panorama pinta para el estado de mayor trascendencia turística en el país, considerando que el otro efecto que parecería ha dejado de tener la importancia y la relevancia, como lo es la afectación al flujo turístico, puede traerle consecuencias irreversibles y funestas a Quintana Roo y al país por añadidura, si las cosas siguen por el rumbo que han tomado desde hace 3 años.
De manera que parafraseando a Joaquín Hernández Galicia, “la Quina” al presidente Carlos Salinas de Gortari; guardando las respetables proporciones diría, Ciudadano Gobernador si se hunde el turismo, se hunde Quintana Roo, nos hundimos todos.

Ramiro Hernández Montemayor
Tulum Quintana Roo 1 de octubre de 2019.

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