El mundo paralelo de Capella.
No habían pasado 8 horas del término de la comparecencia de Jesús Alberto
Capella ante los inexpertos y desinformados diputados de la comisión de
seguridad pública, cuando la obstinada realidad vuelve a abofetearle la cara al
Chieff Police y a su mundo paralelo.
Una vez mas un cuerpo descuartizado aparece las avenidas de Cancún, y
nuevamente las denominadas “narcomatas” vuelven a ligar al comandante Capella
con carteles delincuenciales, específicamente “Los Rojos”, el mismo al que se
le liga desde sus tiempos de jefe de la policía en Morelos cuando gobernaba
Graco Ramírez.
Lo que ciertamente se esta viviendo a nivel de violencia indiscriminada en
Quintana Roo, se refleja fielmente en las cifras oficiales del Semáforo Delictivo
y del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, que
ponen al otrora tranquilo Quintana Roo, como uno de los estados de mayor
incidencia en actividad criminal.
Han sido tanto los hechos de sangre y crímenes violentos en este importante
polo turístico, que el propio presidente de la república en una de sus mañaneras
declaró que Quintana Roo es el estado mas violento de la península.
Curiosamente nadie se atrevió a contradecir las declaraciones del
presidente López Obrador, se guardó un hermético silencio y le siguen apostando
a que suceda un milagro y las cosas den un giro de 180 grados.
Lo cual es poco probable, particularmente por el hecho de las pésimas
estrategias adoptadas en materia de seguridad por este abogado metido a policía
y que no respeta opiniones de nadie, ni siquiera las de algunos militares que
tiene como asesores el ejecutivo estatal, especialmente al general Bahena que
está de adorno y sin ningún tipo de interés de involucrarse por el bien de un
estado que hace 3 años le otorga un sustancioso salario, que lo mantiene en una
inmerecida área de confort e indiferencia, mientras se crispa la condición
anímica de una sociedad que se siente abandonada, traicionada y desesperada.
Es ilustrativo el texto de la última narcomanta, porque hace mención a
información vertida en la reciente comparecencia de Alberto Capella ante unos
diputados ñoños, por decir lo menos, o por no llamarlos traidores a la sociedad
que les confirió una responsabilidad de velar por el interés del estado y del
adecuado desempeño de los integrantes del gabinete del ejecutivo estatal.
Capella fiel a su estilo, no tardará en celebrar a puertas cerradas en la
lujosa mansión en “Isla Dorada” que el gobierno del estado paga en esa que es una
de las zonas mas exclusivas de Cancún y teniendo a su servicio un numero
importantes de oficiales celebrando y otro importante número de integrantes de
la tropa en calidad de meseros, choferes, mayordomos etc. Por lo pronto hoy
Capella descansa plácidamente en uno de los hoteles mas lujosos de la ciudad,
en tanto se despliegan un número importante de patrullas en vigilia, para velar
el sueño de su majestad el príncipe Alberto.
Lastimosamente mientras el príncipe duerme adecuadamente acompañado; en
Puerto Morelos acribillan a dos personas que quedan ultimadas dentro de su
vehículo, una camioneta roja, y en otro punto populoso de Cancún le quitan la
vida a quien los vecinos manifiestan que fue testigo del reciente crimen del
oficial Albin Iván López Valenzuela y se había tomado muy en serio realizar la
llamada proporcionando información sensible para ganarse el millón de pesos
ofrecidos por Capella.
De tal suerte que a minutos de terminar el primer día de octubre, la cifra
criminal de los carteles locales, se apuntan 4 homicidios contra ninguna
detención, dicho coloquialmente, más de lo mismo, si consideramos que en lo que
va de estos 9 meses del 2019, la cifra cruenta de homicidios supera los 700 sin
que ninguno se haya resuelto, y ya mejor no hacemos la sumatoria de los últimos
3 años que asciende a varios miles en completa impunidad.
El panorama en términos de seguridad pública es tétrico, la
irresponsabilidad con la que lo aborda Capella estos temas fundamentales es
alarmante.
Su cinismo, su arrogancia, su desfachatez, su ineficiencia, su falta de
compromiso, es una burla constante a la sociedad quintanarroense, este
individuo se ha ganado a pulso el desprecio del pueblo que lo mantiene, la
burla de sus adversarios los criminales, el irrespeto de la tropa que ve con
creciente impotencia, como los mandos que salen a jugarse la vida, lo hacen en
patrullas convencionales, en tanto el staff femenino que llegó de Morelos a
trabajos secretariales y otros menesteres inconfesables públicamente, cuentan
con vehículos blindados y hasta 4 escoltas cada una de ellas.
Ese es el cuerpo policiaco que le importa a Capella, sus secuaces de
Morelos, los que sin conocer el mapa geodelictivo del estado, sus recovecos
sociales, la importancia de ciertos factores aglutinantes y la
representatividad de personajes claves, se dedican a experimentar, a
improvisar, a ocurrencias y a atacar causas por efectos y no por sus orígenes,
sin inteligencia, ni estrategias precisas que ayuden a determinar la forma de
combatir el flagelo de la delincuencia.
Mal panorama pinta para el estado de mayor trascendencia turística en el
país, considerando que el otro efecto que parecería ha dejado de tener la
importancia y la relevancia, como lo es la afectación al flujo turístico, puede
traerle consecuencias irreversibles y funestas a Quintana Roo y al país por
añadidura, si las cosas siguen por el rumbo que han tomado desde hace 3 años.
De manera que parafraseando a Joaquín Hernández Galicia, “la Quina” al
presidente Carlos Salinas de Gortari; guardando las respetables proporciones
diría, Ciudadano Gobernador si se hunde el turismo, se hunde Quintana Roo, nos
hundimos todos.
Ramiro Hernández Montemayor
Tulum Quintana Roo 1 de octubre de 2019.
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