Tragedia
en la Universidad Anáhuac.
(Cuando llegues
a Madrid Chuchito mío.)
A la
llegada como rector de la Universidad Anáhuac Cancún Jesús Quirce Andrés hace
por lo menos 5 años, se enteró de viva voz de los muchachos universitarios de la
problemática que padecían como estudiantes.
El 1er y
mas sentido reclamo de los jóvenes universitarios era el grave riesgo que se
corría al cruzar los 6 carriles del Boulevard Luis Donaldo Colosio para llegar
al acceso del campus universitario y viceversa, cada vez que requerían asistir o
retirarse de su alma máter para prepararse académicamente.
Pero Jesús
Quirce no dio mayor importancia a las necesidades apremiantes de quienes con
sus colegiaturas le pagan la vida que lleva.
Tendríamos
que precisar que el sacerdote Quirce ordenado en 2002 dentro de los Legionarios
de Cristo, es uno de los pocos que ha superado con solvencia el celibato de su
congregación; bueno al menos de manera oficial, porque su fundador, el réprobo
Marcial Maciel tuvo por lo menos dos esposas y con ambas una familia de varios
hijos, que se vieron en la necesidad de denunciar ante Carmen Aristegui los
abusos de los que fueron objeto.
Cuando
estallan de manera incontenible la perversa conducta de Marcial Maciel, uno de
los personajes que igualmente cobra relevancia en esos escándalos de pedofilia,
drogadicción y manejo financiero de recursos económicos de orígenes sospechosos
y destino de los mismos en paraísos fiscales, fue el curita español Jesús
Quirce quien a la postre era uno de los 3 responsables del manejo de todas las finanzas de esa
importante corporación, tal y como lo acreditó la investigación denominada
“Paradise Papers”
Corporación
tan poderosa que pudo comprar la complicidad y el silencio del polaco Karol
Józef Wojtyla, el acomodaticio mandamás de la iglesia católica por esos años.
La
avalancha de demandas e investigaciones vaticanas al respecto y que continuara
el alemán Joseph Ratzinger alias Benedicto XVI, terminó con el retiro impune de
Marcial Maciel a su natal Michoacán, en Cotija específicamente, donde estaría
dedicado a la oración como penitencia.
La onda
expansiva de los sucios escándalos alcanzó al españolete Jesús Quirce y se vio
en la necesidad de abandonar el círculo de poder que frecuentaba entre
políticos y empresarios, casando hijas de prominentes personajes y bendiciendo
a diestra y siniestra lo que le pusieran enfrente siempre y cuando los estipendios
estuvieran a la altura de sus actuaciones, así que no le quedó mas y tuvo que
abandonar su área de lujoso confort para ser remitido como benévola sanción, a
la rectoría de la Universidad Anáhuac de Cancún.
Insatisfecho
con su nueva encomienda, de inmediato dejó sentir su descontento con el
personal docente de la Universidad a quien le da trato de servidumbre y por
supuesto con el estudiantado que tienen en él a una figura distante, déspota e
insensible a sus inquietudes y necesidades.
Con este
panorama y con semejante personaje a cargo de los destinos de la Universidad
Anáhuac, las inquietudes estudiantiles fueron echadas en saco roto y Chuchito
Quirce eligió realizar contratos de prestaciones de servicio con reconocidas
franquicias para que se instalaran dentro del campus universitario a cambio de
jugosas rentas, de manera que los estudiantes siguen sin tener transporte
propio para ser trasladados al campus, como si lo tiene la Universidad La Salle
o la propia Universidad Tecnológica, pero a cambio tienen un Oxxo y un
Starbucks dentro de sus instalaciones.
Las
consecuencias de esa insensibilidad y ese distanciamiento entre estudiantes y
su rector madrileño, se dejaron sentir de manera funesta el día 8 de octubre de
2019 cuando una joven estudiante de medicina fuese arrollada por vehículos al
intentar cruzar la avenida de 6 carriles, como usualmente lo hacen muchísimos
estudiantes diariamente desde hace años.
A 24 horas
de estos desafortunados hechos, la Universidad Anáhuac no ha expresado su
postura oficial, ni ha solicitado reuniones de trabajo con las autoridades
correspondientes a fin de definir una solución con carácter urgente a estos
peligros cotidianos que jóvenes quintanarroenses asumen por aspirar a estar
mejor preparados y servirle de mejor manera a su estado.
Tampoco se
ha escuchado el interés de la presidente municipal María Hermelinda Lezama para
aportar dentro de sus obligaciones y atribuciones una respuesta expedita ante
esta peligrosa situación, pero lo que si tiene es una jauría de motopatrulleros
de tránsito extorsionando diariamente a una enorme cantidad de ciudadanos que
transitan por esa concurrida avenida. Estos deplorables servidores públicos
jamás se han preocupado por proteger y permitir el cruce seguro de los jóvenes
de la Anáhuac, por el contrario apostados y semiescondidos a la sombra de unos
laureles a situados a unos cuantos metros de la Anáhuac, se dedican a perseguir
y extorsionar a todo aquel que según ellos haya rebasado los límites de
velocidad, aunque no tengan forma de acreditarlo legalmente, porque ninguno de
ellos porta la pistola radar para esos efectos, ¿estará el Capitán Jesús Salas
enterado y es cómplice de estas sinverguenzadas? o nuevamente solo mira para
otro lado cómodamente como ha sido su costumbre.
Mientras
las autoridades involucradas hacen mutis ante esta tragedia estudiantil, solo
los propios estudiantes de la Anáhuac intentan manifestarse al respecto, pero
el talante autoritario del gachupín que inmerecidamente ocupa la rectoría, en
vez de respaldarlos y canalizar adecuadamente sus justos reclamos amenaza con
sancionarlos y reprime absurdamente lo que debería ser su 1ª responsabilidad.
Este
oscuro sujeto es quien ostenta el inmerecido cargo de rector de la Universidad
Anáhuac, le conviene saber que la sociedad quintanarroense sabe bien a bien la
clase de inmoral conducta que ha desarrollado desde hace varios años en este
magnánimo país donde puede hacer lo que no hace en el suyo, porque con
conductas similares allá en su natal España Iñaki Urdangarin el cuñado real del
Felipón VI, terminó con sus huesos en la cárcel. (¡ay cuando llegues a “Madrí” chuchito mío¡)
Esperemos
que pronto las autoridades de esta materia se reúnan y se aboquen a resolver de
inmediato esta situación antes que estos peligros enluten a alguna familia
quintanarroense, ante la impasible e indiferente conducta de Jesús Quirce
Andrés y que la Junta de Gobierno de la Anáhuac se entere de una buena vez la
reprochable conducta de su pésimo empleado.
Jimena
Aguilar Tejeda
lospoliticosmedanrisa@yahoo.com.mx
Cancún,
Quintana Roo a 9 de octubre de 2019.
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