Al
ladrón…
…
es la vieja monserga, las miradas y las
voces se dirigen al ladrón señalado por alguien que desea desviar la atención
pública de su propia felonía, desviando la atención hacia un tercero y
capitalizar en su provecho el distractor.
Son
tiempos electorales y la llegada de Roberto Borge Angulo en calidad de detenido
a suelo mexicano, da la oportunidad a todo tipo de comentarios en las redes
sociales, escritos por las más variopintas plumas.
Los
comentarios se centran en el pésimo y abusivo desempeño del ex gobernante, y
algunos reparten culpas con su mentor político el senador Félix González Canto;
otros más “visionarios” responsabilizan a Joaquín Hendricks Díaz de la llegada
del propio Félix González Canto a la titularidad del poder ejecutivo estatal,
sosteniendo los mismos criterios de selección para elegir el candidato a modo y
la presunta manipulación posterior, misma decisión que el ingeniero Villanueva
Madrid adoptó para ungir a Hendricks Díaz de tristísima memoria también para
los quintanarroenses.
Bien
mirado en cada administración estatal siempre ha habido un alter ego, un
operador financiero, otro para los trabajos metaconstitucionales y la amante
privilegiada sobre las demás.
Nadie
debería llamarse a engaño de la reiteración de los ciclos perniciosos de la administración
pública.
La
diferencia que hay entre el pasado reciente y la actualidad, no es el escandaloso nivel de
corrupción ni el derroche faraónico de Roberto Borge, porque de haberse
salido con la suya, José Luis Toledo en 1er lugar o Mauricio Góngora, hubieran
tenido que maniobrar para la protección de Borge y adláteres, que era en buena
medida seguir protegiéndose ellos mismos.
Como
lo hizo Hendricks Díaz con Mario Villanueva, recordemos que el ingeniero
Villanueva está en reclusión por denuncias interpuestas por la PGR vía SIEDO de
aquel entonces y no por denuncias del estado, misma política que siguió Félix González
con Joaquín Hendricks y Roberto con el propio senador González Canto.
Fueron los
múltiples yerros de Roberto Borge los que propiciaron la alternancia en la cúpula del
poder, y con ello las represalias y venganzas propias entre los hijos del PRI.
Seguro
estoy que si vuelve haber alternancia al concluir el mandato del actual
ejecutivo, muchos de sus actuales colaboradores tendrían que vérselas con
denuncias y persecuciones, porque al final esto no es una decisión de justicia
como todas las administraciones cacarean, sino de exterminio de los adversarios
para poder proceder en beneficio de sus propios intereses y los de su grupo
político y en menor medida de la comunidad que sigue siendo relegada.
Hasta
la fecha siguen evadiendo a la justicia colaboradores de Mario Villanueva y de Roberto Borge, en tanto
ellos siguen en reclusión, en ambos casos también allegados a su círculo de
poder han pisado las cárceles por diferentes motivos e imputaciones.
En
ningún caso las autoridades capturaron y encarcelaron inocentes, en todo caso
la perspectiva jurídica empleada permitió la evasión de la justicia por delitos
específicos, pero no se imputaron los que si hubieran permitido la consignación
por su desempeño corrupto de las arcas públicas, de esos pájaros de cuenta por
varios años tras las rejas.
Hoy
gozando de libertades inicuas levantan la voz para escribir públicamente y
señalar… al ladrón.
Pero
hay ex convictos más atrevidos, en la entelequia política que se vive varios de
ellos buscan nuevamente el voto de los ciudadanos a quienes decepcionaron y
robaron.
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