La UNACAR,
PEMEX y la SEP
(Corruptio optimi pessima)
Por: Félix
Justiniano Ferráez.
Profeso
el mayor respeto por mi Alma Mater y soy afortunado porque tuve dos: La UNACAR
y la UADY aparte de un fugaz paso por la UNAM.
Indudablemente
los recuerdos en mi islita son fundamentales y básicos para entender mis
reflexiones, porque hay que tomar en cuenta que tuve el privilegio de ver nacer
a mi Universidad que por esas fechas, carecía de la autonomía de cátedra y aún
se ostentaba como UNICAR; ya que fui la
última generación de estudiantes de secundaria que pisó el antiguo Liceo
Carmelita, para trasladarnos a las flamantes instalaciones de lo que es hoy esa
casa de estudios y continuar ahí nuestra preparación de secundaria y
preparatoria, ya que no había en esas
épocas la posibilidad de cursar la licenciatura.
Me
estoy refiriendo que en 1968 –el año olímpico- ya estaba por el segundo año de
secundaria y terminaba la preparatoria por 1973. Durante esos 5 años de mi
permanencia se consolidaron las amistades de la primaria y en muchísimos casos
mis amigos de entonces lo siguen siendo ahora 45 años después.
Si
los enumero y llego a omitir alguno de manera involuntaria, la idiosincrasia
carmelita caerá sobre mi humanidad en diferentes manifestaciones de su
folklore. Mis amigos de ambos géneros saben quienes son.
Jugamos
béisbol llanero debajo de su tanque elevado, futbol en su campito de futbol y
en el mismísimo campo de Béisbol “Resurgimiento,” asistíamos a los talleres de:
estructuras metálicas, electricidad y combustión interna y ahí se formaban de
manera natural los equipitos de todos los deportes que practicábamos, también
limábamos nuestras diferencias a base de golpes alrededor de lo que eran las
instalaciones de su Escuela Técnica Pesquera. Con toda la solemnidad de la
juventud, acudíamos al Auditorio a los concursos de oratoria, festivales y
reconocimientos de fin de curso; recuerdo con memoria eidética el único
concurso de matemáticas celebrado entre los alumnos de los excelentes
profesores Elisauro López Flores y Salatiel.
De
la misma manera me queda la película grabada que en la campaña presidencial de Luis
Echeverría al paso del convoy en la Avenida Aviación a escasos 200 metros de la
emblemática fuente del Camarón, una aguerrida y voluntariosa jovencita le hace
entrega de una sentida y justa petición en un hoja de papel simple, que a la
postre resultó finalmente en la asignación de un camión de transporte de
personal propiedad de la propia Universidad, mismo que durante muchos años
manejó el güero Manuel Torelló en la infinidad de excursiones que organizamos
en aquellos tiempos.
No
creo faltar a la verdad si calculo que seríamos un poco más de 500 alumnos por
entonces.
Hoy
día mi querida UNACAR tiene 3 campus y 6 mil alumnos, a los que abriga en aulas
de preparatoria, licenciatura y posgrado y cuenta con un presupuesto del orden
de 426 millones de pesos anuales.
Hasta
aquí todo sería motivo de regocijo, orgullo y satisfacción para nosotros sus
egresados; lamentablemente los veneros del petróleo facturados por el diablo
metieron la mano, y con la ambición de funcionarios de PEMEX y la codicia de
unos cuantos funcionarios de la UNACAR, pensaron haber encontrado la fórmula
mágica para triangular recursos federales y asignarlos directamente y a modo, a
empresas seleccionadas muy convenientemente, bajo la absurda consideración de
que su condición de Universidad Pública le permitiría ser la excepción de los
preceptos del artículo 1ero de la Ley de Adquisiciones, Arrendamientos y
Servicios del Sector Público, olvidando olímpicamente que los recursos públicos
al ser ejercidos independientemente del ente ejecutor, quedan bajo el
escrutinio de las leyes de la materia.
El
asunto no es un tema menor cuando nos enteramos que sólo durante el año de 2014
se firmaron contratos por 1629 millones de pesos. Es decir el equivalente de cuatro veces su
presupuesto anual asignado, que sumado a éste, llega a la muy respetable
cantidad de 2055 millones de pesos.
Pongámoslo
en perspectiva para entenderlo mejor, el Ayuntamiento de Ciudad del Carmen cuyo
Cabildo gobiernan a 220 000 ciudadanos aproximadamente, lo hace con un presupuesto
anualizado del tenor de 1576 millones de pesos aproximadamente.
En
contraparte la UNACAR educa a 6000 estudiantes y maneja más de 2000 mil
millones de pesos. Es decir, maneja más
dinero público el rector carmelita que el presidente municipal.
Si
las cosas fueran como deberían de ser, estaríamos hablando de una Súper
Universidad con súper instalaciones, maestros de altísima preparación y las más
modernas y funcionales aulas de catedra e investigación, laboratorios, etc.
pero todo eso es una utopía, un espejismo, un fatamorgana económico, una
ilusión financiera, un patrimonio quimérico, porque la realidad aplastante es
otra y se constituye como sigue.
·
Según se
desprende de las denuncias periodísticas sólo durante 2014 firmaron 11
convenios (10 con PEMEX y 1 con la SAGARPA) cuyo monto como ya dije es del
orden de 1629 millones de pesos.
·
Las acciones
(adquisiciones, arrendamientos y contrataciones) derivadas por esta cuantiosa
suma, en modo alguna quedaron sujetas al escrutinio de ley al asignarse de
manera directa, es decir sin las licitaciones correspondientes.
·
Contrario al
contenido de los contratos donde se establece la personalidad jurídica y la
capacidad de la UNACAR para realizar esas acciones, se subcontrataron 826 430 000.00
pesos en tan solo 19 empresas. Es decir el 71.4 % del total de los recursos
recibidos.
·
Se destinaron
116, 558,000.00 pesos para pagar servicios personales extraordinarios, aun
cuando en el cuerpo de los contratos se establecía la capacidad de la UNACAR de
contar con el personal suficiente y competente.
·
Hay 214 682
000.00 misteriosamente “desaparecidos” cuya comprobación los funcionarios a
cargo del ejercicio de esos recursos, no han podido realizar.
·
Es
particularmente significativo el caso de la empresa “Estudios y Servicios
Ecológicos y Ambientales de Tabasco SAPI de CV” a cuyas arcas se le
transfirieron directamente 252 millones de pesos.
·
La Auditoria
Superior de la Federación ha realizado una auditoría forense a una muestra de
539 465 500.00 que ha arrojado como consecuencia un Dictamen Negativo en función de las irregularidades determinadas y
una serie de recomendaciones que oscilan, desde los procedimientos
resarcitorios, hasta las sanciones que se establezcan por los daños
patrimoniales.
·
Adicionalmente
Francisco Javier Chávez Rangel Director General del Instituto de Educación de Aguascalientes,
ha demandado penalmente a los funcionarios de la UNACAR por el incumplimiento
de un contrato de servicios celebrado entre el propio Chávez Rangel y Sergio
Augusto López Peña ex rector de la UNACAR, y la causa es asombrosa por la
irresponsabilidad de la omisión, ya que no se proporcionó equipamiento y
conectividad a 645 Aulas Telemáticas, 732 aulas básicas y tampoco se entregaron
las 15 601 laptops convenidas, dentro del programa Habilidades Digitales para
Todos(HDT) Bien mirado el daño a la niñez y juventud de Aguascalientes es
catastrófico, como para que los responsables de esos delitos anden libremente
gozando de cabal impunidad.
Vale
la pena señalar que estas prácticas llevaban 4 años de estarse ejerciendo con
tan singulares características, es decir, las coincidencias se derivaban de una
presidencia de ideología panista encabezando al país, una presidencia municipal
del mismo corte ideológico, lo que obviaron consecuentemente el flujo de los
recursos tanto de PEMEX como de la Secretaria de Educación hacia la UNACAR, y
aquí subrayo que lo que se hizo con la mejor intención para darle lustre y
reconocimiento a un gobierno federal, concluyó con los pésimos resultados que
ahora vemos por la ambición e inmoralidad de un grupúsculo de servidores
públicos de PEMEX y la UNACAR, que olvidándose de sus obligaciones laborales y
los principios éticos de toda profesión, se dedicaron a enriquecerse
brutalmente sin importarles las formas, ni las consecuencias; y en el pecado
todos esperamos que lleven la penitencia.
El
buen nombre de la Universidad Autónoma del Carmen, no puede, ni debe ser
relacionado con la despreciable conducta de quienes tuvieron el honor
inmerecido de conducir sus destinos.
Como
dice el subtítulo de mi reflexión… La corrupción de los mejores, es la peor.
F.
Justiniano. F.
Caribe
Mexicano/2016
fjf54@hotmail.com
@watane1
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