miércoles, 2 de marzo de 2016

UNACAR PEMEX y SAGARPA


La UNACAR, PEMEX y la SEP
(Corruptio optimi pessima)

Por: Félix Justiniano Ferráez.


Profeso el mayor respeto por mi Alma Mater y soy afortunado porque tuve dos: La UNACAR y la UADY aparte de un fugaz paso por la UNAM.
Indudablemente los recuerdos en mi islita son fundamentales y básicos para entender mis reflexiones, porque hay que tomar en cuenta que tuve el privilegio de ver nacer a mi Universidad que por esas fechas, carecía de la autonomía de cátedra y aún se ostentaba como UNICAR;  ya que fui la última generación de estudiantes de secundaria que pisó el antiguo Liceo Carmelita, para trasladarnos a las flamantes instalaciones de lo que es hoy esa casa de estudios y continuar ahí nuestra preparación de secundaria y preparatoria, ya que no había  en esas épocas la posibilidad de cursar la licenciatura.
Me estoy refiriendo que en 1968 –el año olímpico- ya estaba por el segundo año de secundaria y terminaba la preparatoria por 1973. Durante esos 5 años de mi permanencia se consolidaron las amistades de la primaria y en muchísimos casos mis amigos de entonces lo siguen siendo ahora 45 años después.
Si los enumero y llego a omitir alguno de manera involuntaria, la idiosincrasia carmelita caerá sobre mi humanidad en diferentes manifestaciones de su folklore. Mis amigos de ambos géneros saben quienes son.
Jugamos béisbol llanero debajo de su tanque elevado, futbol en su campito de futbol y en el mismísimo campo de Béisbol “Resurgimiento,” asistíamos a los talleres de: estructuras metálicas, electricidad y combustión interna y ahí se formaban de manera natural los equipitos de todos los deportes que practicábamos, también limábamos nuestras diferencias a base de golpes alrededor de lo que eran las instalaciones de su Escuela Técnica Pesquera. Con toda la solemnidad de la juventud, acudíamos al Auditorio a los concursos de oratoria, festivales y reconocimientos de fin de curso; recuerdo con memoria eidética el único concurso de matemáticas celebrado entre los alumnos de los excelentes profesores Elisauro López Flores y Salatiel.
De la misma manera me queda la película grabada que en la campaña presidencial de Luis Echeverría al paso del convoy en la Avenida Aviación a escasos 200 metros de la emblemática fuente del Camarón, una aguerrida y voluntariosa jovencita le hace entrega de una sentida y justa petición en un hoja de papel simple, que a la postre resultó finalmente en la asignación de un camión de transporte de personal propiedad de la propia Universidad, mismo que durante muchos años manejó el güero Manuel Torelló en la infinidad de excursiones que organizamos en aquellos tiempos.
No creo faltar a la verdad si calculo que seríamos un poco más de 500 alumnos por entonces. 
Hoy día mi querida UNACAR tiene 3 campus y 6 mil alumnos, a los que abriga en aulas de preparatoria, licenciatura y posgrado y cuenta con un presupuesto del orden de 426 millones de pesos anuales.
Hasta aquí todo sería motivo de regocijo, orgullo y satisfacción para nosotros sus egresados; lamentablemente los veneros del petróleo facturados por el diablo metieron la mano, y con la ambición de funcionarios de PEMEX y la codicia de unos cuantos funcionarios de la UNACAR, pensaron haber encontrado la fórmula mágica para triangular recursos federales y asignarlos directamente y a modo, a empresas seleccionadas muy convenientemente, bajo la absurda consideración de que su condición de Universidad Pública le permitiría ser la excepción de los preceptos del artículo 1ero de la Ley de Adquisiciones, Arrendamientos y Servicios del Sector Público, olvidando olímpicamente que los recursos públicos al ser ejercidos independientemente del ente ejecutor, quedan bajo el escrutinio de las leyes de la materia.
El asunto no es un tema menor cuando nos enteramos que sólo durante el año de 2014 se firmaron contratos por 1629 millones de pesos.  Es decir el equivalente de cuatro veces su presupuesto anual asignado, que sumado a éste, llega a la muy respetable cantidad de 2055 millones de pesos.
Pongámoslo en perspectiva para entenderlo mejor, el Ayuntamiento de Ciudad del Carmen cuyo Cabildo gobiernan a 220 000 ciudadanos aproximadamente, lo hace con un presupuesto anualizado del tenor de 1576 millones de pesos aproximadamente.
En contraparte la UNACAR educa a 6000 estudiantes y maneja más de 2000 mil millones de pesos.  Es decir, maneja más dinero público el rector carmelita que el presidente municipal.
Si las cosas fueran como deberían de ser, estaríamos hablando de una Súper Universidad con súper instalaciones, maestros de altísima preparación y las más modernas y funcionales aulas de catedra e investigación, laboratorios, etc. pero todo eso es una utopía, un espejismo, un fatamorgana económico, una ilusión financiera, un patrimonio quimérico, porque la realidad aplastante es otra y se constituye como sigue.
·        Según se desprende de las denuncias periodísticas sólo durante 2014 firmaron 11 convenios (10 con PEMEX y 1 con la SAGARPA) cuyo monto como ya dije es del orden de 1629 millones de pesos.
·        Las acciones (adquisiciones, arrendamientos y contrataciones) derivadas por esta cuantiosa suma, en modo alguna quedaron sujetas al escrutinio de ley al asignarse de manera directa, es decir sin las licitaciones correspondientes.
·        Contrario al contenido de los contratos donde se establece la personalidad jurídica y la capacidad de la UNACAR para realizar esas acciones, se subcontrataron 826 430 000.00 pesos en tan solo 19 empresas. Es decir el 71.4 % del total de los recursos recibidos.
·        Se destinaron 116, 558,000.00 pesos para pagar servicios personales extraordinarios, aun cuando en el cuerpo de los contratos se establecía la capacidad de la UNACAR de contar con el personal suficiente y competente.
·        Hay 214 682 000.00 misteriosamente “desaparecidos” cuya comprobación los funcionarios a cargo del ejercicio de esos recursos, no han podido realizar.
·        Es particularmente significativo el caso de la empresa “Estudios y Servicios Ecológicos y Ambientales de Tabasco SAPI de CV” a cuyas arcas se le transfirieron directamente 252 millones de pesos.
·        La Auditoria Superior de la Federación ha realizado una auditoría forense a una muestra de 539 465 500.00 que ha arrojado como consecuencia un Dictamen Negativo en función de las irregularidades determinadas y una serie de recomendaciones que oscilan, desde los procedimientos resarcitorios, hasta las sanciones que se establezcan por los daños patrimoniales.
·        Adicionalmente Francisco Javier Chávez Rangel Director General del Instituto de Educación de Aguascalientes, ha demandado penalmente a los funcionarios de la UNACAR por el incumplimiento de un contrato de servicios celebrado entre el propio Chávez Rangel y Sergio Augusto López Peña ex rector de la UNACAR, y la causa es asombrosa por la irresponsabilidad de la omisión, ya que no se proporcionó equipamiento y conectividad a 645 Aulas Telemáticas, 732 aulas básicas y tampoco se entregaron las 15 601 laptops convenidas, dentro del programa Habilidades Digitales para Todos(HDT) Bien mirado el daño a la niñez y juventud de Aguascalientes es catastrófico, como para que los responsables de esos delitos anden libremente gozando de cabal impunidad.

Vale la pena señalar que estas prácticas llevaban 4 años de estarse ejerciendo con tan singulares características, es decir, las coincidencias se derivaban de una presidencia de ideología panista encabezando al país, una presidencia municipal del mismo corte ideológico, lo que obviaron consecuentemente el flujo de los recursos tanto de PEMEX como de la Secretaria de Educación hacia la UNACAR, y aquí subrayo que lo que se hizo con la mejor intención para darle lustre y reconocimiento a un gobierno federal, concluyó con los pésimos resultados que ahora vemos por la ambición e inmoralidad de un grupúsculo de servidores públicos de PEMEX y la UNACAR, que olvidándose de sus obligaciones laborales y los principios éticos de toda profesión, se dedicaron a enriquecerse brutalmente sin importarles las formas, ni las consecuencias; y en el pecado todos esperamos que lleven la penitencia.
El buen nombre de la Universidad Autónoma del Carmen, no puede, ni debe ser relacionado con la despreciable conducta de quienes tuvieron el honor inmerecido de conducir sus destinos.
Como dice el subtítulo de mi reflexión… La corrupción de los mejores, es la peor.

F. Justiniano. F.
Caribe Mexicano/2016
fjf54@hotmail.com

@watane1

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