Mi Navidad.-
Todos
los días deberían ser navidad, el espíritu que prevalece en esta fechas
ayudaría a terminar con los males y las carencias de la humanidad, habida
cuenta que es el propio hombre el causante de todas sus desgracias, finalmente
ya lo había dicho siglos antes Plauto, “homo homini lupus”, el hombre es el
lobo del hombre. Y si no lo dijo Plauto algún filósofo griego lo dijo de manera
indubitable. A mis 61 años se me perdonan cualquier traición de la memoria.
La
natividad del señor en aquel humilde pesebre en Belén llena de sentimientos magnánimos
a casi toda la humanidad entera, se perdonan agravios, se estrechan las manos
de los enemigos, se realizan promesas para cambiar para bien las conductas de
cada uno de nosotros, lo cierto es que la mayoría de las veces estos cambios
son episódicos y no permanentes como deberían, esa es finalmente la condición
real del ser humano, la imperfectibilidad. Y ahí le va otro latinajo, “errare
humanum est”. Errar es de humanos,
seríamos robots o máquinas de interactuación entre similares si no fuera así.
Nada como las emociones, aquellas que aceleran los latidos, hacen sudar las
manos, y nos ponen en estado de ansiedad temporal, producto de esas emociones
se escribieron con inspiraciones superiores los versos más hermosos, novelas
inmortales, se perpetuaron imágenes y personajes a través de los trazos en
aquellos lienzos imperecederos que se atesoran en los grandes museos. Y ahí en
el mármol eterno de materializan el talento y la inspiración de aquellas mentes
que eran guiadas por el toque de la divinidad celeste, de la misma manera que
en partituras sempiternas se plasmaron las obras musicales más importantes que
jamás haya escuchado la humanidad.
Sin
temor a equivocarme todas las gestas de la humanidad fueron conseguidas a través
de esos impulsos de creatividad o inspiraciones divinas, poetas, músicos,
pintores, escultores, generales, marinos, todos tuvieron la genialidad única,
non, exclusiva que se depara y confiere a seres extraordinarios, aquellos que
legaron sus obras y logros como herencia a las generaciones posteriores, hasta
que el diablo metió la cola y nos llenó de políticos corruptos, ignorantes,
manipuladores, insensibles, arrogantes, codiciosos, incapaces etc. con mentes
retorcidas y perversas y el mundo entro en declive en una espiral descendente y
perniciosa.
En
función de ello sabemos de pueblos enteros bajo el yugo de la arbitrariedad y
el abuso, de mano de obra infantil cuasi esclavizada, de mujeres abusadas,
maltratadas, lapidadas hasta la muerte y asesinadas de manera ignominiosa en la
más absoluta impunidad, de adultos mayores en el abandono y sin protección de
un sistema social que los cuide, proteja y provea, generaciones de jóvenes
alrededor del mundo con las esperanzas y los sueños robados por las deudas de
ambiciones faraónicas de sus gobernantes incapaces y ladrones, y así los abusos
del hombre sobre el hombre fueron convirtiéndose en la representación
contemporánea de las 7 plagas de Egipto.
En
la sangrienta victoria de los aliados en la segunda guerra mundial, el 1er
ministro británico en reconocimiento al heroico esfuerzo y sacrificio de la RFA
(Real Fuerza Aérea) inmortalizó una frase de gratitud a sus fuerzas armadas…
“nunca tantos, debieron tanto a tan pocos”.
Hoy
ese significado cobra una nueva dimensión de manera grotesca e inversamente
proporcional en función del bien recibido por el sacrificio de vidas que se
ofrendaron por el bienestar de sus compatriotas, hoy muchos deben dinero que no
gastaron ni autorizaron, y en función de ello cargan sobre sus espaldas
desgracias y carencias por la ambición de un puñado de abusivos ladrones que se
robaron con el dinero de sus gobernados, los sueños y la posibilidad de una
vida digna y justa.
Personajes
oscuros, patibularios, limitados, vestidos con el uniforme común de
“políticos”, con fortunas imperiales exhibidas sin vergüenza ni pudor,
caricaturas de sí mismos y en general del género humano, sin principios,
valores o convicciones, y ahí en su medio merodean y presumen sus limitaciones
vestidas con corrupción y arrogancia, soslayando el desprecio colectivo y el
repudio de que son objetos a sus espaldas y en las redes sociales.
La
primavera árabe es el emblemático ejemplo de cómo terminan esos sátrapas, y ese
ejemplo debería guiarnos a muchos pueblos hartos de abusos, corrupción e
impunidad. Es el hartazgo y no otra cosa
lo que llevó a esos cambios radicales en el otro extremo del planeta, pero
nadie de este lado de occidente ha puesto sus barbas a remojar.
Estas
fechas son fechas de reflexión y conciliación, quiera Dios quiera, Rafael; le
escribía en un soneto de rima forzada Nicolás Guillén a Rafael Alberti,
agradeciéndole una pierna de chancho en salmuera que le regalara el español al
cubano en fechas como estas, hoy hago mía la frase para decir, Quiera Dios
quiera, familia y amigos, que el espíritu navideño modifique de manera
permanente las conductas delictivas de los políticos, o que encontremos la
fuerza y el valor para exigir a esa minoría abusiva y ladrona lo que por
justicia le corresponde a las generaciones de relevo. Que rescatemos el futuro de nuestros hijos de
las manos criminales de un puñado de indecentes, la humanidad tiene el derecho
de un giro para mejorar, para repartir equitativamente los bienes y riquezas
del planeta, habida cuenta que este 4to planeta del sistema solar es la casa de
todos.
Hoy
por primera vez en mi casa estará vacía la silla más emblemática, la de mi
padre Félix Alonso, por primera vez no celebro la natividad del niño Dios con
mi viejito adorado, con mi personaje favorito, con mi héroe de mis días de
infancia y mi eterno consejero, pero aquí están conmigo sus enseñanzas y
consejos, su ejemplo de hombre de bien y honorable, honor y valor que le
acompañó hasta su último hálito de vida; también del otro lado del atlántico
está la mujer de mi vida y hoy no cena conmigo esa dama que me robó el aliento
y la inspiración desde el primer día que vino al mundo, mi hija Arantxa Isasu,
una hermosa joven talentosa, bella, única para mis ojos y mi corazón, hasta
allá hijita querida vuelan mis palabras hechas versos para expresarte la
reiteración de mi amor incondicional y mi apoyo absoluto, aquí sigues dentro de
mí de donde nunca te has ido, como tampoco se ha ido Jossely mi nieta adorada
que aún no tiene permiso para recibir nuestro amor y nuestras bendiciones y en
la distancia le pedimos a Dios por ella para que la guie por el camino del
bien, la felicidad y armonía familiar, para que quienes la están educando
tengan el tino y la sabiduría para inculcarle los valores y principios que
nosotros le inculcaríamos.
Hoy
ceno con mi tropa de siempre Magda solidaria. amorosa y leal, Alfredo noble y
apasionado con su sangre e injustamente castigado por la ausencia de Jossely,
no conozco mejor padre que mi hijo y le pido a ese Dios de todos, que le
permita el ejercicio de la paternidad que se ha ganado con sobrados méritos,
Beto brillante, competente y de enorme sensibilidad musical, Alex único,
ocurrente, inteligente y el políglota familiar, mis hijos mis bendiciones y mi
motor.
Mi
mesa se engalana con la presencia de tres hermosas damas, Dalia la intachable y
comprometida pareja de José Alfredo y Clarissa mi hija alemana putativa que se
ha sumado a nuestra sangre con cariño y disposición absoluta, y por supuesto mi
sombra y mi conciencia interior, mi hermana Noemí que hace suyas mis causas y
las abraza con la misma pasión que yo.
Finalizo
porque se enfría el pavo que José Alfredo nos brindó, ojalá que todos sin
excepción tenga suficientes motivos para agradecer en sus vidas y brindar por
ello, que en cada hogar de mi familia y amistades, que son lo mismo, no falte
la alegría y la gratitud por los dones recibidos, que haya salud, paz,
inspiración y trabajo digno y bien remunerado.
Que
la humanidad entera se reconcilie y se creen las condiciones de un mundo justo
y equitativo donde quepamos todos, con todo y sueños.
Son
mis deseos de toda la vida, ¡Feliz navidad!
F.
Justiniano. F
Caribe
Mexicano/2015
En
la natividad del niño Dios.
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