miércoles, 2 de marzo de 2016

Mi Navidad



Mi Navidad.-

Todos los días deberían ser navidad, el espíritu que prevalece en esta fechas ayudaría a terminar con los males y las carencias de la humanidad, habida cuenta que es el propio hombre el causante de todas sus desgracias, finalmente ya lo había dicho siglos antes Plauto, “homo homini lupus”, el hombre es el lobo del hombre. Y si no lo dijo Plauto algún filósofo griego lo dijo de manera indubitable. A mis 61 años se me perdonan cualquier traición de la memoria.
La natividad del señor en aquel humilde pesebre en Belén llena de sentimientos magnánimos a casi toda la humanidad entera, se perdonan agravios, se estrechan las manos de los enemigos, se realizan promesas para cambiar para bien las conductas de cada uno de nosotros, lo cierto es que la mayoría de las veces estos cambios son episódicos y no permanentes como deberían, esa es finalmente la condición real del ser humano, la imperfectibilidad. Y ahí le va otro latinajo, “errare humanum est”.  Errar es de humanos, seríamos robots o máquinas de interactuación entre similares si no fuera así. Nada como las emociones, aquellas que aceleran los latidos, hacen sudar las manos, y nos ponen en estado de ansiedad temporal, producto de esas emociones se escribieron con inspiraciones superiores los versos más hermosos, novelas inmortales, se perpetuaron imágenes y personajes a través de los trazos en aquellos lienzos imperecederos que se atesoran en los grandes museos. Y ahí en el mármol eterno de materializan el talento y la inspiración de aquellas mentes que eran guiadas por el toque de la divinidad celeste, de la misma manera que en partituras sempiternas se plasmaron las obras musicales más importantes que jamás haya escuchado la humanidad.
Sin temor a equivocarme todas las gestas de la humanidad fueron conseguidas a través de esos impulsos de creatividad o inspiraciones divinas, poetas, músicos, pintores, escultores, generales, marinos, todos tuvieron la genialidad única, non, exclusiva que se depara y confiere a seres extraordinarios, aquellos que legaron sus obras y logros como herencia a las generaciones posteriores, hasta que el diablo metió la cola y nos llenó de políticos corruptos, ignorantes, manipuladores, insensibles, arrogantes, codiciosos, incapaces etc. con mentes retorcidas y perversas y el mundo entro en declive en una espiral descendente y perniciosa.
En función de ello sabemos de pueblos enteros bajo el yugo de la arbitrariedad y el abuso, de mano de obra infantil cuasi esclavizada, de mujeres abusadas, maltratadas, lapidadas hasta la muerte y asesinadas de manera ignominiosa en la más absoluta impunidad, de adultos mayores en el abandono y sin protección de un sistema social que los cuide, proteja y provea, generaciones de jóvenes alrededor del mundo con las esperanzas y los sueños robados por las deudas de ambiciones faraónicas de sus gobernantes incapaces y ladrones, y así los abusos del hombre sobre el hombre fueron convirtiéndose en la representación contemporánea de las 7 plagas de Egipto.
En la sangrienta victoria de los aliados en la segunda guerra mundial, el 1er ministro británico en reconocimiento al heroico esfuerzo y sacrificio de la RFA (Real Fuerza Aérea) inmortalizó una frase de gratitud a sus fuerzas armadas… “nunca tantos, debieron tanto a tan pocos”.
Hoy ese significado cobra una nueva dimensión de manera grotesca e inversamente proporcional en función del bien recibido por el sacrificio de vidas que se ofrendaron por el bienestar de sus compatriotas, hoy muchos deben dinero que no gastaron ni autorizaron, y en función de ello cargan sobre sus espaldas desgracias y carencias por la ambición de un puñado de abusivos ladrones que se robaron con el dinero de sus gobernados, los sueños y la posibilidad de una vida digna y justa.
Personajes oscuros, patibularios, limitados, vestidos con el uniforme común de “políticos”, con fortunas imperiales exhibidas sin vergüenza ni pudor, caricaturas de sí mismos y en general del género humano, sin principios, valores o convicciones, y ahí en su medio merodean y presumen sus limitaciones vestidas con corrupción y arrogancia, soslayando el desprecio colectivo y el repudio de que son objetos a sus espaldas y en las redes sociales.
La primavera árabe es el emblemático ejemplo de cómo terminan esos sátrapas, y ese ejemplo debería guiarnos a muchos pueblos hartos de abusos, corrupción e impunidad.  Es el hartazgo y no otra cosa lo que llevó a esos cambios radicales en el otro extremo del planeta, pero nadie de este lado de occidente ha puesto sus barbas a remojar.
Estas fechas son fechas de reflexión y conciliación, quiera Dios quiera, Rafael; le escribía en un soneto de rima forzada Nicolás Guillén a Rafael Alberti, agradeciéndole una pierna de chancho en salmuera que le regalara el español al cubano en fechas como estas, hoy hago mía la frase para decir, Quiera Dios quiera, familia y amigos, que el espíritu navideño modifique de manera permanente las conductas delictivas de los políticos, o que encontremos la fuerza y el valor para exigir a esa minoría abusiva y ladrona lo que por justicia le corresponde a las generaciones de relevo.  Que rescatemos el futuro de nuestros hijos de las manos criminales de un puñado de indecentes, la humanidad tiene el derecho de un giro para mejorar, para repartir equitativamente los bienes y riquezas del planeta, habida cuenta que este 4to planeta del sistema solar es la casa de todos.
Hoy por primera vez en mi casa estará vacía la silla más emblemática, la de mi padre Félix Alonso, por primera vez no celebro la natividad del niño Dios con mi viejito adorado, con mi personaje favorito, con mi héroe de mis días de infancia y mi eterno consejero, pero aquí están conmigo sus enseñanzas y consejos, su ejemplo de hombre de bien y honorable, honor y valor que le acompañó hasta su último hálito de vida; también del otro lado del atlántico está la mujer de mi vida y hoy no cena conmigo esa dama que me robó el aliento y la inspiración desde el primer día que vino al mundo, mi hija Arantxa Isasu, una hermosa joven talentosa, bella, única para mis ojos y mi corazón, hasta allá hijita querida vuelan mis palabras hechas versos para expresarte la reiteración de mi amor incondicional y mi apoyo absoluto, aquí sigues dentro de mí de donde nunca te has ido, como tampoco se ha ido Jossely mi nieta adorada que aún no tiene permiso para recibir nuestro amor y nuestras bendiciones y en la distancia le pedimos a Dios por ella para que la guie por el camino del bien, la felicidad y armonía familiar, para que quienes la están educando tengan el tino y la sabiduría para inculcarle los valores y principios que nosotros le inculcaríamos.
Hoy ceno con mi tropa de siempre Magda solidaria. amorosa y leal, Alfredo noble y apasionado con su sangre e injustamente castigado por la ausencia de Jossely, no conozco mejor padre que mi hijo y le pido a ese Dios de todos, que le permita el ejercicio de la paternidad que se ha ganado con sobrados méritos, Beto brillante, competente y de enorme sensibilidad musical, Alex único, ocurrente, inteligente y el políglota familiar, mis hijos mis bendiciones y mi motor.
Mi mesa se engalana con la presencia de tres hermosas damas, Dalia la intachable y comprometida pareja de José Alfredo y Clarissa mi hija alemana putativa que se ha sumado a nuestra sangre con cariño y disposición absoluta, y por supuesto mi sombra y mi conciencia interior, mi hermana Noemí que hace suyas mis causas y las abraza con la misma pasión que yo.
Finalizo porque se enfría el pavo que José Alfredo nos brindó, ojalá que todos sin excepción tenga suficientes motivos para agradecer en sus vidas y brindar por ello, que en cada hogar de mi familia y amistades, que son lo mismo, no falte la alegría y la gratitud por los dones recibidos, que haya salud, paz, inspiración y trabajo digno y bien remunerado.
Que la humanidad entera se reconcilie y se creen las condiciones de un mundo justo y equitativo donde quepamos todos, con todo y sueños.

Son mis deseos de toda la vida, ¡Feliz navidad!

F. Justiniano. F
Caribe Mexicano/2015

En la natividad del niño Dios.

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