jueves, 28 de septiembre de 2017

El orgullo de mi nepotismo



El orgullo de mi nepotismo.

De la comparecencia del Oficial Mayor Manuel Alamilla se desprenden una serie de reflexiones preocupantes por el desempeño del servidor público y lo desinformado de los legisladores locales.
El Oficial Mayor no fue cuestionado por el arrendamiento de las patrullas que es un desatino mayúsculo y fuera de toda lógica razonable porque  es simplemente dinero tirado a la basura, que si fuese de sus bolsillos no tomarían decisiones de esa naturaleza;  no se le cuestionó tampoco por el famoso y carísimo software de la SEFIPLAN muy cacareado por el secretario Vergara, doscientos millones de pesos no es ni será, un asunto menor.
En el caso del software vale la pena destacar, que el secretario Vergara  en su momento declaró que estaba realizada la erogación en la época de Juan Pablo Molina Guillermo su antecesor, pero que no existía en la práctica esa herramienta administrativa. Nada se nos ha dicho de las responsabilidades determinadas por esa enorme erogación que no dejó ningún beneficio público.
En el caso del arrendamiento de patrullas y del propio software debe existir licitaciones por los montos erogados, mismas que previamente debieron haberse publicado en los periódicos de las fechas y en COMPRANET. Nada de eso se cuestionó.
Pero si se centraron en los uniformes que mantienen un tufo de corrupción y amiguismo por ser  beneficiada con esa enorme adquisición una empresa poblana, el señor Alamilla apenas balbuceaba explicaciones improcedentes responsabilizando del incumplimiento de la entrega de los uniformes a los temblores que dañaron al país, aunque la fecha fatal de la entrega de los uniformes era mucho antes, finales de agosto para ser precisos.
Los argumentos del Oficial Mayor además de pueriles sonaron a burla del congreso estatal, ¿qué procesos mentales desarrollará Manuel Alamilla para sin rubor exponerse al ridículo con tamaña estupidez?
Otro tema fue la contratación de su esposa la señora Hernández Villegas como funcionaria destacada de la administración estatal y en donde se presume que se configura la figura de nepotismo, que es una falta grave señalada en la Ley de responsabilidades de los servidores públicos del estado, por un lado el Oficial Mayor aceptó que su señora trabaja en el gobierno del estado como Directora de Imagen del Ejecutivo y del Gobierno del Estado con un salario de ciento diez mil pesos al mes. Lo que nadie le preguntó porque dentro del tabulador para definir el salario de cualquier Director, su señora esposa casi triplica ese sueldo, considerando que el sueldo de los Directores oscila entre 40 y 50 mil pesos al mes. Si quieren que eso no sea motivo de reclamo y censura, entonces que le homologuen el salario a todos los directores en vez de asignarlos por excepción.
El dinero no sale de los bolsillos del Oficial Mayor ni del Ejecutivo Estatal, son contribuciones ciudadanas sujetas al imperio de la ley y al escrutinio ciudadano y no al contentillo de relaciones personales, simpatías o preferencias laborales.
Al tocar el tema de Juan de la Luz Enríquez Kanfachi, un personaje del que todos han oído hablar diariamente, pero que nadie ve en las actividades de gobierno asumiendo responsabilidades o encarando los retos con los que tiene que lidiar el ejecutivo estatal, dada la evidente incapacidad de la mayoría de los integrantes de su gabinete, aceptó que el inasible e inefable personaje cobra  ciento veinte mil pesos al mes sin que se establezcan en mérito de que los cobra.
Todo lo anterior puso de manifiesto la falta de habilidades, conocimiento de los marcos jurídicos que establecen y rigen las actividades del servicio público, lo cual sólo estaría acreditando lo que la sociedad sabe, el Oficial Mayor dista de ser el servidor público que el gobierno del cambio requiere y que necesita particularmente el ejecutivo estatal, no obstante, lo que disparó todas las alarmas fueron las declaraciones del propio ejecutivo del estado reiterando los absurdos del señor Alamilla, dijo que la esposa de Don Manuel Alamilla no trabaja para el gobierno, entonces que actualicen su portal porque al día de hoy 28 de septiembre día del asalto al DIF de Benito Juárez,  aparece la Licenciada Tristana Hernández Villegas como titular de la Dirección de Imagen del Ejecutivo y el Gobierno del Estado, a menos que haya querido decir otra cosa y la muina lo hizo hablar sin reflexionar, como le ocurre invariablemente a su subordinado Manuel Alamilla. En el caso de Enríquez Kanfachi el gobernador alcanzó a manifestar que es asesor y que ha probado su capacidad y eficiencia.
Resulta que alguien le debe decir al ejecutivo del estado que los asesores cobran por contrato, que generalmente son anuales, a través de los cuales se establecen las responsabilidades u obligaciones del asesor de que se trate, así como los motivos que causarían la recisión del contrato que lo une al gobierno del estado, y derivado de ello el oficial mayor debería establecer las necesidades, requerimientos, perfiles, y experiencias en determinada materia para que se analice;  y si el monto lo amerita licitarlo con las formas de ley.
¿En que es eficiente o capaz el señor Juan de la Luz? ¿Qué tipo de trabajo oferta con su asesoría? Porque no le paga el ejecutivo de sus recursos propios, le paga la ciudadanía con sus contribuciones y tiene derecho de saber en qué y cómo se gastan esos dineros y el ejecutivo y demás colaboradores tienen la obligación de informarlo, les guste o no, es la ley y se nos aplican sanciones a los ciudadanos cuando infringimos las que nos atañen, ¿por qué a ellos no?
De mal en peor las comparecencias y muy decepcionantes conductas y declaraciones de los empleados del pueblo, que parecen hacerle un favor cuando se les cuestiona por las responsabilidades que asumieron y por las que se  asignan sus generosos salarios, que jamás han sido puesto a la consideración y autorización del Patrón Pueblo.


Solidaridad/2017

lunes, 25 de septiembre de 2017

Adagio a mi país



Adagio para mi país.

Con la rodilla en el suelo
Entre el llanto y el coraje
Frente a un tétrico paisaje
Estoy reclamando al cielo.
En esta fecha de duelo.
De dolor y de agonía
Aquí estoy ¡oh patria mía!
Para sentir lo que sientes
Entre sangre de inocentes
Y el clamor de la homilía.

Hurgando en los escondrijos
Están los “topos” heroicos
Como suicidas estoicos
Con sus esfuerzos prolijos.
Un latido entre amasijos
Entre los torcidos fierros
Hace ladrar a los perros
Dando la señal de alarma
Y la muerte se desarma
Desde profundos encierros.

México de mis amores
México de mis ancestros
No alcanzan los “Padres nuestros”
Para paliar tus dolores.
Erguido  entre tus horrores
Retas a Tezcatlipoca
Porque tu sangre convoca
Luchar hasta el estertor
En este pacto de amor
Que corre de boca en boca.

Entre lágrimas y cantos
Removiendo los escombros
Se trasladan sobre hombros
Despojos y desencantos.
Almas de “espiritusantos”
Sobre infames sepulturas
Venciendo las amarguras
Ofrecen sudor y sangre
Su corazón en palangre
Vertiendo miel y dulzuras.

 La tragedia te agiganta
Por el temple de tu gente
Que solidaria y valiente
Con sus manos te levanta.
Tu gente que llora y canta
Sin parar y sin desmayo
Desde antes que cante el gallo
Entona el  “Cielito Lindo”
Los sones de Blas Galindo
O el Huapango de Moncayo.

México piel de cajeta
Raza de bronce y maíz
Hijo de la Emperatriz
De la América completa.
Eres juglar y poeta
México de epifanías
De murales y tranvías
“La región más transparente”
México que vive y siente
Tragedias todos los días.

México y “el llano en llamas”
“Laberinto de soledad”
Enfermo de libertad
Y ridículas proclamas.
Bellísimos panoramas
Donde “Dios nunca muere”
De salmos y misereres
Y de esfuerzos cotidianos
De todos los mexicanos
Cada vez que alguien te hiere.

México “sobre las olas”
Entre bosques y volcanes
De ceibas y tulipanes
Monarcas y caracolas.
Alebrijes, papirolas
Desierto, nopal y tuna
Ríos, mares y lagunas
De jade tu corazón
Destino de oxímoron
Y el ombligo de la luna.

F. Justiniano. F.
Caribe Mexicano

Septiembre de 2017.

sábado, 16 de septiembre de 2017

Ecos del 1er informe



Ecos del informe.

Estamos asistiendo a la entronización del nuevo faraón caribeño. Sin ningún tipo de recato y a pesar de las pésimas experiencias que Quintana Roo ha vivido, o más bien sufrido, con la clase política local y federal, con los despilfarros de los gastos suntuosos e inútiles que más que demostrar lo que quieren los gobernantes, terminan siendo todo lo contrario, porque finalmente agravian al ciudadano, además de  que elevan el nivel de crispación social y el desprecio hacia su clase política.
Muy pronto el gobernador del estado olvidó que tiene a su cargo el cuidado de los recursos de todos los quintanarroenses, y que debe ser, además de prudente y cuidadoso con el gasto del mismo, también mesurado y austero  como lo fue en la campaña.
El contador Carlos Joaquín consciente de que los recursos deben cuidarse y optimizarse, particularmente cuando salen del bolsillo propio o siendo sujetos al escrutinio de autoridades como el INE entratándose de las campañas, y de la ciudadanía cuando se gobierna, durante sus actividades proselitista estuvo apoyándose en el alcance y profundidad de las redes sociales, porque seguramente recordará usted querido lector, las promesas realizadas utilizando sus cuentas en Facebook, en Twitter, YouTube, etc. Creadas ex profeso para esos fines y ahí han quedado testimoniadas sus promesas de que no habría despidos entre la clase trabajadora del gobierno estatal, de privilegiar al empresario local y al profesionista quintanarroense, de sancionar y denunciar a Félix González Canto por el endeudamiento público criminal de su administración, de recuperar el patrimonio público despilfarrado indiscriminadamente, de terminar con los convenios con la prensa proclive al embute y a los arreglos que van en contra de la crítica sana y a la verdadera independencia de criterios.
Infortunadamente se repiten las acciones de culto al ego o a la personalidad porque el informe que por ley debe presentar el ejecutivo estatal, no señala que deba ir acompañado de la pompa y circunstancia que le ha precedido a todos los gobernantes en esas actividades.
Si bien es cierto que estos acontecimientos con esas parafernalias datan desde la época del 1er gobernador constitucional de Quintana Roo, también lo es, que entre los tiempos aquellos y los actuales median circunstancias y diferencias abismales, la razón es simple, la clase política se ha degradado pervirtiendo sus objetivos prioritarios y fundamentales del bien común, de manera que hoy los políticos de Quintana Roo y del resto del país carecen de credibilidad, sus promesas y compromisos distan mucho de sus acciones y hechos, la corrupción campea en todos los niveles y el endeudamiento público es descomunal sin que corresponda al progreso ciudadano; a eso hay que añadirle una sociedad más madura, mejor informada y por supuesto a la libertad de pensamiento que se lee en las redes sociales y a su efecto multiplicador entre los ciudadanos.
Por eso y por muchas otras circunstancias que sería ocioso enlistar, es que se esperaba una actitud alejada del bullicio multitudinario, de la inutilidad de las formas convencionales de vestir de popular al informe del ejecutivo del estado, que al final de cuentas informan a los mismos personajes que menos requieren de esa información y que forman parte del carrusel o puerta giratoria de esa élite insensible, corrupta e ineficiente que es la clase política del país y de Quintana Roo, porque nadie como los políticos para reciclarse como consumidores de los recursos públicos.
¿Cuánto nos cuesta a los ciudadanos, que no al gobierno, un informe como el recientemente presentado por el ejecutivo de Quintana Roo?  Consideremos espectaculares, promocionales en televisión, radio, prensa escrita, el espectáculo del centro de convenciones con miles de invitados con cargo al bolsillo de los quintanarroenses, etc. etc. todo ello innecesario y superfluo, porque la constitución no señala que deba haber todo ese dispendio para decirnos las frases grandilocuentes de siempre y ocultarnos las verdades que conocemos; porque ningún gobernante asume sus verdaderas responsabilidades y acepta sus fallas e incumplimientos,  todo son éxitos, aciertos, logros,  metas alcanzadas, pero en realidad sin resultados contundentes, un ejemplo al azar…”hemos triplicado el número de policías estatales” y de que ha servido tener 3 veces más policías (si es que esto fuese cierto) si la delincuencia ha elevado exponencialmente sus actividades criminales rebasando a los policías estatales, los de la fiscalía y los municipales en su conjunto, el número de homicidios se ha incrementado escandalosamente y no se nos dice cuántos detenidos existen por esos crímenes, se omite deliberadamente mencionar la impunidad de la ola criminal en Playa del Carmen, Blue Parrot incluido y de la misma manera no se sabe mayor cosa del ataque a la Fiscalía en Cancún, mucho menos se manifiestan las medidas disciplinarias o denuncias contra los elementos policiacos reiteradamente señalados de formar parte de las narconóminas y la protección a estos grupos criminales, porque no son solo policías los exhibidos, son también los jefes de varios municipios y el propio secretario estatal de seguridad pública,   triplicar los policías finalmente no ha resuelto nada, y si se continúa atacando el problema por sus efectos y no en sus orígenes, así seguiremos per secula seculorum.
“Rompimos record de ocupación hotelera”… año tras año, gobierno tras gobierno, no ha habido un solo gobernante que  pueda resistirse a  la tentación  de hacer caravana con el sombrero del capital privado. Se insiste en señalar como mérito de la administración en turno, el crecimiento de la infraestructura hotelera y de la propia promoción que los dueños de esas inversiones hacen motu proprio alrededor del mundo con los mayoristas, hasta hace pocos meses el sector hotelero denunciaba la opacidad y el mal uso de los destinos de los impuestos pagados por esos rubros, que a decir de ellos solo sirven para que el gobernador de que se trate, pasee por el mundo con cargo a los bolsillos de los empresarios hoteleros. Mario Villanueva, Joaquín Hendrickz, Félix González y Roberto Borge son el emblema de periplos mundiales improductivos a cargo de los contribuyentes y los hoteleros.
También nos hubiese gustado escuchar la dimensión real de la deuda y su costo mensual por intereses y por capital, y en consecuencia como terminó la proyección definitiva, es decir;  cuanto se incrementó el capital y los intereses en virtud de la ampliación del  nuevo plazo y por supuesto el costo del refinanciamiento, porque eso es fundamental para el buen desempeño financiero de la entidad, no obstante se omitió mencionárnoslo como si fueranos menores de edad e incapaces de entender la complejidad de estas operaciones.
También nos hubiese gustado saber porque se han comprometido cientos de millones de pesos en rentas de patrullas, en vez de adquirirlas como señalan los principios básicos de la administración pública, porque el leasing fue creado para  las empresas particulares, porque de esta manera aplican al gasto productivo la inversión en estos rubros, deduciéndolas de las utilidades y disminuyendo lícitamente el pago de impuestos, y toda vez que las administraciones públicas son entidades no lucrativas,  no tiene ningún sentido aplicar ese criterio que daña las fianzas del estado y de los municipios, a menos claro que pensemos mal y nos imaginemos cuales son los verdaderos objetivos que se persiguen al dilapidar el dinero de los quintanarroenses de esa absurda e incomprensible manera.
Podríamos seguir largamente haciendo las observaciones que valen la pena destacar y los señalamientos de las omisiones importantes, pero creemos son suficientes de manera que esperamos que el ejecutivo estatal reconsidere sus excesos en los informes y los presente por una única vez en la sesión solemne del congreso como se indica en la Constitución, y evite con ello desgraciar el tráfico de Cancún con tantísima gente acarreada en cientos de vehículos, que trastocó por horas el tráfico de la ciudad obstaculizando las actividades cotidianas de miles de ciudadanos, que no tenemos necesidad de sufrir estas incomodidades si tuviéramos gobernantes sensibles, responsables e inteligentes que antepongan el bien ciudadano al lucimiento personal. Utilizar las redes sociales como lo hizo en la presentación de su equipo de transición, adelantaba sentido común, austeridad y respeto al ciudadano que los mantiene, volver al absurdo espectáculo multitudinario de exhibicionismos superfluos, nos decepciona y preocupa por el futuro que falta por transcurrir, y que ello sea señalado sólo por plumas independientes y reflexivas, porque los amanuenses al amparo de un convenio construyen una realidad a la conveniencia del poder y desde sus teclados cimientan los espejismos que ya nadie les cree y viven simbióticamente como rémoras de lo que ayer censuraban, anémonas del periodismo que dificultan y obstruyen la convivencia sana y respetuosa entre gobernantes y gobernados.


Solidaridad/2107.


sábado, 9 de septiembre de 2017

Jarabe de pico



Jarabe de pico.


Como si fuera un eco materializado y no exclusivamente sonoro, vemos la reiteración de las malas costumbres en el ejercicio de la política; se repiten imágenes, rituales, frases, caravanas, acarreados, vicios, costumbres y personajes.
Estamos por enésima vez ante el culto a la personalidad y las expresiones grandilocuentes ajenas a la realidad que vivimos millones de seres humanos.
Nos inundan con cifras millonarias como inversiones en bienes o servicios como nunca antes en la historia, la del país, la del estado o cualquier municipio.
Porque los libretos son los mismos,  sólo cambia el discursante, y lo que se diga hoy como proeza financiera o como modificación de la infraestructura urbana para vendernos la idea del paraíso, va a palidecer y a ser minimizado por algunos de los presentes que aplauden a rabiar y de pie en este momento, porque que si la fortuna le sonríe mañana podría ser el ungido y ocupar la silla y el lugar de quien hoy le muestra aparte de sus simpatías, la subordinación política conveniente.
Porque la independencia mental y las convicciones personales junto con la moral y la ética, tienen que esperar mejores oportunidades y mantenerse en su concepción de crisálidas de la utopía por el momento, porque ya nos dijeron los personajes emblemáticos de ese submundo, que en realidad la moral es un árbol que da moras.
Finalmente las expresiones que constituyen lo que le llaman “informe de gobierno”, no resisten el más mínimo análisis que con objetividad e independencia de esa pléyade de vividores, formulamos los ciudadanos.
No hay cambio en nada; en el país o en el estado nos inundan con spots publicitarios por la radio, por la televisión (los verdaderos beneficiados con los recursos públicos) las redes sociales, la prensa escrita, la electrónica, espectaculares fijos o los móviles en autobuses y pantallas electrónicas, lo superfluo y la frivolidad de esos gastos, alcanzan cifras millonarias que se vuelven ofensa y agravio a los ciudadanos que dicen informar y que por cierto terminan siendo los únicos que no procesan los baños de grandilocuencia de presidentes y gobernadores, y alguno que otro legislador.
Sobre la base de esas cifras, actividades y logros promocionados con dinero nuestro, vivimos en país o en un estado que es la personificación del edén. No hay falta de empleo, todos los estudiantes tienen cupo en instalaciones escolares públicas, la atención médica es oportuna, eficiente y fraternal y las instalaciones cómodas, funcionales, bien edificadas y sin vicios ocultos, el campo resulta un edén, la inseguridad pública no existe, de manera que cualquier opinión en contra es sólo una inadecuada percepción, por lo tanto usted podría olvidar asegurar sus hogar o su oficina y mañana las encontrará tal y como las dejó, no sufrirá asaltos en la vía pública, ni sabrá de seres humanos ejecutados, descuartizados o embolsados y tirados en la vía pública o en cualquier otro lugar a mano. La autoridad aparte de respeto infunde temor, nadie atentaría contra ella o sus instalaciones.
La pulcritud y la probidad con que se manejan los recursos públicos en custodia es tal,  que invariablemente terminamos con superávit en los presupuestos públicos, el endeudamiento público es una quimera, es cosa del pasado, (ya nos saquearon, nos volverán a saquear) de igual forma los servidores públicos son austeros, eficientes y probos, la corrupción no existe, lo mismo que la poliomielitis fue erradicada del país y de Quintana Roo. El campo nacional es casi un vergel, de manera que en Quintana Roo la zona sur del estado, es el principal proveedor de productos agrícolas y de consumo humano para los municipios turísticos de la zona norte, grandes consumidores de alimentos y de una enorme variedad de artículos, bienes  y de  servicios;  el equilibrio perfecto conseguido a base de talento y visión política.
Las universidades estatales son proveedoras de la mano de obra cualificada para ocupar diversas ocupaciones públicas y privadas, el gobierno estatal pone el ejemplo y cumple con su palabra, cero despidos de quintanarroenses y se promueve el empleo entre los profesionistas y técnicos Quintanarroenses, la prioridad la gente del estado, los hermanos de estados vecinos serán apoyados, sólo y sólo si, si las necesidades quintanarroenses han sido cubiertas satisfactoriamente.
El asistencialismo político que manipula y sostiene el tutelaje sobre las clases sociales menos favorecidas, ha terminado.
Hoy día a diferencia de administraciones anteriores, las obras y los bienes públicos son identificados exclusivamente con el escudo estatal, que simboliza la identidad, unidad quintanarroense y un gobierno sin colores partidistas, sin ideologías políticas o simbología de inducción, porque los libros, uniformes, transporte oficial, instalaciones y eventos, son cubiertas con recursos públicos de todos los quintanarroenses y no por un grupo transitorio en el poder con alguna obstinación de trascender, no con buenas acciones y obras, sino aprovechándose de los bienes y recursos que se les ha dado en custodia.
Los malos funcionarios que son emblema de malos manejos y corrupción, al amparo de la nueva administración adquieren un aura de inocencia y se expían sus pecados, de esta manera vemos a gente como Emilio Lozoya  Austin, Carlos Romero Deschamps a nivel federal o Jaime Zetina González y Manuel Palacios Herrera a nivel estatal, que en vez de estar siendo investigados por sus reiterados y conocidos actos de corrupción, se vuelven parte fundamental de la administración pública a la que pertenecen, unos priistas y otros coaligados, pero todos con el uniforme de la impunidad complaciente de sus respectivos representantes del poder ejecutivo correspondiente.
En este mundo caleidoscópico o de espejismos, los empresarios, los hoteleros, los comerciantes, el ciudadano, no son extorsionados por las autoridades, quienes quieran que sean, se facilitan la trámites para la creación de nuevas empresas, porque no hay que olvidar que la verdadera creación de fuentes de empleo y las nuevas tributaciones son gracias al capital de la inversión privada; por supuesto cuando un empresario reclama sus derechos que por ley le corresponden, la autoridad en modo alguno le contesta con una auditoría a profundidad, que en el pasado era el garrote para eliminar la incomodidad de la crítica sustentada o el reclamo social justificado, por ello los empleados públicos respiran tranquilos, no más amenazas ni condicionamientos laborales, el ejercicio de sus simpatías políticas se dan con absoluta y puntual libertad.
Sirven de ejemplo convincente las reclusiones de medio centenar de exfuncionarios públicos que en el pasado hicieron cera y pabilo de los recursos y propiedades públicos, todos a temblar por las estremecedoras sanciones y a aplaudir por la recuperación de los dineros del pueblo y sus bienes.
Por fortuna el carrusel político nos permite ver a gentes de la catadura de Emilio Gamboa Patrón que un día es secretario particular de la presidencia, otro más Director General del IMSS, en mejor ocasión titular de la secretaria de comunicaciones y transportes, por supuesto diputado federal y senador de la república, entre otras chambitas, que le han permitido a este yucateco no dar golpe de trabajo en serio, ni producir absolutamente nada por el país que lo ha mantenido más de tres décadas; Quintana Roo no puede ser menos y ha producido especímenes similares en la persona del cozumeleño Félix González Canto, que de tesorero municipal, pasa a presidente de su municipio, luego diputado federal, gobernador de su estado, senador de la república y estamos en el filo de la butaca esperando su asunción como diputado federal,  es decir 20 años viviendo de los recursos públicos, sin producir más que problemas y vergüenza para Quintana Roo, pero eso sí,  gozando de una incalculable fortuna que permanece intocable a pesar de las amenazas de la campaña anterior realizada por el actual ejecutivo de Quintana Roo.
De esto tendría que hablarse en los informes y no en las mentiras que nadie cree, los costos de estos informes agravian a México a Quintana Roo y a los lugares de orígenes de los invitados, porque son los contribuyentes de esos lugares, los que sufragan los gastos de estas actividades improductivas para el país.
En física el movimiento se demuestra andando, en política las obras, los resultados, la rendición de cuentas puntual a la sociedad, la transparencia de las erogaciones y las decisiones que las sustentan, el mejoramiento en el nivel de vida de una sociedad, es el mejor informe que cualquier político puede brindar y la promoción de ello, sería una sociedad satisfecha y orgullosa de sus gobernantes; lo demás es pan y circo  o jarabe de pico.


Solidaridad/2017 

miércoles, 6 de septiembre de 2017

Un Congreso totalmente Palacios




Un Congreso totalmente Palacios.

¿Quis custodiet ipsos custodes?

La paciencia ciudadana vuelve a ponerse a prueba, la inteligencia colectiva vuelve a ser ofendida y la credibilidad de las acciones del gobierno continúan en caída libre.
La ópera bufa en que se convirtió la designación del Auditor Superior del Estado, Manuel Palacios Herrera, vuelve a demostrarnos que el cambio anunciado es un espejismo o un reflejo en el espejo del pasado, porque se repiten las formas, los procedimientos, las dádivas, los arreglos metaconstitucionales, la permisividad, el irrespeto al ciudadano a quien dicen proteger y cuidar y lo peor de todo es que se repiten los personajes.
Un congreso estatal con verdadera independencia mental, con ética, con convicción de servicio, con sentido común y con compromiso social, no hubiera pasado por alto el corrupto desempeño del Auditor Especial en Materia Financiera Manuel Palacios Herrera, quien durante once años estuvo dedicado a dejar pasar y dejar hacer a un nutrido grupo de servidores públicos que expoliaron de manera inmisericorde al estado que debería proteger.  
Las razones por evidentes son escandalosas y públicamente inaceptables, porque revelan impunidad y complicidad que se sustenta sobre las bases del dinero público desviado, y por la ignorancia de los legisladores actuales, o la sumisión del poder legislativo a las instrucciones e intereses del poder al que deberían acotar y vigilar.
Por todas estas razones evidentes y muchas otras más, deberían haber descartado para ese prestigioso cargo al recién nombrado auditor superior; un personaje de baja estatura, moreno, lampiño y de rasgos autóctonos que seguramente es la razón principal de su inconformidad racial y lo que le mueve a que lo llamen y le suscriban oficios con toda la pompa que debe anteceder al título obtenido en el Instituto Tecnológico de Chetumal.
Manuel Palacios se niega desde siempre a recepcionar oficios que no mencionen correctamente la descripción de su título porque le resulta indignante e irrespetuoso.
Curiosamente nunca le pareció indignante, ni irrespetuoso el brutal endeudamiento público del estado que nunca fue soportado con la obra pública correspondiente, como tampoco cuestiona que la deuda actual se haya duplicado por el diferimiento negociado a un costo de 500 millones de pesos, eso no le merece investigación alguna y por lo tanto ninguno de los responsables de la descomunal deuda está pagando por ella.
Como tampoco nunca le mereció investigar los endeudamientos municipales y los actos de corrupción públicos con fortunas insultantes y mal habidas, ahí siguen en la impunidad por sus desempeños como presidentes municipales: Francisco Alor, Gregorio Sánchez,  Jaime Hernández, Julián Ricalde, Andrés Ruíz, Paul Carrillo, Marciano Dzul, Fredy Marrufo, David Balam, Martín Cobos, Aurelio Joaquín, Juan Carlos González, Filiberto Martínez Méndez, Román Quiam Alcocer, entre otros, todos ellos con sus respectivos tesoreros. Donde destacan los nombres de Juan Asencio Reinoso, Jaime Zetina González, Oscar Conde Canto, Leonel Sauri Galué, José Luis Toledo por señalar sólo algunos casos de administraciones municipales.
Pero tampoco fueron sujetos a las leyes los corruptos desempeños como titulares de la CAPA de Pedro Flota Alcocer, Andrés Ruíz Morcillo y José Alberto Alonso Ovando, o nuevamente Fredy Marrufo como secretario de finanzas de Félix González, etc. la lista se podría alargar por varias hojas, pero este no es un recuento de impunidades, sino una exhibición puntual de las omisiones y complicidades de Manuel Palacios Herrera que sustenta y ejemplifica la oprobiosa conducta de los 24 legisladores que votaron a favor de ese atropello ciudadano y del cinismo de Manuel Palacios Herrera.
Si hay algún lugar donde debería estar con todo derecho y por mérito propio Manuel Palacios Herrera, junto con Emiliano Novelo Rivero y José Enrique Castillejos Negrón; es ante la Fiscalía del Estado rindiendo cuentas a la autoridad por la quiebra del estado y sus municipios, por los altísimos niveles de corrupción ocurridos en las administraciones de Félix González y Roberto Borge  hechos ocurridos bajo su tutelaje y complicidad. Pero como dice el subtítulo de esta columna… ¿Quién vigila a los vigilantes?, cuestionamiento que hace algunas centurias planteaba el poeta Juvenal.
Uno se pregunta de manera natural donde estaba y a que se dedicaba Manuel Palacios Herrera en su calidad de Auditor Especial en Materia Financiera cuando enfrente de sus narices ocurría el más grande saqueo de que se tiene memoria en Quintana Roo.
¿Cuál será la primera decisión del flamante y nuevo Auditor? Se atreverá a llamar a cuentas a su ex jefe Emiliano Novelo para que le manifieste los motivos por los cuales está el estado en esa catástrofe financiera, porque esa era justamente su labor por la que le pagaban muy bien, como ahora Don Manuel deberá cuidarle las manos a la dupla Vergara-Zetina en la SEFIPLAN, o cuestionar las compras y contratos bajo sospechas en los que ha incurrido el oficial mayor de gobierno, porque eso de rentar patrullas no es muy conveniente para una entidad pública. Y ha ocurrido en Solidaridad y en Benito Juárez y no pasa nada y tantas y tantas cosas que deberá corregir y sancionar como la Renovación anticipada a Aguakan por la concesión del agua potable y la reciente concesión del municipio de Solidaridad a la misma empresa, que terminó siendo un  negocio de Peto, como se dice en la península.
Finalizo expresándole mi solidaridad a los otros 15 aspirantes al prestigioso cargo, particularmente a los  que integraron la terna final para cumplir el requisito de la formalidad y creyendo en la imparcialidad y decencia de los legisladores de Quintana Roo, se esmeraron en presentar sus legítimas aspiraciones y sus muy respetables hojas de vida laboral y de servicios.
Lamentablemente la farsa legislativa redujo inmerecidamente a estos profesionistas a papel burbuja, a material de relleno, a comparsa, porque gente de la estatura académica y profesional como Jaime Novelo Montalvo, experimentado y probo contador público o como Arlene Ix Benítez, no merecieron el reconocimiento de al menos alguno de los sumisos legisladores que hicieron de la solemnidad del recinto donde se desempeñan, una carpa donde se definió una herramienta al servicio del ejecutivo estatal y nos anticipa que el futuro inmediato, será el propio Manuel Palacios quien se encargue de meter en cintura las indisciplinas legislativas pues ya quedó definido que operaremos el resto de la administración estatal con un Congreso totalmente Palacios.


Solidaridad/2017