miércoles, 21 de octubre de 2020

el profeta del infortunio.

 


El profeta del infortunio.

 

Saturado de mentiras

En su teatro del absurdo

Va contando a sus palurdos

De sus rifas y sus giras.

Sobre cadalsos y piras

Montados en amarguras

Sus venganzas y locuras

Las soporta con sus datos

Treinta millones de suatos

Aplauden sus desmesuras.

 

Proclive a la coprolalia

En temas de seguridad

Sucumbe a la realidad

E incrementa su dislalia.

 Gobierno con acefalia

De austeridad disfrazado

Derrochador obstinado

Sobre vidas de inocentes

Ante el dolor inclemente

Responsabiliza al pasado.

 

El único rey desnudo

Del plano internacional

Candidato proverbial

Que cuando quiso, no pudo.

Ni al lábaro, ni al escudo

Símbolos de identidad

Saluda por casualidad

Prepotente y ofensivo

Presidente primitivo

Montado en su necedad.

 

En el propio Bellas Artes

Celebra la pedofilia

La promueve, la auxilia

Con sus propios hierofantes.

Va escombrando los baluartes

Con postura autoritaria

Lo vemos en forma diaria

Cancelando inversiones

Regodeando sus traiciones

Con patrañas y plegarias.

 

Se empeña en Santa Lucía

El tren maya y dos bocas

Sus decisiones barrocas

Alimentan  su jauría.

Con la cabeza vacía

Desprecia el conocimiento

La experiencia, el talento

Presidente rebasado

Torpe, necio, obstinado

Como si fuese un jumento.

 

Hoy se vive en el planeta

Legítima preocupación

Pues hay en cada rincón

Un virus que nos inquieta.

Pero hay quien se parapeta

Detrás de la estupidez

El vernáculo soez

Cobrando de presidente

Un iracundo demente

Sin elemental lucidez.


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