Make up
criminalístico.
La
realidad abofetea la cara del gobierno
actual, ciego y sordo a los hechos violentos que cotidianamente vienen ocurriendo,
coincidentemente, desde el inicio de la actual administración estatal.
Los
hechos de sangre han llegado a niveles nunca antes vistos y ello ha traído ya
las consecuencias menos deseadas.
Los
vecinos del norte por primera vez incluyen en su “WARNING” a los destinos emblemáticos
de Quintana Roo.
Se
veía venir, pero también las autoridades estatales soslayaban la realidad
cruenta, inclemente, imbatible y avasallante.
Y
el común denominador de los encargados de darnos seguridad a los ciudadanos que
le pagamos por cuidarnos, es por decir lo menos, patético o absurdo.
Un
secretario de gobierno declarando que si pudiera pactaría con la delincuencia,
y que prohibiría a desplazarse a 2 adultos varones en la misma motocicleta para
disminuir el nivel delictivo.
Un
fiscal del estado que declara que para detener a los exfuncionarios que saquearon
las arcas del estado, debe considerarse que se tendrían que dejar atrapar, así
como lo está usted leyendo. Nada que tenga que ver con una estrategia jurídica
y de inteligencia o de coordinación con sus homólogos de otros estados.
Pero
el más significativo es el encargado de la seguridad pública del estado, que un
día declara que estamos más seguros que en Yucatán y que todo es cuestión de
percepción y otro más afirma que los semáforos delictivos todavía no están en
rojos, y cuando ya lo están, entonces expresa olímpicamente que es un problema
de maquillaje de cifras de sus antecesores, curiosamente lo que no dice es que,
dentro de esos antecesores él formó parte importante en su momento, y fue uno
de los directivos de seguridad municipal, específicamente en Solidaridad, que
fueron siempre renuentes a entregar sus estadísticas delictivas.
Es
en base a esta estrategia de saliva, lo que ha llevado al ejecutivo estatal a
realizar las declaraciones más descabelladas cada vez que los hechos violentos
sacuden al estado y las ondas sísmicas trascienden las fronteras del país.
Hagamos
un ligero recuento de los más significativos; La matanza del Blue Parrot en Solidaridad
lo redujo a una simple diferencia entre particulares, aunque en el piso hayan
quedado seis cadáveres de personas armadas, sin que se manifestara si esas
armas se portaban legalmente y si estaban dentro del calibre permitido. (Vaya
tipo de particulares que asisten a nuestras discotecas)
El
inédito ataque a la sede de la fiscalía en la zona norte, donde también hubo un
número indeterminado de víctimas fatales y civiles heridos, el ejecutivo del estado
absurdamente responsabilizó a sus antecesores.
A
ello hay que añadir cerca de 120 ejecuciones en Cancún, otro tanto en
Solidaridad, media docena de asaltos bancarios en Benito Juárez, 3 secuestros exprés
en Othón P Blanco, homicidios en vivo por las redes sociales en el peligroso “crucero”
(cruzamiento de las avenidas López Portillo y Tulum) asaltos en casas
habitación, oficinas, transeúntes, robos de automóviles, violaciones a turistas
y una que otra balacera entre malandros y policías en diferentes rumbos de la
ciudad, solamente añadiremos a lo anterior que, por todos esos terribles crímenes
no hay un solo detenido.
Y
en este clima de constante peligrosidad e impunidad, se ha dejado sentir la
advertencia de los estados unidos, ellos si, perfectamente enterados del
incremento delincuencial y la significativa diferencia entre el año pasado y
este que transita sangrientamente por Quintana Roo.
Desafortunadamente
para las autoridades del estado, el mismo día que estados unidos publicaba su
advertencia a sus conciudadanos, un rotativo local daba cuenta de una
narcomanta colocada en el boulevard Colosio donde se denunciaba a policías
estatales con nombres apellidos y claves policiacas, de pertenecer a las narco
nóminas de carteles antagonistas a los denunciantes.
La
respuesta oficial del gobernador fue increíblemente absurda, fuera de contexto
y por demás desafortunada, con un año de ejercer el gobierno estatal para el
gusto del actual ejecutivo, todo lo que se está viviendo a nivel de
inseguridad, sigue siendo un problema de las cifras maquilladas de los que se
fueron.
Y
en ese punto hay que precisar un par de situaciones; somos los ciudadanos los
que estamos facultados para señalar deficiencias y responsables, porque harto
de un gobierno corrupto e ineficiente, votamos por un cambio de políticos que
enfrentaran los retos que implicaba la situación de ese momento de estado y los
resolviese con atingencia y eficiencia.
Echarles
la culpa a los anteriores a 12 meses de distancia, nos habla claramente de la
incapacidad para reconocer la realidad y de falta de capacidades y talento para
resolverla.
Finalmente
habría que recordarle con todo respeto al gobernador del estado, que al día
siguiente de nombrar como encargado de seguridad pública estatal a Rodolfo del
Ángel Campos, apareció una manta en Solidaridad, (su antiguo feudo) donde se le
denunciaba de no haber respetado pactos y acuerdos y se le advertía que sería
responsable de la oleada de violencia que se desataría en el estado.
Hechos
que a casi un año de distancia, se han cumplido cabalmente.
Ayer
se asaltaron las instalaciones del sindicato del ayuntamiento de Cancún, llevándose
un cajero automático e hiriendo a dos veladores, también hubo ejecutados en las
regiones, hoy un comando armado asalta en Solidaridad lujosa joyería, (Diamonds
Internationals) En Cancún se activa el código rojo por una balacera en la
región 519, previamente en la SM 220 ejecutaban al “Chuky”
En
días anteriores asustados ciudadanos veían la ejecución del chofer de la combi
en que viajaban; y así constantemente día tras día la violencia no para, y la autoridad
es rebasada por la delincuencia.
Las
autoridades argumentan que el turismo es cosa seria y no se debería tomar a la ligera
lo que ocurre, coincidimos completamente.
Tan
serio es que se deben asumir las propias responsabilidades y dejar de andar
buscando culpables en el pasado que nada tiene que ver con cifras maquilladas o
no, porque la realidad les estalla en la cara y desnuda sus incapacidades.
Es
en el actual gobierno donde se ha desatado una ola de violencia y criminalidad
nunca antes vista, es en este gobierno donde hay más de 200 ejecuciones en el
estado no resueltas. Es en estos últimos 12 meses que se atacó a la Fiscalía,
se han perpetrado más de 6 asaltos a instituciones bancarias. Hechos que nunca antes se habían vivido en el
estado.
Ciertamente
la administración anterior pasará a la historia como la más corrupta e
ineficiente, pero está lejos de ser la responsable de los delitos que hoy se
llevan a cabo con extraordinaria libertad e impunidad a lo largo y ancho del
estado, sin que haya una estrategia definida y eficiente para contenerlos.
El
primer paso para corregir un error, es reconocer su existencia; de manera que
mientras los funcionarios del área de seguridad pública y el ejecutivo estatal
se empeñen en soslayar esta realidad y continúen buscando responsables en el
pasado, estamos condenados a seguir viviendo en esta atmosfera de inseguridad y
violencia.
Esto
en efecto daña al turismo, nuestro bien más preciado, pero lo daña mas no aceptar lo hechos
irrebatibles y exhibir las incapacidades con ese tipo de declaraciones.
Lo
daña la ignorancia, el desdén, la arrogancia, la impericia de quienes tienen a su cargo adoptar soluciones
concretas y en vez de ellos lo combaten con pretextos pueriles, lo dañan las
plumas serviles, genuflexas y
convenencieras que al amparo de un convenio, se suman a la complicidad de estos
terribles hechos, lo daña el ciudadano, el comerciante, el hotelero, el
estudiante, las amas de casa, los empleados, que les regalan su silencio y
esperan que la solución llegue del cielo. Lo daña responsabilizar a un
presidente municipal en exclusiva, como si no se gobernase para los 11
municipios.
Daña
a Quintana Roo la impunidad de los funcionarios que se fueron y continúan disfrutando
sus fortunas mal habidas, también lo daña la multitud de crímenes actuales no
resueltos ni castigados, lo daña igualmente la deuda pública que no fue
sancionada y que la actual administración le dio acta de nacimiento oficial con
un costo de 500 millones de pesos; a los ciudadanos de Quintana Roo lo daña la
arrogancia y los malos tratos de la SEFIPLAN, con procedimientos obsoletos y
requisitos fuera de la ley, lo daña también la corrupción de las fuerzas de
seguridad pública y su trato amenazante, lo daña la descoordinación entre el
gabinete, lo daña el favorecimiento en puestos de trabajo del gobierno a ciudadanos
foráneos, lo daña el despido injustificado de familias quintanarroense, lo daña
que las grandes inversiones por obras o adquisiciones, se lleven a cabo con
empresas foráneas, lo daña la desesperanza de un pueblo que creía que en el
cambio se mejoraría la situación estatal, lo daña la desilusión, el abandono y
la certeza que cometieron un error al haber confiado en las promesas políticas
de siempre.
Eso
es lo que realmente está dañando al estado, y no el Make Up del que se aferran
los funcionarios que no funcionan.
Solidaridad/2017.
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