Gracias:
Quiero
manifestarle a toda mi familia, especialmente a mi padre que no deja de querer
a sus hijos y reiterarlo todos los días, a todos los amigos que son la familia
extendida, mi gratitud por sus expresiones de afecto y buenos deseos. Algunos
se tomaron la molestia de venir a la casa y compartir el pan y la sal, como
suele decirse.
Otros
por diferentes razones, no llegaron pero
me dejaron sentir por diferentes medios sus felicitaciones, saludos y bromas,
para mí es como si hubieran estado a mi lado.
Desde la distancia de mi isla querida, mis
amig@s de infancia me hicieron llegar aquellas frases y apodos con que nos
identificábamos, me llevó a aquellos días de cielos limpios, costas
serpenteadas de palmeras, playas cristalinas y las ilusiones por delante.
Por
correos, facebook, llamadas y diferentes formas de mensajes, supe de sus buenos
deseos, me di tiempo de escuchar y leerlos a todos y ahora es tiempo de
agradecérselos con el mismo afecto y con mi sincera gratitud.
El destino manifiesto de muchos de ustedes,
hizo que mi corazón quedara esparcido por todo el país, en otros países y en
otros continentes, pero esa distancia solo puede impedir la cercanía física y
evitar de momento los abrazos y los besos, lo que no puede evitar son los
sentimientos de amistad, de amor y de unidad que nos mantiene vigentes y
comunicados; por ese mágico puente me traslado al inescrutable silencio de los
ausentes definitivos y celebro también con esa otra familia que me sigue
esperando pacientemente, abrazo a mi madre, a mis abuelos, mis tías, mis primas
Anita y Cinthia, a Erick, Santiago, Ulises, Ramón, Raúl, Jorge, etc. y a todos
esos seres queridos cuyo tránsito físico concluyó entre nosotros.
Persistente,
obstinado, paciente y esperanzado, nada o nadie puede impedir que celebre en
comunión espiritual con mi nieta Jossely, unidos de por vida a pesar de los
momentos que atravesamos, le reitero mi amor incondicional y el de todos los
que integran su familia de este lado. Su inocencia y su pureza son para
nosotros fuente de tolerancia, prudencia, inspiración y ternura y motivo de
todas nuestras bendiciones. Estuviste con nosotros como todos los días mi niña
linda.
Me
di tiempo de pasar unos minutos a la casa del Señor y entablar los diálogos que
acostumbro con él, pedí por todos, ausentes y presentes, agradecí la vida que
tengo y los dones recibidos a lo largo de este tramo.
Estoy
en paz con mi vida, no abrigo rencores o sentimientos negativos, he perdonado
agravios recibidos y he pedido perdón por los cometidos, como comentamos otro
buen amigo sesentón y yo; estamos listos para partir en cualquier momento, Dios
dirá cuando.
FJ.
Caribe
Mexicano
14/julio/2014
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