domingo, 29 de marzo de 2015

Anhelo Poético




Anhelo poético.

Soy un insolente genio
En mi soledad huraña
Llevo poesía en la entraña
Soy del verso primigenio.
Bardo del nuevo milenio
Con suficiente talento
Escribo con sentimiento
Mi pluma es devastadora
Para el amigo es aurora
Para los viles, tormento.

Yo tengo tonos diversos
En las cuerdas de mi lira
Mezcla de burla y de ira
Contra los que son perversos.
Tengo también otros versos
De tonos muy diferentes
Para el honrado y valiente
Que se rebela al tirano
A ese le tiendo la mano
Y también mi estro ardiente.

Ser poeta es lo que es
Sin ninguna limitante
Es un pulcro diletante
Y un gladiador a la vez.
Lleva los ojos del juez
Perfectamente despiertos
Para aplaudir los aciertos
Y censurar los abusos
De deleznables obtusos
Los de corazones yertos.

Ser poeta es ser libre
Y un monumento a la idea
Poeta es el ente que crea
Aunque su dogma desfibre
Para que otra gente vibre
Fue el esclavo manumiso
El irredento insumiso
El hombre cuya conciencia
Le censuró la indolencia
Y despreció el paraíso.

Construyó sus propias alas
Frutos de la inspiración
Con destreza y convicción
Obtuvo el cetro de Palas.
Se echó a volar sin escalas
Y fue el poeta un portento
Voló con alas del viento
Y obtuvo del vulgo estulto
La supremacía, el culto
También reconocimiento.

Recia actitud al vencer
Las envidias naturales
Veleidades colosales
Obstinadas en corromper.
Si la poesía es quehacer
Si es la musa que desdeñan
Si en sus talleres diseñan
El numen en asignatura
Más que poesía: es basura
 Y los poetastros la enseñan.

Si yo escribo estos abrojos
Es por legar una idea
Que alumbre como una tea
Que suceda a mis despojos.
No es con el llanto en los ojos
Que se defiende a las musas
De las infames, profusas
Plumas de ignaros supinos
Prodigios de desatinos
Como perversas medusas.

El arte en su majestad
No permite estupideces
Mucho menos las sandeces
Escritas con liviandad.
Son de lesa humanidad
Las imperfectas estrofas
Vanas hipérboles fofas
Surgidas de la perfidia
Esos guijarros de envidia
Sólo son blancos de mofas.

Encima de la ignorancia
La poesía excelsa virtud
Vuela con cabal salud
Y despliega su elegancia.
Y a través de la distancia
En metamorfosis briosa
Como inmortal mariposa
Que brota de su capullo
Con su lira por orgullo
“Erato” surge grandiosa.

La poesía es: belleza
Alegoría, inspiración,
Ternura, ensueño, aflicción
Anhelo, dolor, tristeza.
Es magia que nunca cesa
Diamante que fue carbón
Ansia de gloria y blasón
En lo profundo del ser
Es insistir y aprender
A escuchar el corazón.


Espinelas y sonetos
Ovillejos, redondillas
Serventesios, seguidillas
Son excelentes bocetos.
Alejandrinos, cuartetos.
Acrósticos y las glosas
Son otras rimas airosas
De métrica y de cadencia
Es poder en consecuencia
Concebirlas majestuosas.

Basten ya los improperios
Los increíbles denuestos
Paupérrimos y funestos
Cual cobardes vituperios.
Sus femeninos puerperios
Son el justo sobrenombre
Para que nadie se asombre
Aquel que plagia y no crea
Con esa actitud pigmea
¡Ni es poeta…ni es hombre!

F. Justiniano F.

Caribe Mexicano-2000

Alberto Murillo "Señor Nostalgia"




Alberto Murillo Arcos
“Señor Nostalgia
(in Memoriam)

Alberto Murillo, Alberto
Romántico trovador
Enamorado del amor
Corazón a mar abierto.
Alma en pleno concierto
Amando con libertad
Virtuoso de la humildad
Guitarra, voz y garganta
Nostalgia que llora y canta
Celebrando la amistad.

F. Justiniano. F.

Caribe mexicano/oct-2014

Celebrándote



Lunes 10 de noviembre.-


Yo te veo sin mirarte
Sin escucharte te siento
Y el aroma de tu aliento
Es causa para extrañarte.
Es sentirte sin tocarte
Hablarte con la mirada
Sentir la tuya clavada
En el interior del pecho
Sentir un frío despecho
O una ardiente llamarada.

Tu extrañada presencia
Duele en callado grito
Es un anhelo infinito
Que se nutre de tu ausencia.
Espejismo en la conciencia
Lleno de melancolía
Se incremente mi osadía
Y estoy de mis ansias preso
Hasta estamparte ese beso
Para celebrar el día.


F. Justiniano. F.
Caribe mexicano

10/nov/2014

Colibrí..




Colibrí.-

Saeta multicolor
Que cruzas veloz el viento
Minúsculo atrevimiento
De gracia, suerte y valor.
Acróbata y gladiador
Alardeando de destreza
Relámpago de belleza
En el jardín y en la vida
Fragilidad que convida
A preservarla ilesa.

F. Justiniano. F.
Caribe mexicano/dic 2014


Diana La Cazadora



Diana la cazadora.-

Yo te reitero señora
Tu belleza indiscutible
Tu silueta apetecible
De Diana la cazadora.
Elegante y seductora
De los pies a la cabeza
Va minando mi entereza
Tu poder de seducción
Erotismo la expresión
Que todo tu ser profesa.

En perfecta simetría
Dignos de todos mis versos
Tus glúteos cóncavos, tersos
Encienden mi fantasía.
Exceso, pasión, orgía
Impulsos excepcionales
Hacia tus cumbres carnales
De Venus o de Afrodita
En afán que dinamita
Las explosiones sexuales.

Tu diminuta cintura
Tu largo talle sinuoso
Te da ese aire garboso
De voluptuosa escultura.
Erótica arquitectura
De porte de majestad
Incita a la veleidad
A tomarte sin decoro
Hacer de la alcoba el foro
De sexo y de liviandad.

F. Justiniano. F.

Caribe mexicano/2014.

Noemí Ferráez Calderón mi Madre




Noemí Ferráez Calderón.-

Por: Félix Justiniano Ferráez

De mi madre aprendí el valor de los quehaceres domésticos y su importancia para la formación del carácter y las responsabilidades cotidianas y futuras, aprendí también, que el mundo estaba lleno de otras madres como la mía que disciplinaban y educaban con el regaño a todo pulmón, las amenazas y maldiciones catastróficas, cuasi bíblicas y el ejercicio irrestricto del manotazo, el chancletazo, el escobazo, etc.

 Nadie como mi madre para mentármela y exhibirme su florido lenguaje vernáculo y bravío; pero también supe del amor incondicional cuando el corazón se le asomaba a través de los ojos llenos de lágrimas, aprisionado por el temor de una desgracia cuando el crío se iba de pinta a las playas que abundaban en la isla y regresaba al hogar empezando la noche, en vez de entrar a la escuela y volver al mediodía; o de la tolerancia solidaria cuando me aparecía en la casa con un perro callejero adoptado, porque pensaba que merecía mejor suerte que la de morir atropellado en la calle. También supe de la fortaleza y del carácter para luchar por un miembro de una familia, cuando junto con un grupo de aventureros e irresponsables adolescentes, nos decidimos darle la vuelta a la isla por nuestro propio pie y con nuestros propios recursos, en un mal calculado periplo de 3 días que se prolongó más de una semana sin que se supiera o tuviera la más mínima señal nuestra en 8 días aproximadamente, de esa manera un grupo de angustiadas madres movían cielo mar y tierra y de paso  a las autoridades marítimas, para salir al encuentro de lo que quedara de sus hijos extraviados en la laguna, en el golfo, o en cualquier otro lugar.

 Del mismo modo el GPS materno me encontraba a las 8 de la noche en el segundo piso de madera en uno de los dos cines que habían en mi isla, porque “Una semana en el circo” que había ido a ver en la matinée me había cautivado tanto, que decidí ver todas las funciones del día por el mismo boleto, o en un rudimentario, salitroso y alejado parque de beisbol donde jugábamos ese deporte un nutrido grupo de niños descalzos, descamisados, flacos y curtidos por el sol marino de mi terruño,  soñándonos las futuras estrellas de las grandes ligas, todo ello antes de que retumbaran los sonoros gritos maternos localizándome y describiendo gráficamente el castigo que me esperaba por esa aventura deportiva sin permiso y sobre todo sin informar por donde andarían mis inquietudes de niño.

Por supuesto que también supe del orgullo exhibicionista de mi progenitora, cuando su tesorito era reconocido por ser el mejor de su clase durante toda la primaria;  hasta que llegaron con la adolescencia las espinillas y con ellas el vuelo de la imaginación y  los primeros rubores que inauguraban el siguiente ciclo de mi vida, dejando atrás los juegos infantiles en aquellas viejas calles de arena, postes alquitranados, casa de madera y techos de tejas, aquellas tejas que llegaban como lastre  de los barcos europeos que atracaban en los muelles de la isla del Carmen hace cientos de años, para llevarse de vuelta la preciosa madera que existía por estos litorales.

MI madre me enseñó también que era un feliz afortunado por tener tantas madres sustitutas, lo fueron mi bisabuela y mis dos abuelas en primer término y las únicas con la autoridad moral y valor, para plantársele a esa enfurecida leona y suspenderme el castigo que ya resonaba en toda mi humanidad, junto con sus advertencias de pitonisa isleña, oráculo guanaleño, o sibila campechana.

Mi lista de tareas domésticas era larga y tediosa, y lo era porque me robaba tiempo para la calle, el parque y las playas, todos ellos a tiro de piedra en mi pequeña y añorada islita; por supuesto que nosotros aprendíamos a nadar casi al mismo tiempo que aprendíamos a caminar, lo hacíamos porque era un seguro de vida gratis y obligado, ya que el mar imponente de la isla que tanto disfrutábamos,  se habían llevado a compañeritos nuestros en ese injusto y adelantado viaje definitivo, enlutando el corazón de jóvenes madres inconsolables y desoladas y a nosotros llenos de un miedo seco, frío, que se instalaba en la médula durante mucho tiempo, particularmente cuando en el pase de lista en la escuela todos volteábamos a ver la silla vacía de nuestro ausente, por ello, todas las madres del barrio se habían agrupado como las actuales autodefensas  michoacanas y entre todas ellas nos cuidaban y tenían su sistema de comunicación efectiva a través de nuestras hermanas…dile a ”Mimí Carajo” que su hijo anda en el muelle de los dragaminas, o en el arroyo de los franceses, o en el muelle del aserradero, o en la playa fulanita, eso significaba peligro de luto en ese o cualquier hogar y hacia allá se encaminaban nuestras madres con todo y el mandil puesto a rescatar a sus vagos del alma.

Pero habían madres mas precavidas y responsables que asumiendo el papel de cuidadora profesional caminaban hasta la punta del muelle y nos gritaban como si tuvieran megáfono, Chato salte de ahí inmediatamente que ya le dije a “Pato” (su hijo) que te vaya acusar con tu mamá, y como el cabrón “Pato” seguramente estaba castigado, porque de no estarlo estaría con nosotros remojado, se iba velozmente a ejercer su papel de fiscal chismoso con mi madre y ahí venía mi madre con el pinche “Pato” a dar una exhibición de poderío y control de la situación, mientras el maldito “Pato” ya imaginaba su versión corregida y aumentada para  la escuela el día siguiente, igualito de chismoso como lo hacen  mis actuales amigos hoy día cuando de joder se trata.

Entre estos regaños, amenazas y amorosas golpizas, nos despedimos de la irrepetible y breve niñez, nos creció el pantalón y en algún momento nos graduamos de hombres. Mis verdaderos amigos con quienes compartí el mar, la escuela, las calles,  los parques y el despertar a la hombría acreditada; lo siguieron siendo a pesar de las distancias que se nos atravesaron, poniendo a prueba  coincidencias y  recuerdos  cuando nos marchamos de la islita querida por las carreras universitarias; y así se fue consolidando el lazo indisoluble de los afectos verdaderos, en razón de que compartíamos todo, de manera particular el hambre, las carencias, el frío, la soledad,  la nostalgia y las angustias del futuro incierto en tierras foráneas, pero nos reconfortábamos recíprocamente con largas y descriptivas  cartas manuscritas, donde nos relatábamos nuestras peripecias y aventuras y nos expresábamos nuestros deseos de triunfo y los consabidos besos y bendiciones a las madres, porque cobrábamos conciencia de todos aquellos esfuerzos y sacrificios que habían realizado por hacernos hombres de bien, responsables y agradecidos con la vida y con Dios, ya que sabíamos con toda certeza que estábamos a nuestra suerte y que aquellas leonas isleñas nada podían hacer por nosotros a cientos de kilómetros y sólo teníamos como escudo protector sus bendiciones, consejos y  enseñanzas, que entraron con palos y jalones de pelo, aunque sabíamos también que la incertidumbre era mayor en el corazón materno que en nuestras aún irresponsables decisiones;    por ello creció el cariño de otras madres hacia nosotros y nos fueron adoptando como miembros de sus propias familias a las que hoy, 40 años después sigo perteneciendo con cariñosa y eterna gratitud.

 Ese amplísimo mundo de las madres sustitutas incluían a mis tías y a las  generosas madres de mis amigos, que iban fraguando los valores fundamentales, para que sus propias hijas llegaran a ostentar llena de blasones propios el título de MADRE en función de los intachables ejemplos recibidos, y  nos daba a nosotros una especie de red protectora y reafirmaba nuestra autoestima y la fe en la humanidad.
 Siempre he pensado que si al mundo lo gobernaran  en vez de los perversos sátrapas que conozco y padezco, madres como las que he conocido, el planeta sería un lugar más apacible, seguro y lleno de justicia y de bondad.

El paso inexorable del tiempo fue cobrando su factura y así fueron partiendo en forma de ángeles hacia los cielos muchas de aquellas madres que conocí y traté, el mundo sufrió bajas superlativas e incualificables con estas significativas ausencias, afortunadamente esos ángeles dejaron su semilla terrenal y entregaron su estafeta a las mejores manos, de manera que la generación de relevo llegó preparada para asumir esa nuevas responsabilidades y encomiendas, para hacer del planeta un mundo mejor para todos nosotros, y de esta forma es que se  fue reforestando la isla y el planeta con esa camada de nuevas y hermosas  madres contemporáneas mías, mi hermana, mis primas, mis vecinas, mis amigas, mis compañeras de escuela y de trabajo; y volvió a crecer la familia adoptada con las nuevas madres que con su patente de comadre hicieron con mis hijos  una amorosa sucursal de los suyos...y al revés volteado, diríamos en  mi isla para señalar lo recíproco.

El ejemplo de estas nuevas madres que eran el fruto de aquellas santas y abnegadas mujeres  que hicieron de mis amigas madres fiel ejemplo de sacrificio, valor, amor incondicional y muchas más virtudes, nos hicieron a la generación de hombres a la que pertenezco,  tener la oportunidad de poder elegir casi con los ojos cerrados a una buena mujer de compañera, esposa y madre de nuestros hijos.

Afortunado como lo he sido en muchos aspectos de mi vida, dos mujeres bendijeron mi destino con el fruto de sus entrañas, así llegaron a este mundo Alfredo, Alberto, Alejandro y Arantxa.

Gracias Anna Karina por Arantxa y por todo lo que esta hermosa joven ha significado en mi vida, entre otras cosas porque fue el factor que puso a prueba mi entorno descubriendo a corazones llenos de amor, bondad y de generosidad, poniendo de manifiesto  quienes nos amaban realmente mas allá de mis errores y miserias; he asumido con responsabilidad, gratitud, un enorme amor y una paciente espera,  el privilegio de la conducción de mi muchacha y así será hasta el último de mis días, sigue durmiendo tranquila porque está en las mejores manos y en la mejor familia, ya la nena te habrá dado cuenta de ello en sus cotidianas charlas telefónicas que sostienen.

Pero especialmente gracias a ti Magdalena que me pariste 3 hijos y me ayudas amorosamente y sin distingos a educar, conducir  y mantener a 4.
4 chicos que saben lo que es tener siempre el respaldo incondicional y el amoroso consejo de una madre honesta e intachable, de una mujer de  excepcionales valores y absoluto desprendimiento personal en aras de la felicidad de los suyos, de irreprochable conducta y  férrea e inquebrantable lealtad conyugal; solidaria en los peores momentos cuando la vida ha puesto a prueba mis capacidades y enterezas oscureciéndome el futuro con negros nubarrones y pintando de incertidumbre el destino familiar; no hay forma de pagarte esa conducta y no hay forma que tus 4 hijos no valoren tus esfuerzos y traten de ser igual de correctos y honorables como tú.

Gracias; humilde y eternamente gracias.

Este acto tan excepcional de la reproducción de las especies, a veces pasa de lo excepcional, a lo normal o cotidiano y por ende la gratitud y la responsabilidad que conllevan hechos de esta naturaleza, pasan a la ingratitud y a la indiferencia de los méritos maternos y sobre la lealtad a los hijos; y es este lamentable hecho exclusivamente masculino, lo  que propicia que de ese triste modo, la nobleza femenina se encarne en una nueva especie de heroína que desempeña gallardamente su nuevo rol de madre y padre simultáneamente, mujeres únicas, solas, valientes, decididas, irrepetibles, arrojadas, incansables, abnegadas, emancipadas  y a veces desesperadas y agobiadas por las angustias de la soledad,  los apremios  y los acosos por su  expuesta vulnerabilidad; personalmente conocí y traté a varias de estas aguerridas amazonas hasta que el destino lo dispuso, con otras sigo ligado con los sólidos lazos de la amistad, pero con todas me unen cálidos recuerdos de  tiempos idos y no puedo más que admirarme y reconocer sus invaluables méritos y su apasionada entrega con su descendencia.

He querido desde mi modesta perspectiva y con estas honestas líneas, reconocer en términos personales el apostolado que la mujer mexicana hace con la maternidad, dignificando a la familia y a los disímbolos  miembros que la integran, si la biblia nos dice que… por sus frutos los conoceréis; yo podría enmendarle la plana a esa expresión y decir que… por sus madres los conoceréis; porque efectivamente es gracias al denodado esfuerzo de mi autora, que me convertí en el hombre que hoy soy y en el padre que me esfuerzo por ser todos los días.

Como si fuera ayer, me veo en el regazo de mi madre mesándome los cabellos y consolándome después de los métodos correctivos empleados. Veo y agradezco la recia personalidad de esta señora, porque me enseñó a no temerle a nada, ni a mi padre, y mantener la verticalidad en mis actos de hombre bien parido y a ser siempre agradecido con Dios.

Ojalá mamá de algún modo pudieras enterarte que te recuerdo todos los días, que valoro y agradezco cada enseñanza y consejo recibidos, que cuando me faltan capacidades  para sobrellevar algunas tristezas, angustias y todas aquellas emociones que nos oprimen el pecho, recuerdo tu temple, tu coraje, tu arrojo y me vuelves a inspirar como en el primer día que cobré conciencia de tus fortalezas y supe que jamás estaría desvalido estando cerca de ti; y de ahí vuelven a salir las fuerzas para mi brega diaria y conducir la familia que encabezo. Gracias a ti mamá he conseguido mantener la unidad familiar y los chicos siempre me han encontrado a mano, cerca de ellos, con la palabra adecuada, el consejo justo y la correspondencia amorosa, por amor a ellos y porque siempre he querido ser digno de ti Madre.

 Mis hijos le dieron sentido a mi vida y me enseñaron a valorar y entender tus sacrificios, hoy comparten tiempo y vida con mi padre y juntos todos; evocamos aquellos tiempos contigo cuando con todos mis hermanos fuimos aquella familia  que el destino nos desbaratara prematuramente.

Todos mis hermanos, tus nietos, tus bisnietas y yo, tenemos mucho de ti en nuestras personalidades y actos, sigues viva en cada uno de nosotros y cada quien a su manera tiene su propia expresión de tus enseñanzas y consejos, de la misma manera que tienen su personal forma de reconocer tu valía y el enorme amor que te guardan;  aquí estamos y aquí seguimos, fieles a ese amor que la adversidad en sus diferentes manifestaciones de miseria humana, jamás pudo vencer, ni arrebatárnoslo; y así seguiremos Madre hasta que Dios lo disponga y volvamos a reunirnos en algún lugar.  

Hoy cuando todas las mujeres ligadas de diferentes maneras a mi vida lean estas líneas, sabrán que mi sentimiento de gratitud y admiración es para todas ellas y lo es  por su calidad y su estirpe de grandeza, mi tributo no es sólo para mi madre querida, mi eterna e inolvidable ausente, lo es para todas las madres que conozco y a quienes sin temblores de voz, ni dobleces, les he sostenido la mirada y les he expresado lo mucho   que me importan y admiro.  

Dios las bendiga siempre.

Caribe Mexicano/10-V-2014

@watane1 

En los 60s Gracias a todos




Gracias:

Quiero manifestarle a toda mi familia, especialmente a mi padre que no deja de querer a sus hijos y reiterarlo todos los días, a todos los amigos que son la familia extendida, mi gratitud por sus expresiones de afecto y buenos deseos. Algunos se tomaron la molestia de venir a la casa y compartir el pan y la sal, como suele decirse.
Otros por diferentes  razones, no llegaron pero me dejaron sentir por diferentes medios sus felicitaciones, saludos y bromas, para mí es como si hubieran estado a mi lado.
 Desde la distancia de mi isla querida, mis amig@s de infancia me hicieron llegar aquellas frases y apodos con que nos identificábamos, me llevó a aquellos días de cielos limpios, costas serpenteadas de palmeras, playas cristalinas y las ilusiones por delante.
Por correos, facebook, llamadas y diferentes formas de mensajes, supe de sus buenos deseos, me di tiempo de escuchar y leerlos a todos y ahora es tiempo de agradecérselos con el mismo afecto y con mi sincera gratitud.
 El destino manifiesto de muchos de ustedes, hizo que mi corazón quedara esparcido por todo el país, en otros países y en otros continentes, pero esa distancia solo puede impedir la cercanía física y evitar de momento los abrazos y los besos, lo que no puede evitar son los sentimientos de amistad, de amor y de unidad que nos mantiene vigentes y comunicados; por ese mágico puente me traslado al inescrutable silencio de los ausentes definitivos y celebro también con esa otra familia que me sigue esperando pacientemente, abrazo a mi madre, a mis abuelos, mis tías, mis primas Anita y Cinthia, a Erick, Santiago, Ulises, Ramón, Raúl, Jorge, etc. y a todos esos seres queridos cuyo tránsito físico concluyó entre nosotros.
Persistente, obstinado, paciente y esperanzado, nada o nadie puede impedir que celebre en comunión espiritual con mi nieta Jossely, unidos de por vida a pesar de los momentos que atravesamos, le reitero mi amor incondicional y el de todos los que integran su familia de este lado. Su inocencia y su pureza son para nosotros fuente de tolerancia, prudencia, inspiración y ternura y motivo de todas nuestras bendiciones. Estuviste con nosotros como todos los días mi niña linda. 
Me di tiempo de pasar unos minutos a la casa del Señor y entablar los diálogos que acostumbro con él, pedí por todos, ausentes y presentes, agradecí la vida que tengo y los dones recibidos a lo largo de este tramo.
Estoy en paz con mi vida, no abrigo rencores o sentimientos negativos, he perdonado agravios recibidos y he pedido perdón por los cometidos, como comentamos otro buen amigo sesentón y yo; estamos listos para partir en cualquier momento, Dios dirá cuando.
FJ.
Caribe Mexicano

14/julio/2014 

Don Félix Alonso mi Padre




Don Félix Alonso Justiniano C.

Me he declarado siempre enemigo de los estereotipos y de las manipulaciones ideológicas, aquellas cuyas intenciones no son más que tristes carencias de valores, sobre quienes no han hallado los propios o los tienen confundidos o difusos.

Pertenezco orgullosamente a una generación de seres humanos cuya  educación empezó en casa, siguió en casa y terminará algún día con los principios inculcados por mi pareja preferida, mi madre y mi padre.

Soy de esa generación que estudió sin internet, sin computadoras, sin tabletas, sin teléfonos inteligentes, porque los inteligentes éramos nosotros al acudir a las bibliotecas a investigar los conocimientos legados por mentes superiores, que en un acto de irrestricta generosidad nos dejaban sus enseñanzas a través de las páginas de sus libros.

Por esos intereses escolares  se nos creó el hábito de la lectura y quizá el de la escritura decente, y por ello también cargamos nuestros conocimientos en el cerebro y no en apéndices electrónicos.

De manera que gracias a esas mentes que nos antecedieron y dejaron constancia de sus conocimientos, se preparó mi generación que por cierto ya está a punto del relevo, pero es innegable también que de esa forma esta generación y las anteriores,  sentaron  las bases del progreso que hoy usufructan  millones de ser humanos diseminados por el planeta.

Esta situación nos permite hoy día normar criterios de conducta, blindarnos con valores morales y convicciones de la avalancha de intereses y tentaciones, establecer parámetros personales ante circunstancias extraordinarias, saber diferenciar la relevancia de lo útil y lo superfluo de lo fútil y entre el brillo del oro y el del similor. En síntesis aprendimos a pintar una raya de donde no pasamos y nadie puede vendernos espejitos o varitas mágicas y el canto de las sirenas no tiene eco en nuestras conciencias.
  
Todo lo anterior solo para expresar que no creo en el día del padre y en cualquiera de esas festividades producto de intereses transnacionales y por ende perversos.

A sus 85 años de edad mi padre ha compartido 60 de ellos conmigo y hemos vivido todo tipo de experiencias juntos, durante ese tiempo he comprobado que ha sido un hombre justo, trabajador responsable, valiente, honorable y honrado, pero quizá su mayor virtud, fue la de ser un hijo intachable, respetuoso y responsable de sus propios padres y pendiente de ellos hasta el último de sus días.

Fue quizá esa enseñanza la más significativa de todas las que me lega con su ejemplo de vida.
Lealtad a sus raíces y amor a los suyos como base de todas sus decisiones y actuaciones.

Ser el hijo que le tocó ser, me llevó a entender que ese es el primer paso para llegar a ser un buen padre, no se puede ejercer el privilegio de la paternidad sin entender los deberes previos de hijo.
Hablar del héroe de mi niñez, es también hablar del anciano vulnerable y bondadoso que me sigue acompañando todos los días, sin esa correlación de épocas y experiencias, no se puede establecer con objetividad el propósito en la vida de un hombre como mi padre.

Su longevidad le hace pagar doble tributo a la vida, sin contemporáneos ni amistades de antaño, el tiempo le otorga una soledad de paciente espera y de mansedumbre que raya en la beatitud; por el otro la vulnerabilidad se hace presente en todas las estaciones del año y en todas las horas del día.
Si el músculo ha perdido la fortaleza, ha ganado en sabiduría y en expresiones de amor, el cerebro permanece intacto y el pensamiento es lúcido, magnánimo y visionario, hoy consigue con una sonrisa bondadosa y una mirada de amor, lo que antes conseguía con la fortaleza de sus actitudes y las capacidades en plenitud.

Para mi padre son este y todos los días, él y yo sabemos que tenemos menos días por delante, que los que hemos ido dejando atrás, eso me permite no dejar pasar la oportunidad de expresarle mi amor y mi admiración, compartimos la mesa, los recuerdos, las duras y las maduras.

No recuerdo una fecha importante en donde su familiar presencia no estuviera presente, todas nuestras festividades giran en torno suyo y en todos los grandes momentos sigue siendo el protagonista por derecho propio.

Debe ser una enorme satisfacción rodearse de varias generaciones que se derivan de él, Dios en su infinita bondad lo recompensa viendo a sus hijos, nietos y bisnietas en torno suyo y celebrando la vida, su vida que se ha multiplicado y ha trascendido en otras generaciones y su sangre que fluye y corre por varios afluentes perpetuando su apellido.

Mi padre se repite en cada uno de sus descendientes, en mis hermanos, en mis hijos, mis sobrinos y en la siguiente generación que ha alcanzado a ver y disfrutar;  noble vida aquella que al llegar su invierno, encuentra la calidez del reconocimiento familiar y la unidad en torno suyo, un protagonista que sin reclamar recibe la cosecha del amor y las expresiones de orgullo de pertenecer al añejo tronco del cual él también desciende.

A su manera se ha ganado el afecto de los amigos de sus hijos y comparte sonrisas, afectos y el agradecimiento por saber que se cuenta entre ellos como un camarada mas.
Abrazar a mi padre cada día, es percibir su entrañable satisfacción de sentirse querido, respetado e importante, para mí es un gesto de infinita felicidad y de agradecimiento con el arquitecto del universo, porque nunca como hoy cobro conciencia que la vida es un suspiro, sentir su fragilidad entre mis brazos me compromete hasta la médula para ser merecedor de su cariño sin reservas y de poder transmitirle mi lealtad incondicional y perenne.

Aquel lejano ayer donde se manifestaba como un león para afrontar la vida y proteger su manada, es ya parte de su pasado de leyenda, hoy el héroe está cansado y cobra conciencia de su fragilidad que lleva con soltura y con valentía.

No deja de admirarme su determinación para afrontar el quirófano en meses pasados, inmutable, confiado, valiente, platicamos como si nada pasara y nos despedimos él y yo con una abrazo que decía más que todas las palabras, me miró con ojos de amor y serenidad, aunque sabía que llevaba la música por dentro, apenas alcancé a decirle, aquí te espero, no me muevo de aquí hasta que regreses, y se perdió de mi vista al cerrarse las puertas del  elevador que lo trasladaba al mundo de la inconsciencia inducida.  

Después de algunas horas me entregaron a mi viejo semidormido y curado de las inevitables fallas orgánicas que necesariamente se presentan a esa edad. Verlo en su verdadera dimensión, me estrujó el corazón y hubiera querido dejar correr las lágrimas que he llevado guardadas durante años para liberar las tensiones de siempre y por haber podido superar con él un riesgo calculado, pero inevitable.

Y aquí seguimos hoy, unidos en sentimiento y en pensamiento, conscientes que el calendario no nos perdona y nos quedan pocas hojas por pasar, pero cumpliéndole con creces al resto de la familia y definiendo lo que cada uno de ellos deberán ser cuando nuestros ciclos concluyan.
Hoy la fiesta es para ese anciano a quien todos queremos, tenerlo entre nosotros es la verdadera fiesta, hoy elijo una vez mas ser hijo suyo, antes que cualquier otra cosa y celebrar con mis hijos el amor que nos convoca y nos nutre  como clan, el mismo que privilegia las tradiciones familiares y repite con alegría las costumbres de siempre.

No concibo otra forma de celebrar la vida con las personas amadas, para mí el ejemplo de amor de mi viejo es insustituible y punto de referencia de mi conducta.

Felicidades a mi padre todos los días, porque todos los días son sus días por méritos propios, mi amor y mi gratitud son eternas y cotidianas, porque gracias a su ejemplo, me acerco al padre que reclaman mis hijos y al que intento ser para que ellos cumplan con creces a sus propios hijos llegado el momento.
En esas andamos, en ello me ocupo.

F. Justiniano. F.
15 de Junio de 2014

Cancún, Q. Roo

Calaveras a La Polla




Calaveritas a Lariza.

I

Una linda jarochita
Brindaba con un torito
Mucho hielo y suavecito
Como buena señorita.
La parca le dijo: invita
Porque no tengo dinero
Y busco un hombre soltero
Para llevarlo al altar
Dijo el negro sin chistar
Entonces llévate al güero.

II

La polla despampanante
Paseaba en el malecón
Con minifalda y tacón
Y un cuerpazo electrizante.
Entonces en un instante
Gritando llena de hastío
La parca dijo con frío
Lariza quiero un esposo
Pues si lo quieres sabroso
Carajo llévate al mío.

F. Justiniano. F.
Caribe mexicano

Noviembre/2014.

2das Calaveras al 100 x 100 Carmelitas




2das Calaveras al grupo 100 x 100 Carmelitas

Patricia Veasey.-

Andaba por Barcelona
Buscando a doña Patricia
Para hacerle una “caricia”
La pinche flaca pelona.
La parca que no perdona
Indagaba con el Nano
Con Sabina y  Bardaguí
Con Montoliu y  Gaudí
Por famosa carmelita
Quiero llevármela ahorita
Le dijo a Puyol y a Dalí.-

Manuelita Inurreta.-

Ya traigo un reloj de arena
Con nuevo cambio de horario
Para llevarme al osario
Puntualmente a una morena.
La contadora serena
Escuchaba a la Catrina
Porque estaba en la cocina
Preparándose un disfraz
Para refutarle sagaz
Yo soy mi hermana Cristina.

Enrique Berman.-

Andaba buscando a un flaco
La calaca enamorada
Mientras blandía la espada
Y se fumaba un tabaco.
No lo quiero para ajiaco
Es especial mi pedido
Atención con su apellido
Además músico y poeta
Porque  a Don Berman Boeta
Lo quiero para marido.

Gonzalo Vadillo.-

Le voy a dar chicharrón
A un gordito licenciado
O mejor en estofado
O en coctel de camarón.
Quizá en pan de cazón.
Pensaba como receta
Sin saber que estaba a dieta
Y ha perdido su espesor
Se parece al profesor
Enrique Berman Boeta.

Carolina Rosiñol.-

Con sombrero y con corbata
En un mercado español
Se almorzaba a un Rosiñol
Para más señas La Chata.
La muerte que se percata
Que se manchaba su frac
No eran gotas de coñac
La baba que le escurría
Era la sabiduría
Que dan las flores de Bach.

Sujaila Abraham Ocampo.-

Negociando con Putín
La huesuda lo encaraba
Pensando que la guardaba
Dentro de un calabacín.
Sé que vino en bergantín
Dijo la Parca gritando
Pues si se está tardando
La corrigió  el Vladimir
Sujaila no ha de venir
O quizá viene nadando.

Alonso “Polilla” Acosta”

Con DDT bien armada
Andaba por La Puntilla
Para matar al “Polilla”
La flaca desesperada.
A su lengua entomatada
De botana me la chingo
Desde el lunes al domingo
Y pa probar que funciono
La voy hacer en abono
Al son del tilingo lingo.

Jorge “Mono” Dorantes.-

Un albañil titulado
Presumía su cuchara
A cualquiera que pasara
Por “el Guanal” bien mamado. 
Un esqueleto taimado
Con su gorro de papel
Repellaba un capitel
Y en cosa de solo instantes
Al pobrecito Dorantes
Lo mató con el nivel.

Felipe “Tixkaxé” González

Estaba por Playa Norte
Conectando a Chicoché
Un zancudo Tixkaxé
Pa mejorar su deporte.
Quisiera que me transporte
Del Guanal a la Puntilla
Como si fuera polilla
Cuando le pegue un jalón
Pero un difunto mamón
Lo transformó en ladilla.

Jerobal Totosaus Escalante.-

Es bueno este chaparrito
Que ahora anda por Torreón
Anda huyendo del panteón
Y lo puso por escrito.
Es geólogo carmelito.
Que busca en “el Pirixal”
Mucho petróleo especial
Como hay en Villahermosa
Pero la flaca ambiciosa
Se quedó con Jerobal.

Fernando “Cazón” Delgado.-

Es delgado este cazón
Pero es el hijo de un Pato
Explícalo más al rato
Que confundes mi razón.
Como tonada de un son
Lo cantaba la huesuda
Que estaba ebria y desnuda
Muy contenta y celebrando
Porque al pobre de Fernando
Lo mató con una cruda.

F. Justiniano. F.
Caribe Mexicano.

En el día de muertos 2013.