Z… aún vive.
1ª de tres
partes.
“Z”
es el nombre de una afamada película de denuncia del director griego
Konstantinos Gavras, el nombre de la letra en griego está directamente
relacionado con el contenido de la película;
De
la misma manera que “alfa” es el inicio, “omega” el fin o final, “zei” equivale
a “vive” y hace referencia justamente a que el protagonista de la historia aún vive,
a pesar del homicidio que envuelve la trama. En síntesis la utilidad de la 6ta
letra griega es el simbolismo de la sobrevivencia a pesar de ciertas
circunstancias adversas.
Estos
ligeros prolegómenos son solo para sustentar la sobrevivencia de un personaje
contemporáneo y relacionarlo con la emblemática zeta; porque esa es la letra
con que empieza su apellido paterno y porque pese a su nefasto proceder y su
corrupta conducta es un peligroso sobreviviente de la oncena trágica en el
Gobierno del Cambio.
Nos
referimos a Jaime Zetina González, actual subsecretario de la Secretaría de
Finanzas y Planeación de Quintana Roo. (SEFIPLAN) y primo hermano del actual
ejecutivo estatal de Quintana Roo, Carlos Joaquín González.
Este
personaje llega con el pie derecho y cae parado en la administración de la
gobernadora yucateca Ivonne Ortega Pacheco, como parte de los agradecimientos
por los favores económicos recibidos en campaña, otorgados por el gobernador
quintanarroense de aquella época, Félix González Canto, de quien también es
primo Jaime Zetina González.
Este
famoso golpeador de mujeres fue despedido de manera fulminante en la
administración de Ivonne Ortega, por la sencilla razón que finalmente su señora
esposa no pudo más con las golpizas que le propinaba y denunció pública y
legalmente estos hechos; mismos que se magnificaron cuando este sujeto amenaza
de muerte a la madre de sus hijos, en presencia de los propios hijos menores de
ambos, todo un alarde de cobardía y violencia de este miembro de los González.
Quizá
por ser mujer y madre, más que un subordinado suyo, doña Ivonne ni tarda ni
perezosa tomó la decisión de despedirlo de manera fulminante, algo que hay que
reconocerle, lo que hay que reprocharle es que no lo haya consignado a las
autoridades correspondientes, para que este sujeto permaneciera entre los de su
calaña.
Agresiones,
daños físicos, amenazas de muerte, todo ello públicamente acreditado, no fueron
elementos suficientes que pesaran más que la deuda de gratitud contraída con
Félix González, de manera que ahí inicia la historia de uno de los peores
saqueadores que han pertenecido a la pléyade de funcionarios corruptos, cínicos y
exhibicionistas nacidos en la isla de Cozumel.
Es
justo en ese momento que su hermano Javier Zetina González (otro cozumeleño
distinguido en esas lides de prestidigitación económica) intercede ante el
gobernador en turno, Félix Arturo González Canto (el más distinguido de esa
generación de cozumeleños corruptos y cínicos) y el asunto penal se vuelve
familiar y en base a esa insistencia y evocación de los lazos familiares, el
cozumeleño en cuestión “Don” Jaime Zetina González (ínclito personaje de la
cleptocracia de la isla de las golondrinas) en vez de parar con sus huesos en
una cárcel yucateca, aterriza en la tesorería municipal de Cancún, en donde un
presidente timorato, ñoño y corrupto Jaime Hernández Zaragoza, le da cabida sin
rechistar, aunque con ello se violaban varios principios legales para poder
ocupar legítimamente ese cargo, uno básico; la residencia de 5 años en el
municipio.
Ahí
durante ese desempeño debió de pedírsele cuentas a Jaime Zetina del destino
final de los recursos del préstamo otorgado a Cancún, bajo la gestión de
Gregorio Sánchez Martínez, que por cierto cuando fueron ingresados a la
tesorería municipal, Sánchez Martínez andaba en campaña por la gubernatura y su
tesorero Carlos Trigos Perdomo es quien inicia el manejo irregular de esos
dineros, que a la postre terminaron causándole una reclusión de varios años en
la cárcel de Cancún.
Empero
hay que decir en favor de Carlos Trigos que no pudo ejercer la mayor parte de
esos recursos, por falta de tiempo que no de ganas, de manera que al llegar Jaime Zetina al
ayuntamiento de Cancún, las alforjas municipales estaban cargadas de dinero
público producto del préstamo, (nadie sabe para quién tramita los recursos) así
que de buenas a primeras dos Jaimes; Hernández Zaragoza y Zetina Gonzáles, tuvieron
mil y una ocurrencias para utilizar esos recursos, menos para las obras
públicas para los que habían sido solicitados.
La
fortuna seguía sonriéndoles porque también en base a esa enorme deuda y por
instrucciones del gobernador González Canto, se solicitó un refinanciamiento
para consolidar y diferir el pago de esas obligaciones a largo plazo, incluido
el préstamo en cuestión, otorgándole acta de nacimiento a las erogaciones
irregulares realizadas por Hernández Zaragoza y Zetina González, muchas de ellas ordenadas por González Canto,
y hacerse de otro montón de dinero con los millonarios pagos por estudios que
se deberían realizar y justificar el refinanciamiento, negocio redondo por donde
se vea, en su tiempo se habló que fueron alrededor de once millones de pesos,
hablamos de finales de 2010 e inicios de 2011con el dólar a $11.50
Posterior
a esta exitosa gestión de unos cuantos meses, la “buena fortuna” llevó al
golpeador de mujeres Zetina González de carecer de domicilio propio en Cancún,
a tener casa propia en la lujosa zona hotelera.
Para
algo habría de servir apellidarse González, como el gobernador que en ese
momento concluía su gestión y estaba a punto de convertirse en senador de la
república, y que aparte dejaba a su pupilo más ad hoc como su relevo, otro cozumeleño de prosapia
en las artes de apropiarse de lo ajeno, Roberto Borge Angulo (este ya en
prisión afortunadamente) situación que por 3ª vez consecutiva, mantenía dentro del
erario de Quintana Roo a este insaciable sujeto, esta vez como recaudador de
rentas en Cancún durante el período 2011- 2016.
Continuará…
Quintana
Roo/2017
Z…aún vive 2da parte.
El
relevo de Félix González a la titularidad del ejecutivo estatal se llevó a cabo
de una manera meticulosa y perversa.
En
el ejercicio de su gestión González Canto, el jefe de la gavilla cozumeleña, se
burló de las leyes que protestó guardar y hacer guardar y olvidándose del
significado de nepotismo, llenó de
familiares en puestos claves y “redituables” a la administración estatal en el gabinete,
organismos descentralizados y hasta en los otros diferentes poderes, llegando
su brazo alcanzar inclusive los municipios;
como lo prueba el hecho de los tesoreros municipales que le rendían cuenta a él
y no a sus respectivos presidentes.
Dentro
de esa larga lista de personalidades posicionadas estratégicamente, baste
recordar a su tío Luis González Flores voraz cozumeleño del erario
quintanarroense que cobraba como presidente de la Gran Comisión del Congreso Estatal,
en la Auditoría Superior del Estado a Emiliano Novelo Rivero otro cozumeleño
acaudalado y cómplice de los endeudamientos del estado y los municipios, de las
ventas de ganga del patrimonio inmobiliario, del nepotismo institucionalizado
como forma de vida cozumeleña, de los dispendios y fraudes de VIPS SAESA y en
general de la vida de jeques que se daban todos los cozumeleños y cozumeleñas
ligados a las esferas del poder político del estado; en esas orgías de
dispendios, frivolidades, viajes por el mundo, propiedades fastuosas y saqueos
de los recursos y dineros de los quintanarroenses y al que le cerraron el pico
a punta de billetes y consideraciones meta constitucionales para comprar su
injustificable silencio; Fidel Villanueva Rivero magistrado presidente del
Tribunal Superior de Justicia del Estado, otro cozumeleño prototipo de la
prostitución política y la corrupción sin límites en el lupanar en que se
convirtió el ejercicio de la política en Quintana Roo durante 11 años, bajo el
tutelaje de Félix González Canto y Roberto Borge Angulo; hechos que hicieran de
la isla de las golondrinas la fábrica de los peores especímenes políticos, nido
no de golondrinas, si de las peores aves rapaces, carroñeras y practicante de
canibalismo de todo aquello que sin pertenecerles, fuera objeto de su ambición
y perversidad y que trataron a Quintana Roo no como a su madre, sino como a su
madrastra.
La
lista es públicamente reconocida, tanto por sus insultantes fortunas fincadas
sobre la miseria de sus conciudadanos y las extorsiones a la clase empresarial,
como por su trato déspota de todo aquello que no tuviera la fetidez de la
complicidad cozumeleña: Félix González Canto, Roberto Borge Angulo, Fredy
Marrufo Martín, Eliezer Villanueva Lanz, Sara Latife Ruiz Chávez, Luis González
Flores, Roberto Borge Angulo, Lenin González Canto, Fidel Villanueva Rivero,
Emiliano Novelo Rivero, Jaime Zetina González, Mauricio Rodríguez Marrufo, Javier
Zetina González, Paulina García Achach, Gina Ruíz Chávez, Salvador Rocha
Vargas, aparte de los consanguíneos de todos ellos y sus empleados personales y
domésticos, etc. representan la más censurable galería de cínicos y desvergonzados
funcionarios públicos cuyas acciones mantienen y mantendrán en la asfixia
social a decenas de miles de infantes quintanarroenses y sus desesperados
padres que batallan contra las adversidades que estos corruptos ambiciosos les
legaron.
Por
ello era de lo más natural escuchar que en los corillos políticos se hablase del
estado como Quintana Goonzález, por los primos, tíos, hermanos, cuñadas,
novias, sobrinos, etc. Que se colgaban de la ubre del estado hasta dejarla
exangüe, heredando una deuda descomunal del orden de los once mil millones de
pesos y una camarilla de cómplices y
corruptos funcionarios a su incondicional Roberto Borge.
Con
este escenario del reino Quintana Goonzález no fue nada difícil que los
hermanitos Zetina González repitieran como sanguijuelas del erario estatal, de
tal suerte que Jaime se va a la recaudadora de rentas de Cancún y Javier a la
Secretaria de Infraestructura y Transporte (SINTRA)
A
partir de ahí, nuestro siniestro personaje se empieza a hacer de concesiones de
transporte público otorgadas por su propio hermano, ¡faltaba más!, placas de
taxis, combis, transporte turísticos, de manera que los ríos de dinero le
ingresaban por el desplazamiento de sus Urban, camiones, autos sedanes,
mientras paralelamente iniciaba “negociaciones” para empezar a fincar sus
dominio en el tema de las patentes.
Todo
ello mientras ejercía el testaferrato en uno de los mayores despojos de tierra jamás
consumado en Quintana Roo.
Lily
Téllez, por esos años reportera especial de televisión Azteca, ponía al descubierto
a nivel nacional e internacional, el monumental robo de tierras privilegiadas
realizado por Félix González Canto en la isla de Holbox, asociado con
prominentes empresarios yucatecos y operándolo con notarios a modo favorecidos
con las notarías ad hoc para consumar esos delitos. Uno de los nombres que
saltaba como repentino y afortunado terrateniente y ejidatario, era el de Jaime Zetina González, que ensuciaba su nombre
y apellidos para pretender dejar impolutos los de su mecenas y pariente.
El
enorme robo mantiene ocupados a los tribunales hasta la fecha por las demandas
de los ejidatarios de la isla, y de uno de los quintanarroenses más afectado,
el empresario José Padrón Rosado, quien de la noche a la mañana vio desaparecer
sus propiedades cuya legalidad de pertenencia le llegaba por herencia de sus
padres, y a ellos directamente de la secretaría federal del ramo y firmado por
el propio presidente de la república en turno.
Nada
de ello fue considerado al momento de crear nuevas actas apócrifas y cédulas
catastrales falsificadas para proceder a despojar de tierras a sus legítimos
propietarios.
Para
Jaime Zetina todo ello no era una acción de la cual avergonzarse, por el
contrario se frotaba las manos pensando en la cantidad de dinero que esto
implica para sus alforjas personales.
Ha
sido tal la buena fortuna de este singular personaje que operaba políticamente a favor de
la sucesión de Roberto Borge Angulo, en cuyo período incrementó sustantivamente
sus propiedades inmobiliarias y concesiones, así como su mal habida fortuna
personal.
Torvo,
ambicioso y arrogante termina enfrentado con su propio hermano a quien demanda
para quedarse con concesiones que no le pertenecían, a pesar de ser Javier
quien le había otorgado el pase de Yucatán a Quintana Roo y hacerle
concesionario de un número destacado de concesiones de transporte público.
En
el nuevo reino de Quintana Boorge, Jaime Zetina demuestra sus habilidades en
temas de oportunismo y cinismo político, por un lado obligaba al personal a su
cargo a manifestarse y participar a favor de la cargada de Mauricio Góngora ya
candidato del PRI; y por el otro él y
Félix González preparaban su seguro financiero aportando simultáneamente a la
causa del candidato opositor, Carlos Joaquín González que era combatido con
todas las artimañas y fuerza del estado gobernado por Roberto Borge Angulo.
De
manera sorprendente y contra toda la lógica natural, Jaime Zetina González era
autorizado para participar en su jornada oficial de labores, en la campaña de
su otro primo, el contador público Joaquín González y todo ello con goce de
sueldo; en tanto que los empleados de las diferentes instancias de gobierno
eran despedidos de manera fulminante, si eran sorprendidos en sus redes sociales,
o reuniones proselitistas a favor de Joaquín González. Se cuentan por cientos
los empleados despedidos por simpatizar por una causa diferente a la de los
impresentables cozumeleños, las amenazas y abusos llegaban a tocar a
empresarios u hoteleros que expresaran su apoyo expreso o tácito al contador
Joaquín, eso era motivo más que suficiente para cancelar un negocio, imponer
multas o enviarles auditorías a fin de socavar las pretensiones de librarse del
yugo y corrupción borgista.
Para
los menesteres laborales se contaba con el irrestricto apoyo de un siniestro y
desaparecido personaje, Isaías Capeline, quien gozaba además de las confianzas
del gobernador, de recursos ilimitados económicos, materiales y humanos para
espiar, amedrentar y amenazar a todo aquel que no se disciplinara a los
caprichos de Borge.
En
ese inframundo de humillaciones, amenazas, chantajes y cohechos a empleados,
empresarios y ciudadanos, Jaime Zetina González era proyectado, protegido y
financiado para su desempeño dentro del equipo de campaña de Carlos Joaquín;
asumía el papel de llanta de refacción en esa carrera por la gubernatura.
Y
no era para menos, los intereses multimillonarios de todos los funcionarios
privilegiados con 11 años de saqueo corrían un eventual riesgo, y eso valía la
pena una hipocresía adicional.
En
la siguiente entrega señalaremos los nuevos ingresos adicionales, desde la
subsecretaría de ingresos de la SEFIPLAN que inmerecidamente ostenta Jaime
Zetina González.
Quintana
Roo; Julio/2017
Z…aún vive 3ª parte.
De
manera sorprendente Jaime Zetina González ha contado con la fortuna de tener
dos primos consanguíneos gobernadores, y se ha servido de ambos, aunque entre
el exgobernador González y el actual gobernador González, medie un abismo de
diferencias en tratándose de modos, capacidades e intenciones políticas.
Félix
González Canto fue un producto circunstancial de Joaquín Hendrickz Díaz, quien
a su vez lo fue de Mario Villanueva Madrid.
En
ninguno de los dos casos, contaban con talento político y sensibilidad social,
pero se convirtieron en las medidas desesperadas de gobernadores nostálgicos de
poder, cuyas intenciones reales eran perpetuarse a través de la subordinación
de sus delfines y finalmente a ninguno les funcionó.
Félix
lo mismo que la raza canina doberman, terminó por desconocer a su amo y padre
putativo, políticamente hablando, Joaquín Hendrickz, pero la historia de
Roberto Borge superó todos los pronósticos de incapacidad, imprudencia,
ambición, corrupción, fastuosidad, frivolidad, y una serie de adicciones que lo
mantuvieron fuera de la realidad y comprometiendo a su padrino, por el nivel de las complicidades en los
delitos y el descuido con que fueron manejados sus rapacidades y corruptelas.
Misma
ocurrencia que pretendió Roberto Borge con José Luis Toledo Medina para su
malograda sucesión.
Carlos
Joaquín González en contraparte pertenecía a una familia cozumeleña poderosa,
que descansaba en la capacidad empresarial y económica del patriarca del clan y
de sus buenas relaciones con gente del poder político nacional, porque Cozumel
ha sido desde siempre visita obligada para el recreo y descanso de
expresidentes de la república y figuras políticas de renombre nacional.
De
tal suerte que los hermanos Joaquín nunca tuvieron los apremios y limitaciones
económicas de sus adversarios políticos y coterráneos.
No
obstante a Joaquín Hendrickz, Félix González y Roberto Borge les regalaron las
candidaturas y con ello los destinos del estado; sus ambiciones, ineptitudes,
abusos, corruptelas, y demás “gracias” le allanaron el camino a Carlos Joaquín
González fuera del PRI, para vencerlos en la contienda definitiva. Para que la
cuña apriete…
Así
pues con la circunstancial fortuna de estar emparentados con dos gobernadores,
Jaime Zetina no desaprovechó la oportunidad de enriquecerse de manera abusiva e ilegal con su primo Félix y hoy
hace lo propio con su primo Carlos, desde luego en ambos casos se jacta de su
condición patronímica y de la impunidad en sus abusos y corrupciones.
A
vuela pluma un análisis de las consecuencias catastróficas que sufren los
ciudadanos de Quintana Roo por los manejos ineficientes y corruptos del gang al
que ha pertenecido el señor Zetina González.
La
enorme deuda pública (32 mil millones de pesos) que pesa sobre las espaldas de
los quintanarroenses, no se reduce a dinero mal habido que terminó en las
cuentas personales, o de familiares y concubinas de esos impresentables
sujetos, cuyos nombres los localiza hoy día querido lector en la lista de los
amparos solicitados al poder judicial;
fueron eso si en su conjunto, escuelas no construidas que hoy día
dificultan el acceso a la educación a la totalidad de la población estudiantil
del estado, a eso añádale estimable lector que por ello también se dejaron de
contratar cientos de maestros, significa también que por cada casa en “Andara”,
la colonia “Campestre”, “Villa Magna” Cozumel, Cancún, Panamá, Dubái, Yucatán,
yates, carros extranjeros, colecciones de relojes extravagantes, viajes
nacionales y por el planeta en aviones privados, hay ahora menos hospitales y
por ende menos camas hospitalarias, menos doctores especialistas, menos
enfermeras, menos secretarias, menos medicinas, y menor calidad en la atención
médica actual, todo ello por carecer de insumos médicos e instalaciones
suficientes y acorde a las urgentes demandas sociales que se presentan.
Nunca
podremos saber con precisión las vidas que se perdieron de manera directa e
indirecta para que los ladrones cozumeleños lleven la vida de monarcas que se
autoasignaron. También por toda esa montaña de dinero extraída de las arcas
públicas, hay menos oficinas gubernamentales y menos empleados para atender a
los ciudadanos, menos policías y menos patrullas y armas, lo que facilita las
operaciones de la delincuencia y las consecuencias que de ello se derivan y que
usted amable lector padece y sufre;
menos calles pavimentadas, menos aceras, menos electrificación, menos
parques y centros deportivos, menos becas, menos dinero a la investigación
científica, la imposibilidad de ampliar los campus universitarios y con ello
nuevas carreras y nuevos profesionistas que el estado reclama con urgente
necesidad.
Para
decirlo simple y llanamente, estos corruptos personajes condenaron al
subdesarrollo a Quintana Roo y a varias generaciones de conciudadanos a
sobrevivir en esas injustas condiciones, y a pagar la deuda que se contrajo
como consecuencia de sus demenciales conductas.
De
manera que cuando su hijo menor o adolescente no tenga cupo en las escuelas
públicas (primarias, secundarias, preparatorias y universidades) cuando no haya
ambulancia para recoger a un familiar herido, cuando Ud. no pueda ser atendido en un hospital público
por carencia de recursos humanos y materiales, lo asalten a mitad de la calle o
entren a su casa para lo mismo, cuando sus hijas deban de caminar largos
trechos de calles a obscuras con los riegos que ha implicado o cuando se forme
y haga usted pasadía en las largas colas para pagar su cambio de placas, entre
otras contribuciones, ya tendrá una idea más clara de por qué y a quienes les
debe usted el favorcito.
Hablando
de las placas de carros y para seguir con la voracidad de nuestro siniestro
personaje Jaime Zetina González, le pongo el nombre de una empresa para usted
desconocida, pero no para los ambiciosos del poder, BEPENSA.
Reconocida
empresa yucateca fundada por don Fernando Ponce G. Cantón donde a través de una
de sus filiales, se llevó a cabo de manera directa, es decir sin licitación
pública como ordena la ley y a sobreprecio, la fabricación de las placas para
los automóviles.
Calcule
usted un padrón de aproximadamente 250,000 vehículos que circulan en el estado
y con registro local, ello nos arroja conservadoramente la fabricación de medio
millón de placas, más las de las
motocicletas que circulan en el estado.
Un
negocio redondo de Jaime Zetina que fue el encargado de la “negociación” por
órdenes de su actual jefe, el otro impresentable Juan Melquiades.
Pero
al pensar solo en el dinero que les redituaba, descuidaron la entrega oportuna
que ahora padecemos los que tenemos una unidad automotriz circulando en alguno
de los 11 municipios; para empezar un día de colas para pagar el derecho,
semanas después otra larga cola para recoger la placa que ya pagamos, en el
ínterin pagar permiso para circular sin placas, ¿Qué tal las ocurrencias de
este oscuro personaje?
Si
a nosotros los ciudadanos nos multan por andar sin placas o por no haberlas
cambiado, ¿por qué no multar a la empresa responsable de no entregar
oportunamente las placas contratadas a sobreprecio? Si quiere usted pensar como
ejemplo parecido en el caso de Gerardo Ruiz Esparza y su socavón, puede hacerlo
y exhibir en las redes sociales sus conclusiones.
Pero
este no es el único negocio de Jaimito como subsecretario de ingresos, resulta
que la renegociación de la deuda pública estatal tuvo un costo aproximado de 500
millones de pesos, y el despacho a cargo de este movimiento financiero fue el
de Pedro Aspe, mismo despacho al que pertenece nuestro canciller Videgaray.
Una
operación de esa magnitud no tuvo el filtro de las leyes de la materia y si
quiere pensar usted mal de Jaimito y Melquiades, puede hacerlo, porque hay
razones de sobra. No se ha recuperado un solo peso de los desvíos de la
cuantiosa e injustificable deuda pública, pero los operadores Vergara y Zetina
de Carlos Joaquín González, ya le dieron acta de nacimiento a esos saqueos.
Otra
notable fuente de ingresos de esta rapaz pareja es el 3% de la nómina, donde
los constructores y empresarios sufren el acoso y extorsión de sus inspectores,
en Solidaridad por ejemplo oyen el nombre de Graciel y todos preparan el
respectivo embute. La fórmula es rupestre, las multas se levantan con actas sin
número que luego de ser negociadas se cancelan, sin que dejen huella de que
existieron.
A
eso hay que añadirle que todos los recaudadores sin excepción le rinden cuentas
exclusivamente a Jaimito que ya conoce el negocio, que no la operatividad,
porque ostentó ese cargo en Cancún.
El
círculo se cierra en Solidaridad con los arreglos que se tienen con el
colombiano William Conrado Alarcón y el sobrino de moda, Regalado Hendrickz,
(el mismo propietario del bar donde se produjo el famoso caso Kalimba, pero que
el procurador de aquellas fechas Francisco Alor a las órdenes del gober
Hendrickz Díaz, se encargó que ningún pétalo de rosa tocara al corrupto
jovencito) quienes tienen a cargo el
manejo de la Dirección General de Infraestructura Desarrollo Urbano y Medio
Ambiente en ese municipio, donde en cada nuevo fraccionamiento o urbanización
se separan las esquinas o las áreas comerciales para Jaimito, donde él mismo se
hará cargo de obtener las correspondientes patentes, que para eso tiene a su
incondicional en esa área, Layda Flores Terrazas a cargo justamente de
extorsionar y reasignar patentes a conveniencia de su jefazo.
El
poder que Jaimito ostenta es de tal tamaño, que ahora tiene la ocurrencia de
operar con el colegio de contadores públicos la posibilidad de obtener un
candidato a modo en la Auditoría Superior del Estado, misma que se encuentra a
cargo del corruptillo mozo de estoques de Emiliano Novelo; Manuel Palacios.
Pero
la ambición de Jaimito trasciende a otro poder más, y ya opera a favor de la
causa de Verónica Acacio Trujillo para magistrada presidente del Tribunal
quintanarroense.
Piense
usted amable lector a Jamito con el control de la Auditoria Superior del Estado
que pertenece al poder legislativo local y con las mejores relaciones con quien
podría ser la magistrada presidente del poder judicial, ¿ así o más soñado?
Tener
unos primos así o ser un primo así, no tiene precio. ¿No le parece?
Solidaridad/2017