domingo, 29 de julio de 2018

Territorio narco.




Territorio Narco.


Cumpliendo con sus promesas de campaña hace algunos meses el ejecutivo del estado pretendió investigar las irregularidades de las cuentas públicas de Paul Carrillo, pero se vio impedido para hacerlo porque se topó con el muro legal que le puso Remberto Estrada en su calidad de presidente municipal, con el argumento que se violaba la soberanía municipal consagrada en el 115 constitucional.

De esta manera, legal pero inmoral, Remberto Estrada Barba sepultaba irresponsablemente en el universo de las prescripciones, los antecedentes documentales de una de las administraciones más corruptas e ineficientes de que se tenga memoria, pero lo que lo hace peor, es que tampoco las revisó de conformidad con la misma potestad que le daba su cargo de Presidente Municipal.

Hoy día Paul Carrillo de Cáceres  goza de cabal impunidad gracias a la connivencia de Remberto Estrada, sin que ello merezca una explicación a los habitantes de Cancún que siguen esperando ver el Cancún de 10 que como slogan promociona el presidente municipal.

Curiosamente la exigida y exhibida soberanía municipal, no sale a relucir cuando la delincuencia organizada avasalla a la sociedad Benitojuarense, que ve entre el asombro y el pasmo, como se amontonan los cadáveres, enteros o descuartizados en las calles llegándose a contar por cientos, exhibiendo el poderío y la capacidad destructivo de la delincuencia organizada y con ello la incompetencia de un joven que pensó que gobernar al municipio más importante de Quintana Roo, se limitaba a realizar los negocios de la mano de su tutor político Jorge Emilio González.
Hoy Cancún goza de una desafortunada fama que se origina en el desdén de un joven que sin oficio político, voluntad de servicio o experiencia de vida necesaria, tuvo la ocurrencia de sentirse merecedor del cargo cuya postulación  nació de los turbios acuerdos entre los exgobernadores González Canto, Borge Angulo y Jorge E. González, que pretendían mantener el control del estado para seguir con su actitud mafiosa y terminar de saquear al estado que los hizo multimillonarios.
Hoy las cifras de abatidos de manera sangrienta y violenta en las calles del municipio de Benito Juárez en estos dos últimos años, se acercan probablemente a los 400 homicidios. Cifra que ya de suyo es alarmante y nos lleva a pensar en donde podría terminar esta cadena de hechos sangrientos que ponen en riesgo la actividad preponderante de todo el estado.
No se ven estrategias policiacas que establezcan medidas tendientes a brindarle seguridad a los ciudadanos que coexisten en Cancún, pero mucho menos que le quiten el sueño o preocupen a las bandas delincuenciales que asolan el municipio.
No hay retenes policiacos suficientemente pertrechados en puntos álgidos de la ciudad o sellando los accesos de Benito Juárez y que inhiban la actividad delictiva, tampoco se aprecian patrullajes constantes y continuos; pero si los hay de los agentes de tránsito que se dedican a asaltar a los conductores en las principales avenidas y para extorsionar y hostigar a los indefensos contribuyentes. Nunca se ve o se ha sabido de elementos de esa corporación que se acerquen a auxiliar a un ciudadano o para recomendarles las medidas adecuadas de conducir, de tal suerte que el ciudadano que es detenido por un motociclista o patrulla de tránsito, no espera nada bueno y sabe de antemano que será extorsionado y amenazado invariablemente por los obesos y prepotentes agentes.
En esa misma corporación fueron detenidos por las fuerzas federales 5 elementos de Seguridad Pública, como responsables del secuestro de 4 ciudadanos colombianos que fueron entregados a uno de los cárteles que operan en la ciudad y cuyas desapariciones habían sido denunciadas por sus familiares.
El resto de la historia ya se conoció por los rotativos locales, los sujetos levantados, entre los que se encontraba una fémina, fueron cruelmente asesinados por los integrantes de ese grupo delictivo.
Pero adicionalmente en fechas pasadas José Francisco Pool Cupul alias El Chalpa, un funcionario del ayuntamiento de Cancún que se desempeñaba en Comercio en Vía Pública y uno de sus colaboradores fueron detenidos por la SEIDO, por ser presuntamente operadores financiero del cartel CJNG, y recientemente un joven identificado como J G G M y estudiante universitario de la UNID que paralelamente se desempeñaba como elemento de Fiscalización municipal, fue acribillado en su campus universitario, por sus presuntas ligas con un cartel de la delincuencia organizada.

En todo ello, el silencio del joven que reclama y exige respeto a la soberanía municipal, se deja escuchar de la mano con la irresponsabilidad e indiferencia con que trata y minimiza tan sangrientos hechos.

Remberto Estrada Barba como primer responsable de la seguridad municipal, pone en riesgo por su incompetencia y su desconocimiento en la labor de gobierno, la actividad turística que es el motor económico de todo el estado; sus colaboradores y subordinados en las ramas financiera y de seguridad pública,  ha quedado demostrado que están infiltrados por los peores intereses delictivos, y peor aún, no se toman las medidas urgentes para sanear la fuerza laboral en áreas sensibles de la infiltración de la delincuencia organizada.

De nada sirven las inversiones millonarias en equipamiento y estrategias propuestas por el gobierno del estado, cuando los resultados son desalentadores y rebaten con la cruda realidad los discursos grandilocuentes y los ominosos silencios.

La reputación de Cancún como destino turístico por excelencia, está en riesgo inminente si las cosas continúan del mismo modo,
Albert Einstein le llamó locura hacer lo mismo uno y otra vez  esperando resultados diferentes.

Cancún por su condición de polo turístico de nivel mundial y como imán de todo tipo de migración, compromete a todos los niveles de gobierno a fin de adoptar medidas urgentes y contundentes para abatir el flagelo del narcotráfico, así como estrategias de largo aliento para minimizar la generación de relevo como futuros integrantes de los grupos delictivos, que deben de ser erradicados, todo ello si no se quiere convertir a este paraíso de bellezas incomparables y tradiciones milenarias, en territorio narco.

Julio de 2018.


  

Espinelas a la SCJN




La Suprema Corte de Justicia de la Nación.

Con 600 mil mensuales
Los atingentes ministros
Se surten sus suministros
Porque hay de igual a iguales.
Ellos sentaros sus reales
Dizque para hacer Justicia
Pero parece codicia
Sus sueldos desmesurados
Los convierte en “magistrados”
De la “Suprema Estulticia”.

Si es el pueblo el que les paga
Su nepotismo y excesos
Por ambiciosos aviesos
Que les den pura biznaga.
Cuando el poder los embriaga
Sale a flote la arrogancia
Y al final la circunstancia
Aflora al ladrón interior
Ojalá con Obrador
Ya se dejen de lactancia.

F. Justiniano. F.
Caribe  mexicano7 2018.